Permíteme cambiar el final de la historia.

Capítulo 6.

Escribir con tinta es mucho más difícil de lo que pensé, esta es la cuarta hoja que estoy manchando así que me doy por vencida. Aunque este mundo no sea real, el utilizar una cantidad absurda de papel me parece un abuso hacia la naturaleza. Lo mejor que puedo hacer es solo pensarlo en mi cabeza, me levanto del tocador cayendo directo a la cama.

Solo debo contarle todo lo que había escrito la noche anterior, no debo forzarme tanto. Aunque le ponga todo el empeño del mundo, que el Rey Jasy me crea es prácticamente imposible. Si llega a hacerlo lo hará solo por el anuncio sobre la coronación y pensándolo bien eso ni siquiera me asegura nada. Puedo ser una infiltrada que tenía información de antemano para engañar al Rey.

Suspiro pesadamente, estoy prácticamente muerta.

El día transcurre lento, lo cual logra consumirme debido a mi ansiedad. Si algún hecho cambia en la historia... si no se habla de la sucesión... Estaré muerta. Pensamientos intrusivos amenazan con carcomerme viva. Agradezco que Lorena siga creyendo que soy una invitada, me trajo unas galletas de vainilla que estuvieron deliciosas.

—Entonces ese reino de dónde vienes queda muy lejos —Comenta pensativa.

Asiento con la cabeza, bebo el último sorbo de agua y dejó el vaso sobre la mesa.

—Sí, solo se puede llegar con magia.

—Entonces debe ser una maga muy poderosa —Comenta ella con brillo en los ojos.

Una risa incomoda se escapa de mis labios giro mi cabeza en dirección contraria a ella avergonzada.

—Yo no diría lo mismo —Susurro.

Un golpe en la puerta nos pone a ambas de pie. La puerta se abre dando lugar a un guardia.

—El rey Jasy se aproxima.

Trago saliva, ya es tarde por lo que el anuncio ya debió ser dicho. Me agarro del brazo de Lorena con pánico.

—No me dejes sola.

Ella con nerviosismo intenta deshacerse de mi agarre pero no se lo permito y me agarro con más fuerza. Ambas nos detenemos del jaloneo cuando sentimos la presencia del Rey. Lorena aprovecha el momento para soltarse de mi agarre.

—Déjennos solos.

Lorena prácticamente huye de la escena detrás de los guardias. Bueno, no puedo pedir mucho de su parte porque solo soy una chica que acaba de llegar ayer... al menos puedo perdonarla por esto gracias a esas galletas.

Sacudiendo la cabeza me concentro en el hombre que tengo en frente. Su presencia es impotente, no lleva la misma ropa que tenía por la mañana. Me da un poco de pánico que el traje que lleve ahora es uno en donde sus armas son visibles. Parece que puede ir a una guerra con toda esa carga, esta mañana su ropa lucia más cómoda.

Hago una pequeña reverencia como saludo.

—La próxima coronación fue anunciada.

Levanto la vista rápido. Él se va acercando pero no retrocedo, debo mantenerme firme frente a él.

—Eso significa que por fin me cree ¿No?

El último paso que da lo deja frente mío, un paso más y hasta podría llegar a chocar su cuerpo contra el mío. Tanta cercanía es embriagadora... no, este no es el momento para deleitarnos con su presencia.

—No. No confío en usted pero como dije no voy a matarla. Soy un rey de palabra.

—Me conformo con que no me mate por el momento.

— La coronación tomará parte en un mes.

Asiento. Entonces las cosas están fluyendo como en el libro, le hago una seña para que se acomode en uno de los sillones mientras yo hago lo mismo. Si los sucesos no cambian ¿Cómo podré hacer que cambien?

En un mes será la coronación, Kuarahy y Yeruti se conocerán dando comienzo al libro y al triangulo amoroso que los llevará a la ruina.

—Admito que debe ser difícil de creer todo lo que estoy diciendo —Comienzo a hablar—, pero no miento. Le juro que vine hasta aquí para ayudarlo.

Sus ojos se cruzan con los míos, aunque estoy nerviosa no aparto la mirada se que puede leer las mentiras así que como no tengo nada que ocultar la mantengo. Luego de unos segundos con un suspiro asiente.

—Comience por contarme todo lo que pasará en un futuro.

Trago saliva y comienzo a narrarle el libro. Como sé que no debo mentir hablo de Yeruti solo como la llave para derrotar al próximo Rey, evito decir algo sobre un romance que lleva a la destrucción.

Más bien me concentro en solo contarle el plan que tiene el príncipe heredero.

—Planea traer de vuelta a los harúva —Jasy se sienta recto en su lugar observándome con detalle—. Su objetivo es controlarlos y así conquistar los demás reinos.

—Es imposible —Dice con una mano rascándose la barbilla—. Nos encargamos de exterminar a todos hace décadas.

Niego con la cabeza, eso es lo que los Reyes de las estaciones pensaron.

—No. Según él libro el Rey de esa época se encargo de encerrar a unos cuantos bajo el palacio.

Se levanta de su asiento desenvainando su espada. En estado alerta me levanto y lo detengo colocándome en su frente.

—Quítese de mi camino —Exclama tratando de no perder los nervios.

—¿Planea ir al Reino mortal?

—No puedo dejar que esos monstruos sean liberados ¿Cómo si quiera siguen con vida?

Sin pensarlo mucho pongo ambas manos en su pecho para frenarlo. Tal acto lo descoloca pero no se mueve así que suspirando niego con la cabeza.

—Para este entonces ya deben haber miles bajo tierra. Hay un mago que está vinculado a ellos, gracias a él los monstruos están encerrados bajo una barrera protectora.

Él se aleja caminando por la habitación de un lado a otro. Esta enojado... mejor dicho furioso.

—¿Cómo fue capaz de mantenerlos con vida? ¡¿Sabes cuántos de mis hombres murieron por culpa de esas criaturas?! Miles, miles murieron. Nos convocaron solo para terminar con ellos y al final los mismos mortales dejaron encerrados a esos monstruos.

—Lo sé, lo sé.

Lo sé mejor que nadie. Kuarahy fue el personaje principal pero la historia de Jasy me la sé de memoria.

Aunque parecía a primeras un Rey frío sin emociones solo era alguien que no podía expresar sus emociones fácilmente como los demás reyes. Algunos lectores bromeaban diciendo que era debido a ser el Rey de Araro'y, su corazón debía estar congelado... esos comentarios me eran estúpidos. En primera porque los reyes ni siquiera contaban con sus corazones y en segundo porque la personalidad de una persona podía ser fría pero eso no significaba que no poseyera ningún tipo de emoción.



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En el texto hay: magos, reyes, arajere

Editado: 27.05.2025

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