Luego de varios minutos de silencio en el auto, nos estacionamos en el departamento de su departamento, eso me deja más que sorprendida.
_ ¿Qué hacemos aca? Lo miro fijamente.
_ ¿No quieres estar aca?
_ No, no es eso, por supuesto que si, es solo que… (Suspiro) Noce todo es tan raro, y nadie dice nada.
Este baja del auto, lo que me hace seguirlo con la mirada hasta llegar y abrir mi puerta, extendiendo su mano hacia mí.
_ Ven, baja, todo estará bien. Lo miro y me alivia verlo sonreír.
Al llegar a su departamento, coloco mi abrigo en el sofá mientras observo como Ulises se recuesta en el sofá como si estuviera agotado, y a la ves preocupado, me acerco y tomo asiento a su lado, este se encuentra inclinado hacia atrás con sus ojos cerrados, me acerco y acaricio su cabello lo que hace que abra sus hermosos ojos y me mire con una sonrisa de lado.
_ Estas hermosa, mas que todos los dias. Eso me hace reír y ruborizarme.
Este se acerca mas a mi, y acaricia mi labio inferior con su pulgar, luego siento su mano posarse detrás de mi cuello para asi acariciarlo, haciéndome cerrar los ojos y suspirar, de pronto, abro mis ojos y lo miro tan cerca de mi, que puedo sentir su respiración acelerada, ambos nos miramos deseosos hasta impactar nuestros labios con ternura y pasión, el sentirlo, me dan ganas de meterme dentro de el, cada caricia, cada beso, como su lengua danza con la mia eleva el nivel un poco mas, como si su vida dependiera de ello Mientras su mano viaja por mi espalda hasta hacerme subir a su torso.
ME SIENTO… EXTRAÑA
Abro mis piernas encima de el, sin importar mi vestido, siento sus manos en mi cintura y el beso se hace mas intenso, mis manos van hacia su camisa desabotonándola rápidamente.
¿QUE DEMONIOS ESTOY HACIENDO?
Puedo sentir su piel suave, cada centímetro de sus pectorales al igual que el latir de su corazón. Pero lo mejor esta por venir al sentir sus suaves labios posarse en mi cuello, erizando cada centímetro de mi piel. Sus manos se desplazan por toda mi espalda desbrochando mi vestido, mientras las mías ascienden por su cuello hasta acariciar su cabello. MI CUERPO PIDE MAS.
De pronto, Ulises se detiene dejando de tocarme como si fuera a romperme en pedacitos, solo me mira mientras recupera la respiración.
_ ¿Sucede algo? Lo miro fijamente mientras trago un par de veces.
_ Nada, es solo que... (Acaricia mi cabello) Noce si estas lista para esto.
TRAGAME TIERRA Y ESCUPEME EN MI CAMA.
Entro en razón, asi que me levanto rápidamente de encima de el, para asi darme la vuelta y acomodar mi vestido.
_ ¿No vas a decir nada? Exclama levantándose detrás de mí.
_ No, no, creo que mejor… Estoy bien asi Ulises. Arreglo mi cabello detrás de mis orejas y poder mirarlo.
_ Esmeralda, mírame. Me toma por mi brazo haciéndome girar para asi abrazarme de frente, pegando su quijada con mi cabeza._ Solo quiero saber si estas lista para…
_ ¿Para estar contigo? Lo interrumpo provocando que me mire y asienta en afirmación. _ Soy virgen Ulises, asi que noce cuando estar lista, solo quiero que sea especial, que sea de corazón. Solo me mira y sonríe, para luego tomar mi rostro en sus manos.
_ No merezco ni un solo centímetro de tu cuerpo, y mucho menos tu virginidad, solo quiero que no te arrepientas el dia de mañana pensando que lo que hiciste fue una locura, pero óyeme una cosa si llegase a suceder conmigo, te juro por lo mas sagrado que no te voy a lastimar, por que te amo.
Quede totalmente impactada, solo disfrute de su suave y tierno beso, estaba mas que segura que seria con el.
Luego de pasar un rato lleno de besos, caricias, sin dejar de resaltar que aun soy virgen gracias al mejor hombre del mundo el cual se muere por hacerme el amor el dia en que yo lo decida, quizás cuando menos lo piense pero en su totalidad será con el. Una tarde increíble, llena de risas pero al igual de muchos ¿Por qué? Confiando en su sinceridad, y explicándome en la forma con va su vida con su padre, una tarde en el sofá, ya era hora de ir a casa, la dichosa fiesta nos espera, pero esta vez solo para mi.
LUEGO DE HORAS…
_ Esmeralda hasta cuando vas a estar encerrada por Dios, sal ya de esa habitación, recuerda que tienes invitados. Nani no se ah cansado de tocar la puerta.
_ Voy, enseguida bajo. Hecho un último vistazo en el espejo., para luego abrir la puerta, donde esta nani parada mirándome de arriba abajo.
_ ¿Qué? Pregunto.
_ Estas hermosa mi niña, mírate lo cambiada que te ves. Sonrió abrazándola fuertemente.