Phishing

Capítulo 9: Salida

Es un infierno aquí, ha pasado tres días y aun no he encontrado formas para poder salir de este basurero social. Hemos estado sobreviviendo a varias riñas que se están dando adentro y hemos conseguido un par de enemigos.

La única forma que tenemos de salir es hacer una revuelta, pero la tenemos complicadas, hay muchos bandos en mini grupos así que la tenemos más complicada podemos trabajar un grupo por uno para poder conquistar poco a poco la cárcel, pero es difícil convencer a cinco pandillas que se odian entre ellos.

Aunque no me parece mala idea hacer una competencia de fuerza o mas bien peleas ilegales, suena tentador y podemos pedir ayuda.

—Chicos— digo mientras nos sentamos en la mesa.

—Tienes una idea— dice Zack.

Una gran idea.

—Haremos peleas clandestinas en vivo— digo.

—Estás loco— dice Max.

Es una locura, pero puede funcionar, esto nos puede traer de beneficios a todos nosotros y también para los reos. Tengo planeado hacer todo esto, antes las peleas clandestinas en las cárceles, pero nunca se apostaba por ello y hay buenos peleadores que nos pueden dejar dinero, no se si ponerle a la página el club de la pelea o mejor aún algo simbólico que pase desapercibido.

— Les parece este nombre “Plátano Café”— digo.

—Lo perdimos en la locura— dice Zack.

—Las iniciales de PC son de pelea callejera— digo.

—¡Ah! — dicen al mismo tiempo.

Decidimos expandir la voz de boca en boca entre los reos, sabemos que algunos delincuentes y repartidores de drogas anunciarán esto a sus jefes mayores en las calles y claro deberán pagar internet y los servicios, algunos con bajo nivel educativo tendrán que aprender a buscar en la red profunda, pero es un pequeño contratiempo.

En esas semanas decidí hablar con los jefes de los grupos, se dividen de la siguiente forma: los bagres, las crucetas, la mafia maya, los misiones y curadores algunos de ellos son las pandillas más peligrosas de la ciudad y otros son especialistas en drogas y tráfico de personas, pero lo mejor de todo es que podrán apostar por sus propios peleadores.

Hemos negociado con el alcaide nuestros términos y llegamos al acuerdo de los ingresos obtenidos el obtendrá el 35% y nosotros el 75%. Tendremos diferentes modalidades: uno contra uno el que aguante más en el ring será el ganador; muerte súbita, el primero en no morir gana. Así hay varias modalidades, pero por ahora dejaremos que se diviertan con lo que podemos ofrecer, los muchachos y yo establecemos la tarifa para cuotas y quizás se me ocurre una modalidad pelea tortura.

El ganador debe matar a su contrincante como lo establezca el público en línea, debe ser muy sádico, pero nos dará mucho dinero, el alcaide esta planeando la primera pelea con pandilleros logro darnos los servidores y computadoras en cuarto privado y protegido para no correr riesgos y claro ya tenemos las cámaras que podremos observar todo, dejamos pasar los días para construir la página y que las personas sepan cuando será la primera demostración,

—Podrían venir— dice el alcaide.

Nos acercamos a su oficina para escuchar una oferta.

—¿Qué les parece si les doy su libertad? — dice.

Eso me parece interesante.

—Disculpe— digo.

—Verdad me ha llamado y dicen que han cumplido su reto de hoy— dice el alcaide.

Estábamos planeando un boicot en la cárcel y me salen con estas mierdas.

—Lo supo en la red profunda— digo.

—Si, el me mando un correo y me pidió que los soltara, hablara con ustedes cuando lleguen a casa— dice.

Los guardias nos llevan a la oficina de registro para darnos nuestras cosas y poder salir con tranquilidad, verdad estaba detrás de eso, pero porque dejo que saliéramos.

—Eso estuvo raro— digo mientras tomo mis cosas.

—La libertad muchas veces es una metáfora— dice Zack.

—¿A qué te refieres? — dice Max.

—Cualquiera puede estar encerrado, pero si no sabes cómo salir de tu mente para lo único que estas condenado es a encerrarte en tu propia desgracia— explica Zack.

Nos reímos por un momento y nos vamos para tomar un taxi a casa, aun sigo pensando en que nuestra libertad fue muy fácil quizás la condena no la hemos pagado aún.

Al llegar a casa vemos que todo este en orden y no nos hayan robado por ahora encuentro mi computadora que es valiosa y lo mejor de todo es que podemos dominar nuestro sitio de peleas clandestinas desde casa y poder manejar los ingresos a cuentas ficticias en las Islas Caimán y lavarlo.




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