Capítulo Diez.

10. Una realidad.

Jungkook

Sostengo el retrato dónde aparecemos Sook Min y yo, y al tan solo verlo el corazón se me estruje, duele. Pude haber estado con ella desde que era pequeñita, pero no como su hermano sino como su papá.

Aquella sensación de dolor no solo es por la mentira de mi familia, porqué en el fondo sé que papá quiso decirme cuando lo vi por última vez, sin embargo, no lo dejé hacerlo.

Sook Min tiene los mismos rasgos míos, la misma pasión por la pintura, los mismos color de ojos, pero siempre en su manera de mirarte cuando algo no le gusta sabía que me hacía acordar de alguien a quién no tuve una relación. Me niego aceptar que sea ella, solo que ahora no puedo ver a mi madre. No puedo.

La palabra hija jamás se sintió tan real en mí e incluso si Sook me llega a llamar papá, el día que llegue ese momento no sabré como reaccionar, porque ahora estoy en esa duda y balancín de si ella lo tomará de buena o mala manera está noticia.

¿Se enojará? ¿Me hablará? ¿Me odiará?

Temo por esa reacción. Ahora entiendo lo que Sunhee decía de nosotros dos: Se parecen tanto que hasta creería que Sook Min no es tu hermana, es tu hija.

Aquellas palabras que las creí una broma, se hizo realidad.

El sonido del timbre de mi departamento suena tantas veces que me es imposible pasarla desapercibida, y solo una persona toca así.

Me levanto del sofá yendo hasta la puerta y abrir dejando para que lo cierre ni bien ingresa.

—Mi padre me llamó y...—se corta rápidamente.

—¿Qué pasó? —Yugyeom pregunta— Sook no a parado de preguntar por ti.

Niego mirando el retrato de nosotros dos.

—Jungkook, son las ocho de la noche. No has contestado las llamadas. —Siento yoonGi sentarse a mi lado y a Yugyeom enfrente mío.

—No tengo ganas de nada. —respondo.

El silencio acompaña el lugar por unos momentos y en eso un suspiro, pero no identifico de quién.

—¿Vas a estar así lo que queda de la noche? —la pregunta de Yugyeom me hace levantar la mirada para observarlo.

—Cuando te enteres de que tu hermana en realidad no lo es y te enteres de que en verdad es tu hija, que todo éste tiempo has vivido engañado me vuelves a preguntar. —le digo de mala manera.

Él arruga las cejas mostrando su rostro de sorpresa como si estuviera jugándole una broma, pero al ver mi rostro se da cuenta de que no lo hago.

—¿Tú lo sabías? —le pregunta a YoonGi con cierto recelo.

—No, porqué crees que te hice venir. —le dice rápidamente en un tono ofendido—Yo no sabía nada, Jungkook, cuando los tres viajamos juntos a California, la tía...aún estaba con ocho meses de embarazo. ¿Recuerdas?

— No estoy diciendo que tu sepas algo, porque sé que no sabías nada de esto ¿No?

— Pero mi papá lo sabía todo este tiempo y no fue capaz de decirme, no hay confianza entre padre e hijo— YoonGi trata de animar el ambiente, porque sabe lo pesado que iba ser cuando tome la decisión de ir donde mi madre y me diera una explicación lógica.

YoonGi puede parecer muy serio pero en el fondo y con las personas que tiene mucha confianza es una persona muy cálida fuera de lo habitual.

—¿No está funcionando verdad?— pregunta y yo sólo niego—, bueno lo intenté —sonríe para después volver hablar—. Antes que nada deja que la tía te explique las cosas, no te apresures a todo. Se que es muy duro esto y no solo para ti sino lo será para Sook. Los tres sabemos que es una niña muy madura e inteligente, pero esto es algo delicado, sabes que lo puede tomar con calma o simplemente se negará a creer algo así.

—Lo sé, pero no me cabe en la cabeza como pasó todo esto.— lo digo para después restregarme con ambas manos el rostro. Quiero llorar y gritar, pero no sabia como, frustración y decepción eran sentimientos que comenzaba a crear, de un momento a otro siento palmadas en mi hombro.

—Después de todo, Sook es tu hija y siempre la viste así. —yo levanto la mirada y él sonríe.

— Es que sentí una conexión cuando la vi por primera vez, aún era una bebé y yo sentía que era porque éramos hermanos, pero ahora saber que Sook Min tiene mi sangre, es algo que me pone feliz de cierta manera, pero me duele saber que me han ocultado todo esto por siete años YoonGi, siete años sin saber la verdad, siete años en la podía ejercer una paternidad, hasta quizás SunHee tenía razón al decir que éramos tan parecidos que a veces ella trataba a Sook como si fuera mi hija y la suya también — digo mientras contenía las lágrimas, pero no fue mucho porque siento una lágrima resbalar por mi mejilla.

—SunHee le atinó a esto y sé que ella hubiera sido feliz si estuviera ahora acá. — dice Yugyeom— No puedo negar que esto me toma por sorpresa e incluso no he abierto la boca para nada hasta ahora.

Niega y se echa en el sofá.

»Cómo pudo pasar tanto tiempo con este secreto. No entiendo. —se levanta y me mira—¿Sabes al menos quien es la madre? —yo niego—. No quiero pensar que sea ella, porqué no sabremos que esperar.

—¿ A quien te refieres? —YoonGi se pone de pie a un lado del sofá.

—Iseul Hans. —dice con una mueca en su cara—. ¿Te suena?

Había pasado tantos años de no haber escuchado ese nombre. Aquella relación que no terminó de la mejor manera por sus celos y trato de justificarla porque fui un cabrón con ella, pero es la única con la que terminé mi relación antes de irme. Luego conocí a SunHee.

Los dos me observan esperando una respuesta que ahora mismo no se darles.

—Sí es ella no sé qué fue lo que pasó para que les haya entregado a mis padres.

—Sea lo que sea, es tú hija. Si alguna vez ella aparece la mandamos a lejos nuevamente. —Yugyeom se acerca a mi lado palmeando mi hombro— Sook Min no la necesita y tampoco lo hará. Ya es mucho tiempo fuera de su vida y así debe ser.

—Una madre no abandona, está en las buenas y malas, pero ella simplemente la abandonó. —Las palabras de YoonGi carga odio y cuando nos miramos es como si quiere decir algo más, pero no se atreve.