¿pesadillas? O ¿realidad?

TERCER CAPÍTULO

Después de salir de la casa, el lobo se dirige al bosque, lleva el hocico manchado de sangre y enredado en sus colmillos un trozo de tela de una camisa, puede ser de uno de sus hermanos, sigue corriendo y en eso escucha música y risas a su derecha, se dirige hacia allá, levanta el hocico y comienza a olfatear el lugar y descubre que conoce los aromas que encuentra, le parecen familiares, entra sigilosamente al lugar por la puerta que se encuentra abierta, logrando pasar desapercibido, encuentra un olor familiar y se le lanza, lo ataca con sus garras lo despedaza y sigue avanzando por medio de la gente que encuentra, nadie se percata del terrible peligro que están corriendo, porque están todos ebrios y algunos drogados; el lobo se vuelve al reconocer otro olor y toma impulso para saltar sobre el chico, lo descuartiza con sus colmillos, con el grito de este y de quienes lo acompañan, se alborotan todos y comienzan a gritar y a correr en distintas direcciones para salvarse del lobo asesino.

- ¡coooorrrannn, todos! Un lobo, un lobo se entró – gritaban – llamen a la policía, a control de animales, corran – el lobo, al escuchar que lo habían descubierto, corre hacia la puerta, pero en eso percibe unos olores inconfundibles - ¡son sus amigos! Los identifica y se dirige hacia ellos, pero al notar al lobo gigante, ellos también comienzan a retroceder para correr y salvarse de ese animal infernal. En un momento dado, alguien le ha dado con una silla y el lobo voltea para saltar sobre él y lo empuja, estrellándolo contra la pared, pero al empujarlo, lo atraviesa con sus garras, matándolo instantáneamente.

- ¡salgan todos! – gritó Cristian un amigo de Fabián – pero el hombre lobo saltó sobre él y también lo mató. Todo se volvió un caos en esa fiesta, cuerpos mutilados, mucha sangre fue derramada, por un lobo misterioso, que no saben de dónde salió, casi todos los amigos de Fabián estaban muertos y muchos conocidos de la escuela también.

- ¡No, por favor! ¡ya basta! ¡detente! – escucha esa palabra, la última que gritó su padre – voltea a mirar quién la dijo y ve que es una chica peliroja - ¡detente! Sé que estás allí – dice ella mirándolo fijamente, sus ojos se detienen de su recorrido por el cuerpo del hombre lobo y reconoce restos del pantalón y en el bolsillo trasero se ve claramente un bordado que la señora Maribel le hacía a los bolsillos de los pantalones a sus hijos, es un dibujo en forma de enredaderas y encima la letra del primer nombre, se veía claramente la letra F, de Fabián. Solo lo había visto en esa familia, todos tenían bordado el bolsillo del lado derecho. Lo miró asombrada, ¡no puede ser! – se puso las manos en la boca tapándosela para no emitir ningún sonido, para no asustarlo. Retrocede con cuidado y tropieza con una puerta, se voltea y se da cuenta que es un baño, la abre con cuidado y entra, la cierra y suspira de alivio.

Ya calmada, Grace, se sienta en el inodoro y decide planear cómo enfrentar esta situación y ayudar a su amigo. Se sentía más tranquila, abre la puerta, se dirige hacia la sala de estar, en donde encuentra al hombre lobo, recostado sobre la alfombra, se veía más tranquilo, pero seguía gruñendo, mostrando sus dientes que seguían ensangrentados. Al sentir el aroma de la chica, gruñe más fuerte y ella se asusta mucho, pero trata de no demostrarlo, así que se acerca al lobo lentamente, se detiene como a dos metros donde se encuentra, aunque sigue asustada, no retrocede.

- ¿ya te sientes más calmado? – le pregunta, el lobo le gruñe mostrándole los dientes, intenta levantarse, pero no puede, ya que siente entumecidas sus patas, es cuando Grace aprovecha para acercarse más y le dice - ¿Qué fue lo que te pasó, mi querido Fabián? – el lobo, levanta su cabeza, como dando entender que estaba consciente – Fabián, quiero que vuelvas a ser tú, mira todo lo que ha pasado, aunque esto no debió pasar, no es tu culpa. Fabián, amigo, ¡por favor! Vuelve en ti – él la mira sin dejar de gruñirle – tranquilo, amigo dice Grace, pero el lobo no le hace caso, toma impulso y salta sobre ella haciéndola caer de espalda quedando encima de ella, acerca su cabeza para morderle el cuello, cuando siente que alguien lo toma desprevenido, son dos hombres que no reconoce, pero que logran someterlo.

- por favor, no lo lastimen – dice ella mientras se levanta del piso – no está consciente de lo que hace – los hombres lo amarran y lo arrastran para llevarlo hacia la calle donde los espera otro en un coche. En ese momento lleva un señor de cabello canoso corriendo

- suéltenlo, no se lo lleven – se acerca al lobo amarrado gritándole – hijo, despierta, ¡por favor! Abre los ojos – comienza a darle golpecitos con sus manos sobre sus mejillas – vamos, ¡despierta! Fabián - le grita.



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En el texto hay: misterio, terror, suspenso y duda

Editado: 27.10.2022

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