Unos días antes de aquél suceso, dos chicos se hallaban conversando en un salón de clases mientras un hombre de pelo azul se hallaba frente al pizarrón explicando asuntos relacionados a la clase. Uno de ellos era Sebástian Mendez, su cara era ovalada, su cabello oscuro medianamente largo peinado hacia atrás le llegaba a la nuca, sus ojos eran color café, nariz nubia y labios con algo de grosor, era capaz de controlar el fuego; el otro era Wyatt Wattson, de orígen inglés y mediana estatura con rostro ovalado, ojos y alborotado cabello negro con un tinte amarillo en forma de rayo en honor al trabajo de electricistas de sus padres en su partido, nariz fina y labios medianos, y tenía el elemento eléctrico. Sebástian podría definir a Wyatt como ese chico que intentaba por todos los métodos posibles alegrar al resto cuando no había razones para sonreír.
»Hace poco más de cuatro meses, un estudiante de nombre Sebástian Mendez, de nacionalidad mexicana y quince años de edad, entró a la "Ee" sin poseer ningún elemento, siendo durante todo ese tiempo famoso por ser una paloma entre las águilas y ser acosado por las vistas de sus compañeros y profesores, hasta que le tocó irse de aquel sitio, no sin antes demostrar frente a todos el deseo de ayudar a aquellos que lo necesiten, siendo recompensado de una forma casi divina despertando su poder hasta ese momento, y aunque él y su grupo de amigos perdieron aquella batalla por mayoría de bajas, enseñaron a todos que a veces quienes creemos son los inferiores pueden demostrar que son más grandes que los que supuestamente son superiores, y terminó quedándose para conocer más a fondo su elemento y su extraño acontecimiento por petición del director. Dicen que, llegado el momento, aquel joven será el más poderoso que ha existido jamás sobre la faz de ambos mundos, el humano y el elemental, eliminando toda maldad de los mismos.
—¿Enserio dicen todo eso de mí? —preguntó Sebástian con el entrecejo fruncido.
—En realidad... No —le respondió Wyatt— tan solo la primera parte, la segunda la inventé para meterle más emoción a la historia, tú sabes, para más sabor.
—Tiene sentido —dijo luego de pensar un momento— ¿Te imaginas vivir bajo esa expectativa? "Debes ser el más grande, el más grande debe hacer esto, debe hacer esto otro", no gracias, no es mi estilo —comentó riéndose.
Como se había dicho antes, en el mundo existen humanos con la capacidad de controlar elementos de la madre naturaleza y otros más, dichas personas son llamadas "elementales" y al mostrar los primeros signos de sus poderes llegan a esta academia en la que aprenden a usar sus poderes y en el futuro usarlos a favor de la humanidad.
—Muy interesante y divertida su conversación como para no prestar atención, ¿no es así? —soltó el profesor Azariel con una voz que daba miedo hasta al más valiente al acercarse a Sebástian y a Wyatt.
—Lo sentimos profesor —se lamentaron ambos.
—Mendez, la verdad es que no tengo problema con usted ya que sus calificaciones no son tan bajas como a inicios de año. Pero usted Wattson, es otro asunto. Sé que esta clase es todo menos fácil, pero sería bueno recapacitar y prestar atención, ¿qué cree que pensarían sus padres si lo vieran reprobando en una escuela normal?
Mientras el profesor regañaba a Wyatt, este no pudo sentir que las palabras se dirigían a él a pesar de llevar el nombre de su amigo, mismo que empezó a ponerse cabizbajo tras aquellas palabras.
—Como sea —continuó el profesor— tiene suerte, justo hoy tendremos una prueba de repaso para mi examen, mismo que les recuerdo a todos que es la próxima semana. Saquen una hoja para anotar las preguntas y responderlas. ¿Saben? Por sus horribles notas del corte pasado se me ocurrió una idea para ayudarlos: el estudiante que saque una calificación perfecta en la evaluación tendrá ganado la mitad del puntaje total del examen.
El escuchar eso llenó de júbilo a los estudiantes allí presentes, y sin mediar tantas palabras casi al mismo tiempo todos sacaron una hoja para apuntar las preguntas que el peliazul les daría, mismo que sonrió y dictó alrededor de cincuenta preguntas que, junto con el número de interrogantes, aumentaba cada vez más la sensación de derrota
Diferentes tipos de estudiantes habían en ese momento de trazar con el lápiz las respuestas. Unos lo resolvían como si nada, otros lo hacían con algo de dificultad y también estaban los que buscaban a alguien que les dijera las respuestas, entre estos estaba Wyatt.
—Oye... —susurró al que tenía delante— dime la A.
—"La A" —le respondió susurrando.
—... Aquí el que hace chistes soy yo —se expresó.
—Los elementos se dividen en las categorías "naturales" y "malignos" —respondió Sebástian al escucharlo.
—Gracias, te mereces el cielo —le sonrió.
Luna, quien estaba respondiendo tranquila y fácilmente su prueba los vió y meneó su cabeza de lado a lado mostrando su descontento mientras continuaba contestando las preguntas.
Luna Mcgregor es esa chica que Sebástian podría definir como alguien recta y que aunque pueda molestarte busca lo mejor para tí incluso si se opone a lo que intentabas hacer. Su cara se asemejaba a un triángulo inverso, sus ojos eran café y su largo cabello se asemejaba a los rayos del sol, nariz puntiaguda y era bastante delgada, venía de Estados Unidos y su elemento era el agua.
—Oye Sun-Shin —susurró Sebástian chistando a la chica— ¿Cuál es la respuesta del primer verdadero o falso?
—Es falso —respondió por lo bajo.
Sun-Shin es esa joven que si bien no le gusta mucho hablar con otras personas que no conoce, Sebástian notó que daría todo por sus amigos. Su cara era redonda y en sus mejillas se dejaban ver unas pocas pecas, su estatura apenas supera la de Wyatt, su cabello era negro y corto con sus laterales hasta sus clavículas y un flequillo abierto al frente. Su elemento es el ácido, uno de sumo peligro por obvias razones y que solo puede lanzar chorros del mismo por el momento, y aunque aprendió a lanzar una variante no mortal ni riesgosa del mismo, Sebástian conocía que ella creía que aún le falta por aprender para demostrar que su elemento no la define como un elemental bueno o malo, enseñanza que este le había dado hace unos meses.