Capítulo 18: El último trabajo para bandido

Aun debemos planificar paso por paso nuestro golpe final, pero debemos completar el último trabajo a bandido que nos ha solicitado verlo en uno de sus antros, tiene su propia sala privada en donde nos hablara más a detalle de nuestro trabajo quizás sea el último que hagamos, pero por ahora solo debemos mantenernos sumisos y confiados. Él no sabe que será traicionado por nosotros de esto depende nuestra vida y lo más importante que la policía no se entere de lo que hagamos.

Yinx decidió ayudarnos en nuestras labores así que la dejamos en casa para salvaguardar nuestros preciosos tesoros, ya sabe ha que nos dedicamos y no le parece mal eso me encanta de esta mujer. No le tiene miedo ha nuestro trabajo y mejor aún a pesar de que soy un criminal aun sigue gustándole y ella a mí. No hemos tenido nuestra sesión de sexo aún, pero espero pronto tenerla para que por fin formalicemos como criminales.

Encontramos la disco que parece estar algo alejada de la civilización, bueno es una bodega que esta muy bien arreglada, encontramos todo tipo de drogas y figuras de la política y fama. Las chicas se bañan en vodka como si fuera agua pura, quizás estemos metidos con gente de muy alto rango, la elite de la elite del país.

Cuando llegamos uno de los guardias nos abre una puerta secreta en donde aún sigue la fiesta y más intensa, solo que un poco multicultural, parece que son prostitutas de diferentes partes del mundo. Es como si estuviéramos invitados a un pequeño rincón de cada parte del mundo.

Llegamos a la sala principal en donde hay varios miembros de traje, algunos con rasgos poco comunes, quizás europeos y algunos con rasgos asiáticos.

—¿Cómo están chicos? — dice bandido mientras nos sentamos.

Nos llevan una variedad de opciones en el mercado del alcohol, algunos tragos que cuestan unos $50 a $500, supongo que esto no será algo de solo robar y ya.

—Las personas que estamos presentes queremos ofrecerles el trabajo de sus vidas— dice bandido.

Me muestra una pantalla con la imagen del Banco Nacional. Esto no me huele bien.

—Necesitamos que hurten algo para nosotros— dice bandido.

—Dinero— digo.

El simplemente se ríe.

—No. La bodega está protegida con lo más alto en tecnología de seguridad y lo que necesito es una caja con un lingote de oro— dice.

Supongo que no es un simple lingote de oro porque sería tonto que fuera simplemente uno cuando deberías de tener más.

—Quieren el contenido del lingote— digo.

—Si— dice bandido.

—¿Algo más? — digo.

—Solamente eso y que pueden robar el banco si lo desean, lo que me parece importante por ahora es recuperar ese objeto preciado, mis amigos y yo les pagaremos cuando logren el trabajo, para mientras pidan lo que quieran— dice bandido.

Salimos para disfrutar la fiesta pero mis amigos y yo nos quedamos viendo y decidimos mejor irnos. Nos subimos al carro y el silencio incomodo se nota por eso paso ha comer una hamburguesa con papas y una soda grande porque siento que la ansiedad me comerá vivo.

—Chicos— digo mientras tomo un sorbo de gaseosa.

—Estamos en la mierda— dice Zack.

—Robar el banco nacional— dice Max.

Se que suena una locura, pero es imposible, solo debemos buscar las personas claves y algo que nos pueda ayudar. La seguridad debe ser mínima en algún momento del día, en la noche es cuando más lo puede custodiar por guardias y cámaras de seguridad.

—Analizo por todos lados y es una cagada esto— digo.

Los chichos y yo decidimos seguir comiendo cuando Yinx nos toma por sorpresa y decide darnos un aire de inspiración mientras se come una hamburguesa con doble queso.

—Pasa algo— dice Yinx.

—Nos hemos metido en un problemón— digo.

—¿Qué les dijeron? —

—Robar un lingote con información — digo.

—Háganlo—

—Claro, debemos entrar al banco nacional— digo sarcástico.

—Vaya— dice.

En ese momento saca su tableta y comienza a investigar, yo simplemente hundo mis papas en kétchup y sigo pensando en que hacer. Estábamos planeando tranquilamente el pequeño golpe de traición a nuestros supuestos aliados y ahora debemos robar uno de los lugares más seguros del país.

—Toma— dice Yinx mientras me da su tableta.