Pero Que Me Quedes Tu

CAPITULO 5

Necesitaba un abrazo, un abrazo que me llenara, que me hiciera sentir segura, cómoda y a gusto, que me inspirara seguridad y fuerzas para aplacar la tristeza y preocupación, esos abrazos que se siente el amor salir por los poros, que sientes que ese abrazo convierte todo alrededor de ti en cámara lenta, necesitaba un abrazo y lo obtuve de la persona que menos me imagine, que jamás en mi vida, ni en mi otra vida pensaba darme un abrazo con esa persona, y que hasta ahora, su pecho era un columpio y el sonido de su respiración era la brisa que me hacia elevar…

 

OYE, TU, DESPIERTA NIÑA Y A- TE- RRI- ZAAAAA ESMERALDA. (Y mi conciencia pasaría a ser la tijera que corta las cuerdas de mi columpio imaginario)

 

Rápidamente nos separamos al ver entrar al comisario, el cual estaba algo sorprendido de vernos asi.

 

_ Disculpen la interrupción chicos, Esmeralda, la esposa de tu tío viene en camino, te iras cuando llegue. Cerrando la puerta nuevamente.

 

ESTABA MUERTA, CON ESA BRUJA.

 

_ No puedo irme con esa bruja. Caminaba a todos lados al pensar el espectáculo que le armaría a mi tío.

 

_ No entiendo pero es tu tía, debería estar feliz que te vas. Tomando mi brazo y dándome la vuelta hacia el. Necesito que me digas porque metiste el arma en tu mochila. De un jalón me solté de su agarre.

 

_ No ce, locuras mías. No paraba de caminar de un lado a otro.

 

_ Pensaste que me metería en problemas si los oficiales veían el arma, asi que la metiste en tu mochila sin pesar que te culparían a ti.

 

_ Que estas insinuando. Me quede parada con los brazos cruzados mientras levantaba mis cejas.

 

_ Que tenias miedo que me metiera en problemas. Copiando la misma expresión que yo.

 

_ No seas imbesil, no tengo razones para salvarte el pellejo. Camino dos pasos largos hasta mi y se quedo mirando de cerca.

 

_ Dime una cosa, que piensas de mi al respecto. Solo lo mire a sus ojos de miel, y su atractivo físico, DIOS, su nariz afinada, sus labios vivos el cual mordía lentamente mientras se acercaba mas a mi, tanto, que su nariz estaba apuno de tocar la mia, trague fuertemente mientras mis pupilas se dilataban, de pronto…

 

_ ESMERALDA COX, vinieron por ti… era el comisario parado en la puerta, no escuche el sonido de la puerta al abrirse.

 

Camine hacia la puerta, mientras arreglaba la camiseta, estaba aun ruborizada, de pronto, levante la mirada y hay estaba, la víbora ponzoñosa, esperando para clavarme su veneno.

 

_ Espero que esto no se vuelva a repetir, me entendiste. Me tomo fuertemente por el brazo y trataba de sacarme a empujones de la comisaria. DESGRACIADA.

 

_ SUELTAME. Grite enfurecida, no tenia derecho que ponerme una mano encima.

 

_ Sabes una cosa Esmeralda, estas al borde de parar en un Orfanato, asi que no trates de defenderte porque te va a ir muy mal. Esta diabla me estaba insultando delante de todos.

 

NO TE DEJES ESMERALDA, NO TE DEJES

 

_ Sabes una cosa Cristina, me vale mierda tus amenazas, asi que DEJAME EN PAZ. Camine echa una furia hasta afuera de la comisaría, pero nuevamente me tomo por el brazo.

 

_ Crees que estas haciendo bien, llegando tarde a casa y con ropa de hombre Esmeralda, sabes una cosa, a mi también me vale tu vida, asi que vete con el primer mugriento que se te atraviese que por lo visto ya se te atravesó y déjanos la vida en paz.

_ Aquí la única que nos tiene que dejar la vida en paz eres tu, y sabes una cosa, creo que voy a imitar a mi tio Mateo, me voy a meter con lo mas mugriento, asi como el hizo contigo, pero ah el se le paso la mano.

 

Sentí como su mano se plasmaba en mi cara, y mi cara volteo bruscamente, eso me dio tanta rabia.. luego sentí que ah alguien detrás de mi, paso su brazo delante de mi y me aparto de tras de el, era Ulises.

 

_ El mugriento de quien usted habla, soy yo señora, y déjeme decirle que en su conjunto de marca no va a conseguir los modales que bastante le hacen falta, si tanto asco le da MI ROPA, entonces yo llevo a Esmeralda a su casa.

 

CHUPATE ESA BRUJA (Mi conciencia pegando brincos)

 

Me quede mirando a Ulises furioso, se notaba que apretaba bien fuerte la mandíbula.

 

_ Perfecto, ahora sale su defensor, sabes una cosa muchachito, tu no sabes quien soy yo… No había terminado de hablas a lo que el le respondió.

 

_ CRISTINA DE COX, se perfectamente quien es usted, a lo que usted no sabe quien soy yo. Ella se quedo mirándolo con una mirada retadora.

 

_ No me interesa quien seas TU. Me jalo por el brazo para apartarme de Ulises, pero este me tomo del otro brazo para impedir que me fuera con ella.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.