Perfume de venganza (cinco sentidos)

Capítulo 2

Kang Min-Jae bajó del ascensor que lo había llevado al último piso del imponente edificio de vidrio y acero que albergaba las oficinas de Lumière Fragrances, su empresa en Gangnam. Este distrito de Seúl, conocido por su opulencia y modernidad, era el lugar perfecto para una compañía que se había convertido en el referente de lujo en el mundo de los perfumes.

El recibidor de la oficina principal de Lumière Fragrances era una obra de arte en sí mismo. Suelo de mármol blanco con vetas doradas, enormes ventanales que ofrecían una vista panorámica de los rascacielos de la ciudad, y una lámpara de araña moderna colgando en el centro, hecha de cientos de cristales que reflejaban la luz en múltiples direcciones. En las paredes, se encontraban paneles minimalistas en negro mate con fotografías abstractas de flores y botellas de perfume.

El chico atravesó el recibidor con la confianza de un hombre que sabía que había triunfado. Vestía un traje de diseñador perfectamente ajustado, con una corbata de seda color borgoña que daba un toque de elegancia. Su cabello, negro como la noche, estaba peinado hacia atrás, y su mirada firme reflejaba el control que ejercía sobre su entorno.

Al llegar a la sala de juntas, donde se llevaría a cabo la primera reunión para el concurso internacional, se detuvo frente a la puerta de cristal. A través de ella, vio a Yoo Hye-Jin sentada en uno de los extremos de la mesa. La tensión que lo embargó fue inesperada, incluso para él. Habían pasado años desde la última vez que la había visto, pero su imagen permanecía intacta en su memoria.

Ella estaba revisando unos papeles, pero parecía estar tan concentrada en no mirar hacia la puerta que era evidente que sabía quién estaba del otro lado. Su cabello, recogido en un moño bajo, dejaba al descubierto el contorno elegante de su rostro. Vestía una blusa blanca de seda con detalles sutiles en encaje, combinada con una falda lápiz negra que resaltaba su porte sofisticado. Aunque su expresión era calmada, la rigidez en sus hombros traicionaba su incomodidad.

Min-Jae empujó la puerta de cristal y entró con pasos decididos. Los demás asistentes, representantes de marcas de todo el mundo, se giraron hacia él. Algunos intercambiaron murmullos sobre su reputación como uno de los perfumistas más innovadores del momento.

—Buenas tardes —dijo el recién llegado con voz firme, inclinando la cabeza en un saludo cordial.

Hye-Jin alzó la mirada, y sus ojos se encontraron por un breve instante. El aire entre ellos pareció densificarse, como si todo el mundo se desvaneciera alrededor.

—Kang Min-Jae, justo a tiempo —comentó un hombre mayor al frente de la mesa, el director de la Asociación Internacional de Perfumería, para romper la tensión.

El aludido tomó asiento frente a la chica, quien se aseguró de no mostrar ninguna reacción visible. Sin embargo, sus manos descansaban sobre sus piernas bajo la mesa, apretando los puños con fuerza.

La reunión comenzó con una presentación del concurso internacional: una competencia de alto nivel que pondría a prueba la creatividad y la habilidad de los mejores perfumistas del mundo. Este año, el tema era "Esencias de la vida", y los equipos debían crear una fragancia que capturara la esencia del ser humano en su forma más pura y emocional.

La chica intentaba concentrarse en las palabras del director, mas la presencia de Min-Jae era como una sombra constante. No podía evitar recordar el pasado, las largas tardes en el taller familiar cuando trabajaban juntos, compartiendo ideas, risas y sueños. Todo eso había sido destruido en un instante con su traición.

El joven, por su parte, se esforzaba en mantener una fachada profesional, aunque sabía que la reunión era solo el inicio de un largo y difícil camino. Trabajar con ella era tanto un castigo como una oportunidad. Había cosas que quería decirle, pero no era el momento ni el lugar.

Cuando la reunión terminó, los asistentes comenzaron a dispersarse, y el director les pidió a Hye-Jin y Min-Jae que se quedaran para discutir algunos detalles logísticos sobre su colaboración.

—Bueno, parece que el destino ha decidido reunirnos de nuevo —dijo él para romper el silencio una vez que se quedaron solos.

Ella lo miró con una expresión helada.

—No es destino, es una decisión arbitraria de la Asociación. Y créeme, no estoy emocionada.

Él suspiró, apoyando las manos sobre la mesa y comentó:

—Sé que este no es el escenario ideal para ninguno de los dos, pero tenemos que trabajar juntos. Ambos queremos ganar este concurso.

—¿"Queremos"? —replicó ella, con un tono mordaz—. No hay "nosotros", Min-Jae. Hay mi perfumería, mi legado, y tú, un hombre que no sabe lo que significa la lealtad.

Las palabras de la chica lo golpearon como una bofetada, mas no dejó que se reflejara en su rostro.

—Entiendo que me odies. Hice cosas que no puedo cambiar. Pero no vine aquí para discutir el pasado. Estoy aquí para demostrar que puedo ser tu aliado, si me lo permites.

Ella soltó una risa fría.

—Aliado. Qué conveniente.

Sin decir más, tomó su bolso y salió de la sala de juntas, dejando al muchacho solo.

Horas después, Hye-Jin fue invitada a visitar las instalaciones de Lumière Fragrances, como parte del acuerdo de colaboración. Aunque no quería poner un pie en ese lugar, sabía que rechazar la invitación podría afectar la percepción de profesionalismo de su perfumería.




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