Nos llaman locos.

Nos llaman locos porque miramos con el corazón y andamos ciegos por el mundo.

Nos llaman locos por soñar despiertos, emocionarnos con un amanecer o llorar con una canción.

Nos llaman locos cuando no saben que esconde nuestra piel y el esfuerzo que nos supone cada nuevo día.

Nos llaman locos si decidimos saltar al vacío sin mirar la altura, sin medir lo que va a doler la caída.

Me llamaron loco porque no conocen el calor de un abrazo, ni la pureza de una mano tendida al otro lado de esa puerta disfrazando aquello con un "Es por tú bien"

Me tachan de loco, si sonrío de más, cuando lloro de menos, cuando hablo sin hablar, si camino en soledad.

Loco, soy un loco que camina a deshoras, con desgana, sin ánimo de nada, con prisas por todo, un loco que vive a medias, por culpa de otros.