Capítulo Once.

11. Confesión y rechazo.

Por ser la semana de trabajo en el hospital, a  Jungkook no le tocaba guardia aún, ni quedarse hasta tarde solo hasta hoy, desde mañana todo comenzaba hacer como era en California.

Ahora se encontraba yendo a casa de su madre decidido hablar con ella. Estaba más tranquilo.

Después de treinta minutos llega a su destino, estaciona su auto, pero antes de bajar  apoya su frente en el volante unos segundos para poder cerra los ojos y suspirar profundamente.

Baja del auto decidido a escucharla, introduce la llave en la puerta de la casa, cuando esta abre, Jungkook se queda mirando la puerta abierta unos segundos antes de entrar, cuando esta decidido hacerlo su madre habla detrás de él.

—¿Entrarás  para hablar? —voltea a verla. La ve con una pequeña bolsa de medicamentos, rápidamente se pone a un lado para que entre ella, cuando lo hace, entra y cierra la puerta.

—Tu tío me dijo sobre los estudios que van hacerme. —le menciona su madre dejando la pequeña bolsa sobre la  mesa está al lado de la puerta.

—No quiero sonar grosero, pero no vine hablar de eso. —su madre solo asiente.

—Siéntate, ¿quieres una explicación? Bien yo te voy a  explicar todo. —ella se sienta en una de las sillas que está cerca a la mesa.

—Cuando tu te fuiste a California yo tenía los ocho meses de embarazo, pero al noveno mes  perdí  a tu hermana y no sabía cómo decírtelo, pero el día que pasó todo esto, Iseul apareció con una bebé en brazos diciendo que la bebé era hija tuya, tu padre no le creyó así que hizo una prueba de paternidad a Sook...contigo y salió compatible en la prueba de ADN. —Jungkook baj la cabeza. Se estaba conteniendo las ganas de llorar— Iseul dijo que no tenía edad, no estaba lista para criar a una bebé, prácticamente la abandonó.

—Pero porqué ocultarmelo  todo estos años ¿por qué, mamá? — sin más unas cuantas lágrimas se deslizan por sus mejillas sin permiso en su rostro. — ¿No pensaste en Sook Min? Pudieron haberlo dicho sin importar las circunstancias, es mi hija la hubiera criado desde el primer momento.

—Tu padre y yo  pensamos que no era necesario decírtelo, porque tu estabas tan bien allá que no queríamos interferir y estabas tan contento por  la niña que llevaba dentro mío—fue turno de su madre bajar la cabeza con lágrimas en los ojos. Se pone de pie de su asiento para acercarse a Jungkook—. Perdóname, no quise que esto sucediera, al menos no así, perdóname- su madre se acerca un poco más para abrazar a un Jungkook que estaba al borde del llanto.

Cuando si madre intenta abrazarlo, Jungkook retrocede negando. Su madre susurra un "lo siento".

—Iré alistar las cosas de Sook. Te la llevarás  contigo, ¿Verdad? —Jungkook solo asiente, sin más su madre sube a la habitación de la pequeña para alistar sus cosas, mientras Jungkook está en el sofá con sus brazos apoyados en las rodillas y sus manos tapando su rostro, mientras solloza.

No tenía la culpa a pesar de todo, pero estaba seguro que desde hoy sería un  gran  padre, tendría la responsabilidad más grande, pero ahora él  no sabía como decírselo a Sook Min que él es su Papá. Esto sería duro para ambos.

Su madre baja de las escaleras con la maleta de Sook en manos, Jungkook alzó la mirada para ver a su madre al borde del llanto.

—Aquí ..están las cosas de Sook —Le tiende la maleta, por lo que lo recibe —. La traerás a casa ¿verdad?

—No he dicho que no la puedas ver, mamá, solo que ahora déjame hablar con Sook, comenzaré los trámites legales para yo reconocer a Sook como mi hija. —Su madre asiente incluso cuando ve que se asoma una mueca en el rostro de ella.

Jungkook se va directo a la puerta de la casa, cuando la abre, y su madre decide hablar.

—No vas a perdonarme ¿verdad? —él voltea a verla.

—Ahora no mamá. Hiciste mucho en ocultarme la verdad, que otra cosa más me seguirás ocultando.

—Estás siendo muy injusto conmigo.

—¿Injusto? Pero de que vas, mamá. —la observa indignado y furioso,  a partes iguales— ¿Te escuchas lo que dices?

— No entiendes nada... estás muy enfadado y no te hace pensar las cosas con claridad.

—Lo único que entiendo, es que eres una mentirosa. Las cosas con claridad es simple. Me ocultaste la verdad por siete malditos años.

—Fue por tu bien. Con Sook no ibas a poder seguir adelante. —aquellas palabras le sentaron como una patada en el estómago.

—Mi hija no hubiera sido ni una carga, y aunque tu lo veas de esa manera, hubiera echo todo lo que tengo de mí para darle lo mejor y salir adelante como lo he echo.

—No era lo que quería decir. —Se corrige cuando lo ve con el rostro dolido.

—Pero lo dijiste e incluso sonaste como te lo dijo Iseul cuando la dejó con ustedes.

—Jungkook, yo quiero a Sook Min como mi hija, así que no digas cosas que no son.

—Digo tal y como sonaste tú. No voy a discutir contigo de esto, ahora mismo mi prioridad es mi hija. No tuya. —Aquello sonó tan rencoroso que el rostro de su madre se vuelve sorpresivo, omitiendo el de Jungkook que para estas alturas no le importaba.

Sin mas sale de la casa de su madre directo a su auto, una vez dentro, escribe a Yugyeom diciendo que lleve a Sook a su departamento.

Sabe que hoy sería una noche llena de emociones y tiene miedo a la reacción de Sook,  quizás la pequeña lo pueda rechazar o quizás no.

—¡Joder! —choca su puño contra el volante, entre fastidiado y exasperado—. Temo por saber la reacción de mi hija.

***

Sook esta en la cocina de su departamento, comiendo a la vez que no despegaba su mirada de la tablet observando nuevas técnicas de pintura infantil.

Aún cuando la vio ingresar con un moño mal echo sobre su cabeza, echando la culpa al peinado improvisado de Yugyeom, Jungkook termino riendo a la vez que trataba de relajarse.

—Cualquier cosa, tu solo llámame. —asiente ante las palabras de su mejor amigo.