CAPÍTULO III

—J-Jonatán... espera, me duele —la suave voz de Frederic me trajo a la realidad y lo solté rápidamente al percatarme que le estaba haciendo daño.

—Lo siento, es que... no puedo creerlo, estás aquí y yo... creo que estoy en shock —él soltó una risita mientras una lágrima resbalaba por su mejilla.

—Jamás esperé encontrarte aquí —limpió las gotas que comenzaron a caer por su rostro dándome una imagen demasiado tierna.

Lo volví a abrazar y aspiré su aroma sintiendo una paz increíble al tenerlo en mis brazos.

—Ni yo, ¿D-Desde cuando estas en la ciudad? —le pregunté soltándolo de nuevo.

—Yo... llevo viviendo aquí un año

¿Por qué entonces no lo encontré antes?

—La verdad es que... volvimos hace casi tres años para el funeral de mi tía, n-no tuve tiempo de salir mucho, nos fuimos a casa rápido debido a que mi padre temía encontrarse con el tuyo. Vine aquí hace un año para estudiar, mi padre está enfermo y ahora mi madre tiene el "control" por así decir —había bajado la mirada y ahora jugaba con sus dedos como usualmente hacía cuando estaba nervioso.

—¿Por qué no me buscaste Freddy? —le pregunté confundido, pudimos habernos encontrado mucho antes.

—Siéndote sincero Jonatán, p-pensé que ya me habías olvidado, h-han pasado seis años. Yo no creí volverte a ver...

Lo miré sorprendido. ¿Cómo siquiera puede pensar eso? Es imposible para mi olvidarlo, aún si lo hubiera intentado.

—Yo siempre conservé la esperanza de encontrarnos Freddy... —suspiré y me senté a su lado, mientras le pedía algo al barman —. ¿A quién conoces de la fiesta?

—Soy amigo del novio —dijo éste suavemente.

—¿Enserio? ¿Cómo es que nunca estabas en las reuniones?

—No suelo salir demasiado, debo mantener un buen promedio, fue uno de los requisitos de mi madre para estudiar aquí

Asentí a sus palabras.

—¿Qué estás estudiando? —pregunté mientras tomaba la bebida que me había traído el barman.

—Fisioterapia

—Oh, ¿es difícil? —no sabía que querría estudiar algo así.

Negó levemente con una sonrisa.

Un silencio incómodo se cernió sobre nosotros.

Realmente no sabía que hacer, lo había encontrado sí, pero ¿ahora qué?. No sabía cómo retomar lo que habíamos dejado pendiente hace tanto. Sentía como si... necesitáramos comenzar de cero.

—¿Tienes pareja?

—¿Ah? —parpadee confundido por la repentina pregunta.

—¿Estás con alguien? Imagino que sí, después de todo... —comenzó a jugar con sus dedos nuevamente.

—No —lo miré serio.

—Oh... e-esta muy linda la fiesta ¿no? —quise reír.

—Frederic —él me miró nervioso.

—¿Sí?

—¿Aún me amas? —pregunté suavemente, casi en un susurro.

No respondió inmediatamente y esto sólo hizo que comenzara a sentirme nervioso yo también.

—S-Si te digo que sí, ¿Qué haremos? —por fin me miró a los ojos, y estos seguían siendo igual de hermosos.

Sonreí sin poder evitarlo.

—No lo sé...

Asintió levemente.

—También sigo amándote

Él me miró sorprendido mientras sus ojos brillaban.

—Por ahora... ¿quieres bailar? La futura novia es mi mejor amiga así que... disfrutemos de la fiesta y después veremos ¿sí? —extendí mi mano hacia él esperando que la tomara.

—¿No se verá raro? Ambos somos hombres

Solté una carcajada.

—La mitad de los amigos de los novios son homosexuales —sonrió divertido y tomó mi mano —. Además ¿Qué importa? Ambos somos libres de hacer lo que queramos

Lo guié hacia la pista mientras sentía su mano temblar levemente.

—¿Tus padres están aquí? —preguntó una vez lo tomé de la cintura suavemente. Justamente estaba sonando una canción lenta así que nos movimos de acuerdo al ritmo mientras Freddy ocultaba su rostro en mi cuello.

—Si, de hecho, creo que nos están viendo justo ahora

—¿¡Qué?! —intentó alejarse, pero lo retuve —. Espera... ¿ellos no me odian?

—¿Odiarte? No tendrían porque hacerlo, tú no controlas las acciones de tu padre Frederic

—Aún así...

—No te preocupes, no van a reclamarte nada, no pienso permitirlo de todas formas

Él soltó un suspiro y volvió a ocultarse en mi cuello causándome un escalofrío.

—Te extrañé —susurró.

—Yo también... —solté un pequeño suspiro —, yo también...

La próxima hora transcurrió así, su respiración calmada me erizaba los vellos de la nuca mientras nos desplazábamos por la pista, perdí la noción del tiempo hasta que Isabella tocó mi hombro suavemente.

—Disculpen que los interrumpa, pero Fabio quiere hacer un brindis con todos nuestros amigos así que... vengan —ambos nos separamos y seguimos a la chica hasta una mesa cercana —. Oh, es cierto, no recuerdo haberte visto antes, ¿tú eres? —se dirigió esta vez a Freddy.

—Frederic Santoro, soy compañero de Fabio, es la primera vez que nos vemos, es un placer y felicidades por tu compromiso —dijo cortésmente mi rubio.

—Gracias, ¿ustedes se conocen? —preguntó mientras nos señalaba a ambos con una ceja alzada —, lo digo porque parecían muy cómodos bailando —agregó esta vez mientras guiñaba un ojo en mi dirección.

—Enserio debes alejarte de Hannah. Si, somos amigos desde hace mucho tiempo —dije yo mientras miraba de soslayo a Frederic quien parecía incómodo de pronto.

Y pude ver por qué.

Mi madre se acercaba mientras una sonrisa crecía de apoco en su rostro.

—¡Oh Freddy! —corrió hasta él mencionado y lo envolvió en sus brazos para luego proceder a besar sus mejillas.

—Señora Hannah, me da gusto verla —dijo Frederic mientras se dejaba hacer y sonreía ante la mirada cariñosa de mi madre.

—A mi igual pequeño, bueno, ya no eres tan pequeño. ¿Cuándo regresaste?

—H-Hace...

—Hace un año mamá —interrumpí yo, Freddy me miró nervioso.

—¿Hace tanto? ¿Por qué no te comunicaste con nosotros Fred? Cambiamos de casa, pero nuestros números de teléfono siguen siendo los mismos

—N-No estaba seguro de que ustedes quisieran verme después de lo que hizo mi padre —éste bajo la mirada y mi madre lo observó seria de pronto.