Capítulo 1

###

El suicidio, la salida a todos tus problemas.
 

Muchísimas personas me han catalogado como la niña mimada que tiene depresión por falta de atención. ¿Cómo se atreven a juzgarme sin tan siquiera conocer las razones detrás de todo esto? Son cosas que probablemente nunca llegare a comprender. Miro a mi alrededor y lo que parece ser mortal para mi, a todos resulta parecerles normal y lógico.
 

¿Por qué yo? Es la pregunta que siempre debate en mi cabeza. 
 

Un día como cualquier otro, en clase de música. Todos sumergidos en sus cosas ya que a nadie parece importarle la clase del Sr. Drik, jóvenes hormonales a mi alrededor con la palabra sexo plasmada en su frente. No suelo hablar con nadie, además de mi madre y los profesores siempre y cuando sea necesario. En especial me gusta mucho la clase del Sr. Drik, la música siempre me ha parecido muy sobrevalorada y quizás no me gusta creer que a través de ella puedes sentir sentimientos, pero fuera de ello me sorprende la forma en que puedes interpretar su significado ya que para todos siempre va a ser distinto.
 

En silencio pienso lo que voy a hacer, los antidepresivos ahora ya no son suficientes para calmar mi estado, los calmantes ya no me mantienen en calma y por si fuera poco el ruido que hay acá es insoportable y si lo estás pensando,  ya me lo han dicho: me quejo de todo ya me lo han dicho.
 

Espero poder aguantar un poco más para que termine la clase pero el salón se comienza a reducir mucho y de pronto me falta el aire, no puedo entrar en crisis no ahora, todos me verán raro y solo generare mas lástima. Mi respiración comienza a acelerarse cerrando cualquier posibilidad de controlarla, los murmullos a mi alrededor solo empeoran la situación en la que me encuentro el profesor ha salido de la clase, pronto voy a dejar de respirar, no puedo continuar pasar esto sola es lo peor que puede ocurrirme, no tengo a nadie. Salgo de la clase y busco aire pero en cambio solo me estoy hiperventilando, la sensibilidad en mi cuerpo se está perdiendo, mis piernas flanquean, me voy a desmayar. ¡Por favor, no! El hormigueo que siento se extiende a mis manos haciendo que tiemble de miedo. Estoy sola, todos se van a burlar. Por favor, no.  Ya no contengo las lágrimas, ya no contengo el grito que sale de mi cuerpo pidiendo ayuda. 
 

—¡Ayuda!
 

Nadie me ha prestado atención, todo esto es una pérdida tiempo. Llevo las manos a mi boca y a mi nariz impidiendo respirar intento mantener el pensamiento de que todo está bien pero no es así. No puedo hacerlo, me dejo caer. 
 

###

No se cuanto ha pasado, estoy sola, como siempre no me sorprende, estoy en la enfermería del instituto. No, no, no. No de nuevo, ¿Por qué siempre termino aquí?

Llegue a este sitio hace un poco más de un año y desde entonces pasó la mayor parte del tiempo aquí, sea por mis problemas o por las burlas de los demás que a veces pueden ser muy extremas.

Lo bueno de esto es que después de hoy ya no voy a sentir más dolor, ya nunca más voy a estar sola, estoy ansiosa, tengo miedo, pero también me lleno de paz. Se que al menos lo intente y me voy a ir con ese pensamiento. El tiempo mío está llegando a su final, doy gracias infinitas a mi madre y a mi perrito Bol por estar siempre conmigo, a pesar de todo no siempre ha sido tan malo, no puedo. Las sensaciones que atesora mi cuerpo son dolorosas, “El dolor es la fuente de la vida” me han dicho pero la verdad yo pienso que también le pone fin a la misma.
 

No se cuanto a pasado, solo se que el momento ha llegado, hora de poner punto y final a mi cuento. Quisiera dejar una nota de despedida pero se que sería agridulce para mi madre, quisiera hacerlo en otro lugar pero probablemente aquí nadie me note… 
Las clases han terminado y yo me quedo adentro, como si alguien fuera a notarlo. Me fijo que todo esté vacío, cuando compruebo que así es me dirijo al salón de música camino gradas arriba un paso atrás del otro, cada ves más rápido, intento continuar mis ojos viajan a una puerta media abierta e instantáneamente continuo mi camino, ahora voy corriendo, y para cuando llego mi respiración ya esta agitada pero no me detengo. El salón de música está en el tercer y último piso y a su derecha hay un balcón, ese es mi destino. 
 

Entro al salón de música y saco la guitarra, tocando una melodía triste, de una canción que por ahí escuché alguna vez, tengo una sonrisa en mi rostro ya que se, esto es lo mejor que puedo hacer. Quiero despedirme del mundo haciendo lo que me gusta, aunque nadie me escuche. 

Con la guitarra en manos salgo hacía el balcón, miro hacia abajo y una lagrima recorre por sobre mi mejilla, el hecho de ver cuántas veces sufrí a causa de los demás, de cuantas veces estuve sola sentada en la esquina esperando agradarle a alguien… Nunca pasó.
 

La soledad algunas veces puede ser tu mejor amigo, pero otras tantas es quien termina de destruirte.
 

Mi cuerpo tiembla, siento la necesidad de apresurar las cosas.
 

Retroceso un puco y luego me impulsó a cruzar la baranda que impide que los estudiantes corran peligro. Una ves ahí, no puedo contenerme las lágrimas, empapando el dobladillo de mi camiseta.
 

De pronto comienzo a escuchar una canción a lo lejos suena como lo que utilizo escuchar, una de League of Legends, Phoenix, ¿alguna vez la han escuchado
 

So are you gonna die today or make  it  out alive? 

El ruido de la canción está cada ves más cerca, tengo que apresurarme, el instrumental de la canción me da valentía y para cuando comienza a sonar de nuevo la letra ya hay alguien cerca de mí.

Se aclara la garganta y yo trago seco.—«¿A si que hoy morirás o saldrás vivo?»—Citó la canción y yo voltee mi cabeza hacia su dirección, pareció notar mis ojos llorosos y a pasos lentos intento acercarse a mi.