¿Has escuchado que todo en exceso es malo?
Pues hasta cierto punto es verdadero, ya que existen excepciones según tus principios y en las situaciones donde coloques énfasis de ello.
"Amar es distinto de estar enamorado".
Muchos confunden esto.
"Puedes amar a dos personas, más no estar enamorado de ambas".
Amar tiene muchas etapas y muchas maneras, pero siempre existe una raíz para todo.
Amor hacia un padre, hijo, cónyuge, familiar o amigo, cada uno es distinto. Los puedes amar mucho a todos, pero nunca de igual forma, no es por que un sentimiento sea más grande que otro, si no por la diferencia en la que amas a cada quien conforme a el lazo que posea contigo.
¿Y por qué hablo de amor y no obsesión como debería de ser en estos párrafos?
Por que no puedes obsesionarte con algo si no te gusta y no lo amas. Sólo por gusto no te obsesionarás, necesita gustarte y amarlo para hacerlo.
Toda obsesión es mala, ya que el deseo compulsivo puede generar terribles consecuencias y efectos.
En lo material, esta totalmente unido a la capacidad y fuerza mental que posea alguien para controlar su deseo hacía objetos de valor.
En el caso humano, es de igual forma negativo. Para esto es necesario el respeto, la confianza y fidelidad para mantener el amor a raya y no crear esta causa de obsesión.
Puedes amar y enamorarte de alguien, más no obsesionarte con esa persona. Si lo haces, esta causará síndromes que pueden fragmentar dicho vínculo y crear codependencia a la persona.
Codicia
"La codicia es el deseo por más de algo que se te dio tan poco".
Este es un pecado capital y un socio sucio en cualquier negocio o relación, pues ya que codiciar de manera desmesurada algo ya obtenido o algo que no te pertenece, es totalmente una ventaja pasajera y una desgracia permanente, a lo que a mi respecta; algo patético en su totalidad.
Repito: "Tomar algo que no te pertenece o que te es prohibido, o desearlo sin un límite produnte; creará un gusto pasajero, pero una desgracia permanente".
Una vez leí que: "La perdición del hombre, sería la codicia por la riqueza ajena".
"El anhelo por lo ajeno, prohibido y escaso, es infortunio para un hombre honrado y de principios".
"Un hombre sin principios propios, no deja de ser una criatura de poco control mental".
" Un hombre sin principios, no tiene ningún valor por más que lo predique en voz alta".