Capítulo 8

Al día siguiente la oji-verde se había despertado con un gran dolor de cabeza debido a los acontecimientos del día anterior, todo le daba vueltas así que se levantó con sumo cuidado para dirigirse al baño y devolver todo el alcohol ingerido. Después de haber hecho sus necesidades y prometer no volver a tomar por un gran tiempo se dedicó a recordar lo que había pasado la noche anterior; rápidamente recordó todo, era como si todos los recuerdos la golpearan, nuevamente sus ojos se llenaron de lágrimas, la angustia, el terror, muchas cosas invadieron su corazón pero luego recordó quien la salvo y sintió un pequeño alivio dentro de su ser. Aquella misteriosa chica que la salvo, la que hizo todo lo posible para que estuviera a salvo, la que arriesgo su vida por ella una total desconocida; se sentía afortunada de tenerla como su salvadora. De un momento a otro un recuerdo invadió su mente, ella había besado a la enmascarada, había besado a una desconocía y más había besado a una mujer, ella ni en sus más locos sueños había besado a una mujer ni si quiera en sus anteriores fiestas. El miedo la invadió al momento; se había dado cuenta de que le había gustado mucho ese beso, de que cada segundo, cada instante lo había disfrutado y eso le aterraba.

Reviso su celular y casi escupió lo que estaba bebiendo; eran un cuarto para las dos y ella junto a su amiga tenían que estar a las dos en las casas de sus compañeros. Rápidamente subió la escaleras vistiéndose mientras trataba de despertar a Normani -lo cual era casi imposible- así que decidió ir al baño y llenar un vaso de agua seguido se lo lanzo directamente en la cara.

— ¡Lauren que demonios te pasa! — Grito la morena mientras se levantaba alterada.

— ¿Qué pasa? Lo que pasa es que vamos demasiado tarde para la reunión— explico mientras le pasaba ropa a su amiga—. Apresúrate es en serio, date una ducha rápida y nos vamos.

Lauren no volvió a hablar y se apresuró a colocarse los pantalones, no quería perder mucho tiempo así que escogió lo primero que vio. Después de apresurar aún más a su amiga fueron lo más rápido posible hacia la dirección que les habían dado, cuando llegaron estaban en frente de unos edificios así que ambas bajaron del auto y se dirigieron hacia la entrada pero antes de poner un pie en los edificios un guardia las detuvo.

—Disculpen señoritas pero ¿quiénes son? —Pregunto un hombre mayor.

—Somos Lauren Jáuregui y Normani Kordei — dijo un poco irritada ya que ambas estaban demasiado retrasadas.

Aquel hombre se impresiono al escuchar ambos apellidos y no era para menos, todos conocían la gran empresa automotriz que poseían los Jáuregui, además de la gran diseñadora de modas que era la madre de Normani. Apresuradamente aquel hombre empezó a ojear entre sus papeles, la oji-verde estaba perdiendo la paciencia incluyendo el dolor de cabeza que poseía era una muy mala combinación, el hombre al parecer encontró algo y rápidamente levanto la mirada.

—Están en la lista de invitados— dijo el hombre mientras sonreía educada mente—. La señorita Kordei ira al bloque A apartamento 23 y usted señorita Jáuregui ira al bloque B apartamento 24.

— ¿Por casualidad no paso una chica de baja estatura, más o menos uno cincuenta; su nombre es Allyson Brooke Hernández? — Pregunto la morena mientras miraba al guardia.

—No se me es permitido dar esa información— dijo mientras las miraba, al instante ambas hicieron pucheros para poder convencer al guardia—, pero creo que puedo hacer una excepción— dijo mientras volvía a ojear los papeles—. Si Allyson Brooke Hernández, bloque C apartamento 25.

Satisfecha con la información obtenida la oji-verde se despidió de su mejor amiga yendo directamente hacia el edificio indicado. Aún tenía su cabeza martillando a cada paso que daba, con tanta prisa ella había olvidado tomar un buen café junto una aspirina, se lamentaba también por no poder haber ingerido ningún alimento, su estómago rugía del hambre que poseía. Apresuro su paso al ver el número del apartamento de Dan en el último pasillo; al estar en frente de este toco el timbre, espero unos minutos y la puerta se abrió mostrando a la chica de sus pesadillas colocándose una sudadera algo desgastada color vino tinto. Lauren sin esperar ninguna invitación entro al departamento dejando su bolso en el sillón que se encontraba en el pequeño living que tenía el departamento.

—Buenas tardes para ti también, me encuentro bien gracias por preguntar— dijo en tono burlón mientras sonreía.

—No estoy para tus bromitas hoy, solo quiero hacer el trabajo— dijo mientras frotaba sus sienes en busca de calmar la gran migraña que tenía—. Vamos a comenzar ya.

—Pero que humor Jáuregui— dijo mientras desaparecía a través del pasillo.

Lauren ya tenía suficiente con tener un hambre bestial acompañado de una migraña que al parecer iba en aumento, no tenía por qué estar aguantado las mofas de la más alta y más cuando se prometieron tener una tregua, no creía soportar mucho si ella seguía con esa actitud, lo más probable es que ella terminaría insultando y peleando nuevamente antes de que terminaran su trabajo o por no menos adelantarlo. Sintió nuevamente los pasos de la más alta acercarse y tomo una gran respiro para aguantar el gran reto que se avecinaba.

—Tengo varias ideas para este proyecto— dijo mientras se sentaba y observaba detenidamente a la oji-verde. Lauren se removió incomoda al sentir la intensa mirada de su compañera, pero aun así no menciono ninguna palabra. —Pero antes de empezar quiero que te tomes esta pastilla— dijo mientras le mostraba la cápsula—. ¿Ya comiste?

— ¿A qué viene todo esto? —Preguntó la oji-verde un tanto confundía y a la vez irritada.

—Te frotaste la sienes en cuanto hice mi broma; eso quiere decir que tienes una fuerte migraña, lo cual deduzco fue provocada por la bebida — Lauren solo abrió los ojos como platos al ver todos lo que había descubierto sólo con ver su lenguaje corporal—. Y al juzgar por tu silencio veo que lo que estoy diciendo es totalmente cierto.