Phantom heart

Cartas de amor y libros desordenados

Los primeros días en Georgia estuvieron muy tranquilos. A veces los espíritus solo necesitan que reces por ellos para poder irse en paz, a veces algo más específico como me paso con la profesora Landon. Estaba terminando la clase de historia del arte con el profesor Rogers cuando sentí ese familiar cosquilleo en la nuca. Pensé que Daniel estaba por aquí de nuevo, no lo había visto desde ese día en la cafetería pero si lo había sentido alrededor. Busque con la mirada sin parecer loca cuando divise una mujer en la esquina del escritorio del profesor. Ella era una mujer de unos 40 años, morena, muy bien vestida, parecía toda una profesora esperando que el profesor Rogers le diera el paso para seguir con la lección. Ella lo seguía con la mirada y cierta nostalgia. Entonces me vio e inclino su cabeza con elegancia saludándome y le sonreí disimuladamente. Siempre era bueno mostrarle a los espíritus que eras amigable. Cuando la clase termino busque excusas para rezagarme mientras todos salían y cuando por fin me quede sola le pregunte amablemente

_ soy Allegra ¿necesitas que haga algo por ti?_ 

ella sonríe

_ soy Jessica Landon ..._ susurra_ en la biblioteca, hay un libro de poemas, escondido detrás del cuarto tomo de la enciclopedia británica, ha estado escondido allí por los últimos 6 años, dentro de ese libro hay una carta dirigida a Brian_

_ El profesor Rogers _ digo y ella asiente.

_ yo estaba casada cuando nos conocimos, atrapada en un matrimonio sin amor y sin la suficiente valentía como para divorciarme por miedo a lo que dirían mi familia, mis amigos, mis colegas, tonterías que me importaban en ese momento. Conocí a Brian aquí dando clases de historia del arte comparando el arte moderno con el del sigo 18. Nos hicimos amigos y me enamore de él perdidamente. Y sé que él me quería también. Él y yo siempre compartíamos libros y comenzamos a dejarlos en lugares extraños de la biblioteca para que nadie más los tomara. Compartíamos poemas y pensamientos y subrayábamos párrafos para el otro... lo nuestro nunca fue físico pero platónicamente era el amor de mi vida. En esa carta iba a declararle mi amor por él. Que supiera que aunque no tuviera el valor de escapar de mi rutina mi corazón le pertenecería para siempre. Pero esa tarde después de dejar el libro resbale con mis tacones en las escaleras y me rompí el cuello y nunca llegue a decirle que el libro estaba allí, me gustaría que tuviera esa carta, no quiero irme sin que sepa que alguien lo amaba profundamente tal cual él era_ dice con tristeza y mis ojos se llenan de lagrimas

_ prometo que encontrare la manera de hacerle llegar el libro y la carta_ susurro y ella asiente

_ a él le gusta tomar su café y leer algo tranquilo en el área reservada para profesores cuando termina sus clases, quizás es el mejor momento para que se lo dejes a la vista_

_ Eso haré_

_ gracias_ dice y desaparece. 

Me seco las lágrimas y salgo directo a la biblioteca. Es enorme, tiene dos pisos pero gracias al sistema computarizado no me cuenta nada encontrar los viejos volúmenes en el segundo piso, en unas estanterías dedicadas a los libros antiguos. Busco el volumen y lo saco, es pesado y huele a polvo pero detrás lo veo, un pequeño libro de tapas duras blanco. Lo tomo y devuelvo el tomo su lugar, cuando lo abro encuentro la carta. Doblada primorosamente. No quiero leerla. No quiero romper la mística del momento. 

Me acerco a la sala reservada de profesores. El profesor Rogers está sentado leyendo un libro y tomando notas. Él se levanta dejando todo y va hacia la máquina de café, así que me escabullo entre los libreros y dejo el libro al lado del que está leyendo con la carta sobresaliendo y vuelvo por detrás del librero para observar. El vuelve con el café. Lo apoya cuidadosamente en un posavasos y nota el librito. Arruga su entrecejo y mira alrededor pero la oscuridad de los libreros no le permiten verme. Veo a la profesora Landon parada detrás de el y noto emoción en sus ojos transparente. El profesor toma la carta y la abre y cuando empieza a leer un sollozo brota de su garganta y tapa su boca. La profesora pone su fantasmal mano en su hombro y él llora un momento haciendo que mi corazón se contraiga de tristeza. Entonces toma la carta de nuevo y la profesora comienza a decir en voz alta

" querido Brian, amado Brian

No tengo el valor para decirte estas palabras frente a frente y quizás nunca tenga el valor de mirarte de nuevo después de decirlo. Llegaste a mi vida como un colega, te convertiste en mi amigo, mi confidente, mi compañero y en el amor de mi vida. Sé que lo nuestro nunca llegaría a ser físico pero el tenerte allí conmigo cada día le da luz a mi vida monótona y sin pasión. Tú eres mi razón para levantarme en las mañanas, tú eres mi motor para seguir adelante a pesar de mis miedos, cada roce de tu mano gentil hace latir mi corazón, cada sonrisa de tu boca sincera ilumina mi día, nuestros apasionados discursos sobre arte hacen mi sangre correr como si fuera una adolecente. Quiero que sepas, mi adorado Brian que te amo. Que me enamore de ti casi sin darme cuenta y ahora no concibo mi vida sin ti a mi lado y que quizás algún día tenga la valentía de liberarme de mis cadenas y correr a tu lado para ser feliz y darte más que mi corazón. Espero ver con ansias tu mirada sábia diciéndome que sientes lo mismo que yo siento. Espero tu mano tomar suavemente la mía como cada mañana haciéndome sentir que sigo viva... ojala pudieras verte de la manera en que yo te veo. Tan sabio, tan maravilloso, tan apasionado como mis ojos te miran.... Aunque no tenga el valor de decirlo mirando tus bellos ojos grises, mi amor esta aquí entre los dos y lo estará por siempre...



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En el texto hay: crimen, fantasmas, espiritus

Editado: 16.02.2018

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