ENEMIGOS

Los siguientes días me los tome con calma siempre muy preparado para cualquier cosa, y lógicamente armado con un cuchillo que guardaba dentro de la ropa. Cuando salía por la ciudad , hacía con una gorra y con ropa un poco casual lo que me hacía pasar más inadvertido.

El trabajo las cosas no habían cambiado y parecía, que ignoraban mi pasado.
Esos días coincidi con Melinda que al igual que yo, seguía con su tradicional paseo por la playa. Ambos coincidimos varias veces en el mar nadando, pero ningunos dijo nada. Lo mismo que mi grupo de amigos, cuyas miradas las quitaban de mi camino a mi paso.

Hubo una mañana en el que fui asaltado en plena calle , por varios individuos.
Estos me dieron una paliza que me dejaron, la cara y el cuerpo en pésimas condiciones. En el suelo mire al frente y vi a Melinda que caminaba hacia a mí.

-Carlos Slavin no puede conmigo y manda a sus matones- dije en voz alta, para que Melinda me escuchará.

-Si y además pagá muy bien- dijo el otro entre risas.

Melina me observo cara de sorpresa y yo insistí. Para que supiera realmente lo que estaba pasando.

-tu jefe y será muy importante alguien de poder pero esto trapicheos que tiene con vosotros lo van a salir muy caro. Pagará por lo que ha hecho- dije en voz alta .

Después añadi.

-Dile cuando le veais , que gracias por matar a mis padres y hermano-

Ellos no respondieron , pero sus sorpresa a lo que yo les decía era evidente.

- Si vosotros habéis matado a mi familia, lo pagareis-

Segui hablando sin parar , hasta que uno de ellos me atravesó con el cuchillo mi pierna.
La policía llegó y ambos salieron corriendo, para coger un coche y huir de la zona.
En el hospital me curaron las heridas pusieron varios puntos en la pierna y me dieron de alta 2 días después. Melinda no me visito pero, si me espero a la salida ofreciendo ayuda. Yo salí con mis muletas y la dije que necesitaba ayuda de nadie, me subí en un taxi y me fui.

Lógicamente estuve de baja algo más de una semana en el trabajo porque apenas podía andar. Eso no impidió que me bajase abajo a la playa y me quedará sentado en un banco durante varias horas al día.
Melinda nuevamente lo intento.

-Como estás?-
-Bien gracias- respondi.

Felina se mostró interesada por mi estado, y se interesó por como habían muerto mis padres.
Yo respondí muy brevemente, pidiendo por favor que no me preguntaron por ellos.
Siguió asistiendo en que ayudarme hasta que ya respondí de manera rotunda.

-Tendrías que estar trabajando. He visto que tu jefe está muy ocupado en todas las ciudades reuniéndose con alcaldes de todo el país.
Podrías ayudarle tranquila yo estoy bien, hasta que sus hombres me maten-

Continúe.

-Quiero que te alejes de mí porque no quiero que te pase nada y cada vez que alguien se acerca me acaba muy mal. Así que te lo pido por favor aléjate de mí, no quiero que nadie más sufra por mí-

A continuación de marche.

Esta semana se me hizo muy larga hasta que por fin pude volver a caminar. Estuve averiguando enemigos que tenía Carlos Slavin, caras y con un tal Giovanni Conti.
Pero no era el único.
Un tal Marcelo (solo sabía eso) era su competencia, y era a quien yo había estado robando hasta que Carlos le dejo sin nada. En su país, estuvo ingresado 5 meses, porque sus jefes órdenaron su ejecución y éstos no lo lograron.

Me cité con ese tal Marcelo pero no apareció. En su lugar decidí ir yo a su casa y no solo eso sí no qué encima, me cole y le espere en el salón sentado.

-Ya tienes que ser alguien muy importante para que tengas el valor , de estar aquí sabiendo quién soy- dijo con una escopeta en la mano.

-Se quien eres y más aún quién es tú enemigo -respondi.

-Y cómo estás tan seguro de eso?- me dijo mientras seguía apuntadome.

-Tu quieres el poder , ser el número uno del contrabando y se qué el negocio te va muy mal porque que él lo quiere todo-

Marcelo bajo su arma.

-Que quieres decirme?-

Caminé hacia el y le dije.

- Soy el mejor ladrón del mundo. Te ofrezco una alianza y a cambio recuperarás tú territorio-

Marcelo pensó.

-Ven a mi despacho. El tiene mas enemigos y quizás puedas ayudar a más colegas que están como yo-

Le estreche la mano y me marché allí sabiendo que había dado un paso importante .