Saben alguna vez les ha pasado que se han preguntado. ¿Por qué estoy aquí? ¿Mi simple existencia le importara alguien? ¿Cómo seria si no existiera?...
¿No se lo han preguntado?. Pues yo si. Cada día a cada momento no logro dormir por las noches tan sólo en pensar en lo miserable que es mi vida. En lo vacía y oscura que es la soledad.
Saben, hay dos formas de sentirse solo, estar completamente solo sin nada alrededor solo tu y tus pensamientos, y también esta sentir que nadie te quiere acompañar. Esta última la he sentido toda mi vida y dejenme decirles que es una maldita mierda, esa sensación de rechazo completo por los demás, como si fueras diferente, como si fueras un monstruo.
Con el pasar del tiempo me fui acostumbrando a la soledad, ya no era tan malo, la soledad era cálida y segura. Todo eso me volvió alguien mas fuerte, en alguien diferente a los demás. Las emociones no me afectaban, no sentía ese dolor, ya ni siquiera podía sentir amor, llegue a pensar que no era humano. Pero claro, soy un humano tan imperfecto como cualquier otro, que trata de alcanzar cosas que nunca podrás tener, y eso me paso a mi trate de ser feliz y simplemente no lo logre, pero por un bello momento pensé que si... Pero no, la vida quita más de lo que da.
Y después de toda una vida de ser miserable y escapar de las emociones humanas todo se fue abajo cuando conocí la felicidad y se me fue arrebatada. Antes vivir sin felicidad era fácil porque no la conocía, pero ahora que conozco esa calidez esa dulzura, esa sensación de plenitud en la vida, ya no puedo vivir sin eso, sin eso vivos colores en mi panorama que habían sustituido toda esa tonalidad gris que es mi vida... Y así es, todo cambio cuando conocí el amor.
Pero eso es una historia para mas adelante. Tranquilos ya conocerán toda mi histeria pero regresemos en lo que estábamos.
Mi primer día de secundaria, el comienzo de todo esto.
Y ahí estaba, a las puertas del HIGH SCHOOL CLEVELAND no es una de las mejores escuelas secundarias en Oregon pero no me puedo quejar.
Camino entre los pasillos como si nada me importara. Puedo observar varios chicos y chicas caminando uno a lado de otro, platicando y riendo aparentando ser amigos de toda la vida. Mis ojos observan todo a mi alrededor, pero ninguna mirada recae en mi. Paso desapercibido por los pasillos casi como si fuera invisible, bueno ya estoy acostumbrado a eso.
Me dirijo así mi salón de clase logro llegar con un poco de dificultad pero finalmente estoy ahí. Entro y noto que la clase aun no empieza, busco un asiento sin llamar la atención y encuentro uno perfecto para mi en la parte de atrás. Me siento y suelto un gran suspiro, el maestro aun no llega, algunos hablan entre si otros están con sus auriculares, y yo trato de mantenerme cuerdo.
- Hola, eres nuevo aquí - me dice un chico que se encuentra a lado mio, no puedo evitar que me llame la atención su tono de piel, tan blanco como la nieve.
- Si, soy nuevo. ¿Qué hay de ti?-
- No soy nuevo, de hecho estoy repitiendo el año - me dice una manera desinteresada. Vaya parece que a este chico no le importa mucho esto del estudio.
- Vaya... Que mal por ti, debe ser horrible repetir el año en el mismo instituto - le digo tratando de aparentar que me importa.
- No esta tan mal, conozco a la gente de aquí, me tienen respeto, y tan solo reprobe porque los maestros son unos idiotas - parece que este chico tiene mucha confianza en si mismo, aunque no parece tan mala persona.
- Bueno, ojala y este sea un buen año para ambos - digo mirando a la nada.
En ese momento paso algo que me llamo mucho la atención. Una chica entro al salón, su belleza es cautivadora, penetrante a la vista, un cabello dorado que parece que se mueve con el viento. No puedo evitar suspirar y preguntarme ¿Cómo puede haber tanta belleza en una sola persona?... Por si se lo preguntan, ella no es la chica de mi historia de amor, pero dentro de poco la conocerán.
Esa chica entra y se siente en los puestos de adelante sin saludar a nadie lo que me hace pensar que también es nueva en este instituto. Pienso que tal vez debería hablarle, aunque tal vez eso seria mala idea.
El maestro llega, se ve algo agitado, un hombre de unos 30 años, quizás.
- Hola señores, es un placer poder estar aquí con ustedes, puedo ver algunos rostros conocidos y también otros nuevos, espero todos den su mejor esfuerzo en este año - se lo ve animado y con gran predisposición para enseñar.
Habla por un rato de quien sabe que, no soy muy bueno prestando atención. Las clases siguen todo normal. Platico con mi "amigo" piel de nieve que por cierto se llama Tyler. Me cuenta una que otra historia de su vida. Nada importante.
Finalmente la campana del descanso toca, todos salimos.
Me dirijo a las canchas de césped, varios chicos juegan yo tan solo me siento por las gradas y saco mis auriculares.
Coloco la reproducción aleatoria... Don't you forget about me.. Una buena canción, y es el tema de una de mis películas favoritas, el club de los 5. Quien sabe tal vez deba crear mi propio club de inadaptados, personas como yo que no encuentran un lugar en el mundo.
Observo a la nada, a mi alrededor, me dejo llevar por el ritmo de la canción.
En ese momento una chica con cabello degrade color lila se sienta a lado mio, lleva puestos unos auriculares como yo. No puedo evitar mirarla fijamente, tiene algo especial, no se lo que es.
Nuestras miradas se cruzan, se quita los audífonos y yo hago lo mismo.
- Hola, soy Amy - me dice con una voz tan dulce, con una calidez en su mirada que no logro evitar sonreír, ella logra sacarme la primera sonrisa verdadera del día tan solo con una mirada.
- Hola, soy James... Lindo cabello - le digo sonriente
¿ Será acaso éste el inicio de una historia de amor ?