Perfume: La historia de una amor

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-¿Que le parece este vestido?-pregunto una chica de estatura media, cabello ligeramente crespo de color rubio cenizo, corto hacia los lados y unos pequeños ojos de color ámbar; mostrandole un vestido a Nanaba

-Es lindo-dijo Nanaba desinteresadamente

Era el día de la reunión, como era en la noche Antoine obligo a Nanaba a que fuera a la tienda de ropa y comprara un vestido elegante para la ocasión, lo cual le resultaba demasiado aburrido a esta, ya iban cinco vestidos que le iba mostrando la vendedora y ella ni siquiera le tomaba importancia

-¿Cual va a llevar?-pregunto otra vez la chica

-No lo sé-dijo Nanaba para luego dirijir su vista hacia donde estaban los pantalones-¿tiene de esos en mi talla?

-Pero son para hombres

-No importa, si me consigue unos de mi talla le comprare el vestido más caro que tenga

-Muy bien-dijo la chica sonriendo-regresare en un momento-entro al almacén

A Nanaba no le interesaba para nada los vestidos, los consideraba ropa inútil ya que no le permitían moverse libremente no como los pantalones pero claro para la clase alta era un escándalo ver a una mujer en pantalones

Dio un largo suspiro para luego dirigirse a una ventana, se sentó en el marco y comenzó a ver la calle

En verdad no quería ir a esa reunión, siempre era lo mismo los hombres hablaban de negocios y presumían de sus esposas como si estas fueran trofeos y las mujeres no se quedaban atrás, todas cabezas vacías que  presumían del dinero de sus esposos y su fina ropa

Ella no quería esa vida, no quería comprometerse para después convertirse en el trofeo de un hombre y solo pensar en como debería vestirse

Quería trabajar igual como lo hacían las mujeres de clase media

Vio a una chica de contextura delgada, tez blanca y muy baja estatura, cabellera larga de tono rubio, la cual le llega hasta un poco más abajo de los hombros y mantenía suelta, de ojos grandes e irises de tono aguamarina; que tenia una canasta con una gran cantidad de flores dentro de esta

Al menos ella es libre, pensó Nanaba mientras la veía pasar pero, como el sol estaba brillando mucho, vio que había un peculiar brillo en su mano izquierda, así que se acerco más a la ventana y vio que tenia un anillo de matrimonio

Se sorprendió mucho, ya que por lo general una vez  las mujeres se casaban dejaban de trabajar y se dedicaban al hogar, o al menos así era en Grasse, pero luego recordó a la doctora Ackerman, ella dijo que estaba casada e igual trabajaba

Como la tienda estaba en medio del mercado, vio en un puesto de frutas a una chica de baja estatura, cuerpo delgado, cabellera corta y de tono castaño claro, la cual mantenía suelta, ojos de color ámbar y cejas finas; quien también tenia un anillo de matrimonio

-Ya regrese

Nanaba volteo y vio a la vendedora, que tenia una gran caja en las manos

-Me costo trabajo porque estaba hasta el fondo del almacén-dijo mientras dejaba la caja en el piso, mostrando su mano izquierda donde tenia su anillo de matrimonio

-Disculpe la pregunta pero, ¿esta casada?-pregunto Nanaba insegura, tal vez era de compromiso

-Ah si, llevo ya 5 meses de casada, ¿porque la pregunta?

-No es por ser grosera, pero en Grasse las mujeres una vez casadas ya no trabajan

-Bueno, se podría decir que tuve suerte con mi esposo-dijo la chica feliz-una vez casados me dijo que podía seguir trabajando si yo lo quisiera y aquí me tiene

-¿Y todas las casadas de por aquí también trabajan?

-Hasta donde yo sé si, ¿ha visto alguna por la ventana?

-Si, ¿quienes son?

-Veamos-dijo la chica acercándose a la ventana-la rubia de las flores es Historia Springer su esposo es Connie Springer un granjero que, en mi opinión, parece más un bufón pero es buena persona también le permitió trabajar, la vendedora de frutas es Petra Brossard, su esposo es Aurou Brossard un banquero algo engreído que siempre se muerde la lengua, también le permitió trabajar aunque dijera que no hacia falta

-¿Conoce a la doctora Ackerman?

-Si, su esposo es Levi Rivaille Ackerman, un barbero de baja estatura pero con carácter y personalidad fuerte

-¿Y usted?

-Yo soy Hicth Sand, mi esposo es Marlo Sand es funerario, ¿y usted?

-Perdone, soy Nanaba Richis por el momento sigo soltera y espero seguir así

-De acuerdo-dijo Hitch algo incomoda-aquí tiene los pantalones y el vestido

-¿Y conoce alguna otra casada que trabaje?

-La verdad no, pero si quiere saber de otras puede preguntárselo a la doctora Ackerman, ella se conoce a todas

-Gracias por el dato

Al final Nanaba compro el vestido sin siquiera verlo, solo le importaba que fuera de su talla, y un par de pantalones

Salio de la tienda y comenzó a caminar, pero en el camino se encontró con alguien

-¡Señorita Richis!¡hola!-frente a Nanaba apareció Hanji que tenia un bebé en brazos

-Hola, doctora Ackerman

-Vamos, estoy fuera del consultorio, puedes llamarme Hanji

-De acuerdo, usted también puede decirme Nanaba-dijo Nanaba sonriendo para luego ver al bebé que tenia Hanji-¿es su hijo?

-Si, se llama Elliot Ackerman Zoe, vamos Elliot saluda a Nanaba-Hanji movió la manita del bebé en modo de saludo

-Es muy lindo

-Si, me lo dicen mucho-dijo Hanji sonriendo ampliamente-¿y que hace por aquí?

-Vine de compras, pero ya termine,¿y usted?

-Como ya cerré el consultorio fui por mi hijo a casa de mis padres y ahora iba por mi cuñada para irnos juntas ya que nuestras casa están cerca una de la otra

-Lo siento por interrumpirla

-No es ninguna molestia, ¿y por donde queda su casa?

-Por ese camino-Nanaba señalo el camino de enfrente

-Perfecto, nosotras también vamos por ahí, ¿que tal si me acompaña para irnos las tres juntas?

-Me parece bien



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En el texto hay: romance drama accion

Editado: 31.10.2023

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