"Está bien, yo sólo digo que la fiesta está buena y tú andas quién sabe dónde", Chris rió del otro lado de la llamada.
Michael no pudo evitar sonreír levemente, reprimió una risa.
—Ah, sí, me muero por estar ahí —contestó sarcástico.
"¿Dónde fuiste todo el día?", su voz se escuchaba fuerte, alrededor se oían personas hablando, risas y música.
—Vine de excursión al bosque —respondió Michael esquivando la rama de un árbol.
Caminaba por el oscuro y silencioso bosque, de noche, buscando un lugar donde levantar su carpa y dormir.
Había una horrible señal, estaba oscuro, terriblemente frío y casi no veía con la linterna. Le sorprendía estar haciendo esa llamada.
"¿El bosque?", exclamó, "¿Sabes lo lejos que está de la ciudad?"
—Sabes que me encanta el bosque —rió y pudo escuchar un "¡Jesse, quítame esa mierda de la cara!" del otro lado de la línea, no pudo evitar reír de nuevo.
Era cierto, él amaba el bosque, siempre lo había amado. Cuando era niño pedía constantemente a su madre que fueran al bosque a acampar, había hecho que toda la familia fuera a acampar e incluso había ido de excursión con Chris algunas veces, si en serio eran mejores amigos debían ir a acampar juntos al menos una vez al año.
Siguió riendo de las tonterías que decía su amigo desde alguna tonta fiesta a la que solía ir hasta que algo lo hizo tropezar y caer al suelo, el celular voló de su mano pero, afortunadamente, no cayó lejos y aún podía verlo con la luz encendida, la linterna también había caído.
"¿Michael? ¿Michael?", escuchó del celular, la voz de Chris sonaba confundida, seguramente había escuchado el gemido que soltó su amigo al caer.
Se levantó del piso y fue por el celular, la llamada ya había finalizado y, definitivamente, no tenía nada de señal. Volvió a sacudirse la ropa y fue por la linterna.
Vio inmediatamente dónde había caído, quería saber qué hizo que tropezara. Había un bulto de tierra sobresaliendo junto a un árbol, algo debía estar mal enterrado. Siempre era interesante ir al bosque.
Siempre iba listo con su enorme mochila llena de cosas para su supervivencia, o eso decía él. Había algo para excavar dentro de ella.
Empezó a quitar la tierra, tenía que ser algo duro como para hacerlo caer. Enterrada había una caja pequeña, la examinó unos momentos y parecía vieja. Era de madera ennegrecida y metal, tenía un diseño antiguo. La abrió. Dentro no había mucho más que insectos y un libro se tapa dura y forrado de cuero negro.
Acababa de encontrar una aterradora caja con un aterrador libro en el bosque silencioso y nocturno, sentía ansias por saber qué era eso.
Empezó a hojearlo, también parecía ser un libro antiguo, no podía leerlo bien en ese momento. Estaba arrodillado en la tierra, junto al árbol, examinando el libro.
Quizás pasaría en eso unos minutos, no tenía prisa, era su primer descubrimiento interesante en el bosque. Pero no sabía que algo se acercaba.