Capítulo 10

Lauren veía como Dan se le acercaba a paso lento, causando que todo su ser se estremeciera por completo, estaba nerviosa a cada paso que daba, sus piernas temblaban, sus manos sudaban. Se sentía como si se fuera a desmayar, todos sus sentidos estaban bloqueados, en ese momento solo podía ver a la castaña alta acercarse y cuando a solo centímetros de su cara sus ojos se fijaron en la mejilla lastimada, casi por inercia coloco una de sus manos en la zona afectada dando leves caricias, vio como suspiraba ante su toque y sonrió al notar el efecto que causaba en ella , pero en cuestión de segundos se le borro al ver que su compañera cerraba el escaso espacio que había entre ellas, por instinto cerro sus ojos esperando aquel ansiado beso, pero se sorprendió al sentir el aliento cálido en su oreja y esta vez fue ella quien suspiro al sentir eso.

— ¿Por qué no me detienes? — pregunto en un susurro haciendo que la oji-verde se le pusiera la piel de gallina, coloco sus manos a cada lado impidiendo que escapara—, ¿por qué no me alejas?, ¿por qué cada vez que estamos en estas situaciones no haces nada?

—N-No l-lo sé — dijo con dificultad aun sin abrir los ojos—. R-Realmente no lo sé.

— ¿Y qué si sabes? Porque me tienes confundida Jáuregui— dijo mientras se separaba de ella para mirarla sin quitar sus brazos—. Nosotras no deberíamos estar así, yo no debería causar ningún efecto en ti y tú no deberías causar ningún efecto en mí.

— ¿Crees que yo sé la respuesta a eso? Tú no eres la única confundida aquí— soltó la oji-verde abriendo bruscamente los ojos. Estaba un poco sorprendida por la confesión de la castaña pero aún más por lo que había notado. Rápidamente volteo su rostro al sentirse intimidada por la intensa mirada de su compañera—, estoy realmente confundida, ¡tú me tienes confundida!

Lauren volvió a ver a la chica quien la aprisionaba con sus brazos, pero al verla noto que desviaba la mirada, la notaba un poco tensa pero de igual manera la seguía teniendo entre sus brazos. La oji-verde se sintió un poco culpable al decir aquellas palabras, realmente ella no tenía la culpa de que su mente fuera un completo lio, era un complemento sí, pero eso no significaba que era la culpable de todo.

Es más fácil para la oji-verde culpar a los demás de sus problemas en vez de enfrentarlos, todas las personas lamentablemente eran así ¿y por qué ella no?, cree que todas sus dudas, todos sus problemas y cualquier situación se resolvería por si solo o en su defecto culpando a los demás, es triste que no vea más haya, que solo se centre en ella misma; si tan solo dejara de ser tan cerrada y permitiera entrar a alguien tal vez esa sería la ayuda que necesitaba, tal vez por fin se le quitaría la venda que le impide ver la realidad.

Lauren volvió a la realidad cuando sintió un pequeño golpe en la pared, que la obligo a mirar nuevamente a su compañera, noto como su mandíbula estaba tensa, su ceño fruncido la hacía temblar, comenzó a sentir miedo al ver que la chica no hacía nada más que mirarla fijamente, detallándola como si esperara algún movimiento en falso, como si la oji-verde fuera una presa y ella su depredadora.

— ¿Qué quieres que haga Jáuregui? — dijo por fin tras unos largos minutos de silencio, los cuales tenían muy nerviosa a la oji-verde—. Sinceramente cada vez que intento alejarme de ti me acerco más, cada vez que intento hacer que me odies, pareciese que te agradara más. Dime por el amor del cielo que tengo que hacer para desaparecer de tú vida, porque yo ya no sé qué hacer.

— ¿Por qué quieres desaparecer de mi vida? — dijo la oji-verde mirando muy sorprendida a su compañera—, pues aunque esto suene muy raro, quiero que te quede claro: Yo no quiero que salgas de mi vida.

Era la primera vez que admitía algo, tal vez fue obligada por el miedo de perder a Dan, tal vez si la necesitaba después de todo. ¿Cómo querer que se vaya si prácticamente le ha salvado la vida? No entendía muy bien por qué querría ella sacarla de su vida si todo lo que ella veía era como la consolaba, como la escuchaba, como la salvaba de su novio, como hacía lo posible por su bienestar, ¿por qué querría que desaparezca cuando ha hecho tanto por ella? Sí tal vez las bromas, su soberbia, su aparente sabiduría y su sarcasmo la hacían sacar de quicio pero eso no quitaba todo lo que había hecho por ella, eso no quitaba el aprecio que sentía.

— ¿Por qué? — dijo la castaña tras otro largo silencio, sonando como si tuviera un nudo en la garganta, obviamente la oji-verde lo noto de inmediato.

— ¿Y aun lo preguntas? Realmente si querías que te odiara no debiste salvarme de mi ex-novio, tal vez no debiste consolarme tantas veces, tal vez no debiste preocuparte por mí— dijo la oji-verde tomando valor y nuevamente colocando la mano en la mejilla de la castaña, quien al notar el tacto se inclinó hacia su palma—. Ahora vez, no puedo desear que salgas de mi vida.

— ¿Realmente no lo notaste? — Pregunto mientras bajaba un de sus brazos para tomar la cintura de la oji-verde, quien se sorprendió por la acción y la pregunta.

— ¿De qué hablas? — dijo mientras trataba de no sonreír al sentir la leve caricia en su cintura.

— ¿Por qué crees qué cada vez que hacía una buena acción contigo, la cagaba diciendo cualquier burrada? — pregunto mientras sonreía ampliamente, causando que la oji-verde frunciera el ceño al recordar, para luego abrir su boca sorprendida al darse cuenta de todo—, exacto Jáuregui, yo sabía que estaba metiendo la pata al hacer todo eso por ti, sabía que estaba arruinando todo mi plan, pero joder. Tú no dejabas de meterte en problemas, no dejabas de irrumpir en mi mente y al principio pensé que era lastima por tu forma de pensar— dijo tomando una pausa para poder reír ganando un golpe en el hombro—. Luego descubrí que era algo más que eso, descubrí que me agradabas, que no solo eras apariencia; que si tenías cerebro en vez de aire, que teníamos muchas cosas en común y eso no me convenía.