Lo que, sin duda, puedo asegurarte, mi vida,
Es que no ha importado cuánto tiempo ha transcurrido,
Todavía te amo, todavía me intimida
No ser el hombre que con creces te has merecido.
Prometo nunca mantener los brazos cruzados;
Si lo nuestro hoy en día es como aquella colina,
Mañana a una gran montaña será comparado,
Con sus dos ríos gemelos de aguas cristalinas.