Capítulo 1.

Capítulo 1 - Arajere

Ambos reyes eran fuertes y cada uno tenía la ventaja de la estación en su sangre. Arahaku (Verano) y Araro'y (Invierno), estos reinos siendo opuestos no habían tenido diferencias en siglos hasta que llego ella. La joven asustada e impotente no podía mover ningún musculo de su cuerpo debido al hechizo de la Reina de Arapoty (primavera), eso no impedía que las enormes gotas cristalinas cayeran en cascadas por su rostro. Esos dos hombres a quienes les guardaba un profundo cariño estaban en un duelo a muerte por su culpa, ambos querían tenerla a ella y debido a tantos malos entendidos nunca pudo sincerarse y decir a quien de los dos en verdad amaba.

Kuarahy siempre sería el dueño de su corazón, quería gritarlo, necesitaba detenerlos. No podía ver a ninguno de los dos morir por su culpa.

Jasy, rey de Araro'y elevo su espada en forma horizontal dejándola justo en frente de sus ojos mientras susurraba un hechizo que hacía que aquella espada cada vez se congelara y brillara con intensidad, copos de nieve caían de ella y Kuarahy dio un paso atrás, preparando su espada con un hechizo, pero fue demasiado tarde. Jasy se movió tan rápido que su espada se blandió directo a su pecho, no fue un golpe letal pero si uno con el suficiente impacto para hacer caer al Rey de rodillas.

Yeruti abrió los ojos completamente pasmada ¿Jasy mataría a Kuarahy? No, no, no. Esa no era la persona que ella conoció en estos meses... era imposible. Jasy siempre fue alguien atento con ella... tal vez, si él hubiese aparecido primero en su vida, sería el dueño de su corazón pero no podía serlo porque aunque pensaba estar confundida entre ambos reyes sabía que fue una estúpida que nunca quiso ser sincera por la respuesta que podía llegar a herir a ambos.

Mainumby camino rumbo a los reyes, mientras el Rey de Ararokuégui (Otoño) hizo acto de presencia colocándose junto a ella. El Rey Amaru no parecía el mismo, esta guerra lo había cambiado, su gran amigo estaba viendo pelear a sus hermanos y no podía hacer nada más que observar.

Jasy victorioso camina frente al rey Kuarahy que tiene la cabeza gacha, con la punta de la espada alza la barbilla del Rey y ambos se miran intensamente con odio.

—Tus últimas palabras.

Kuarahy cerró los ojos, este sería su final. Todo esto se terminaría, esta no sería la historia donde el Héroe gana sino donde el villano hace de las suyas... derrotado giro el rostro donde su amada se encontraba tirada, verla de esa forma le partió el corazón. Los ojos mieles casi dorados del rey se encontraron con los ojos marrones color café de ella y susurro:

—Te amo.

Yeruti lo entendió, su alma se partió cuando vio que Jasy alzaba nuevamente su espada y explotó. La hechicera lanzó un grito tan desgarrador que todos voltearon a verla, ella brillaba mientras se levantaba y se dirigía hacia ambos reyes. Sentía su poder correr por sus venas, detendría a ambos, los salvaría como debió hacerlo desde un principio.

Jasy ensimismado baja la guardia, Kuarahy aprovechó ese momento al susurrar un hechizo a su espada. Apenas lo concluyó, atrajo su espada a su mano y aunque estaba de rodillas logro hundirla en el estomago de Jasy.

Jeruti detuvo el paso, en ese momento toda magia que sentía desapareció al ver caer al rey Jasy, sus piernas temblaron pero no cayó al suelo. Al contrario, fue corriendo directo a Kuarahy quien también cayó al lado de Jasy.

—No, no, no —Cayo en llanto, se arrodillo frente a ambos reyes quienes estaban muriendo.

—Solo puedes salvar a uno —La voz de Amaru no la hizo voltear—. Lo sabes ¿Verdad? Es el momento de que hagas tu elección.

Ella cerró los ojos, tenía la respuesta. Siempre la tuvo.

Comenzó a susurrar el hechizo mientras tenia ambas manos entrelazadas, el cuerpo de Kuarahy comenzó a brillar y sus heridas comenzaban a cicatrizar. Jasy ,quien estaba a su lado rió amargamente mientras la sangre salía de su boca a borbotones.

Debía haberlo sabido, él no era el Rey de esta historia, nunca lo sería...

Así fue como el Reino de Araro'y perdió a su rey...

—¡Vaya libro de mierda! —Lo estampo tan fuerte contra la pared que escucho a mi hermano pegar un chillido al otro lado.

—¡Lunática!

—¡Cállate si no quieres que ese maldito libro termine en tu maldito rostro! —Grito. A regaña dientes me levanto para agarrar nuevamente el libro, salteó las páginas llegando a las últimas y comienzo a leer entre líneas. Yeruti termina casándose con el Rey Kuarahy—. No... ¡Me niego a que mi personaje favorito esté muerto! ¡Esto no puede estar pasando!

Busco desesperadamente alguna mención de Jasy al final pero ni siquiera lo nombran... cinco libros... cinco malditos libros en donde tuve que verlo sufrir por aquella estúpida de Yeruti. Jasy era el villano de una historia mal contada, en el libro 2.5 pudimos tener el punto de vista de mi personaje favorito, fue horrible ver todo lo que tuvo que pasar y siguió pasando, como se encerró en sí mismo siendo incapaz de confiar en alguien más. Y por si fuera poco cada intento que tenía con la protagonista era opacado por el personaje principal... me niego, me niego rotundamente a que este sea el final.

Enojada corro hasta mi escritorio, empujo mi silla y me siento, enciendo mi laptop mientras me muerdo las uñas

—¡La voy a matar a ella! —El libro termina estampado contra la pared nuevamente—, ¡Él iba a renunciar a todo por ti maldita estúpida!

Me niego a creer que esté muerto, un personaje que mostró una gran evolución... mejor dicho la mejor evolución entre todos los personajes... no podía estar muerto. Si soy sincera sabía que él no terminaría con Yeruti por el simple hecho de que conoció primero a Kuarahy, veía el típico cliché en donde no habría un cambio abrupto en el protagonista pero jamás de los jamases pensé que terminaría muriendo, seguí todos los libros solamente por el hecho de que quería ver cuál sería su final... pero esto no tiene sentido.