Capítulo 16

Agatha.

Demian había organizado una fiesta en un bar cercano al lugar de evento. Más que nada, para celebrar mi victoria. Estaba demasiado seguro de que ganaría, por ello había reservado el lugar completo. Después me confesó que si no hubiera ganado aún así habría fuera, quería celebrar mi primera nominación.

Había invitado a varios de mis mejora amigos. Frank era el que más me importaba. No lo veía desde que organizaron el casting para elegirme un asistente.

Nos sentamos en una mesa en donde cabíamos Demian, Frank, Liam, y otros pocos conocidos. La música estaba tan fuerte que lastimaban mis tímpanos. Las bebidas eran gratis, ya que Demian se encargaría de pagarlas después.

Demian se levantó a bailar con la que identifique con la chica que le gusta. Si, mi señor mánager no está casado. Aún está en busca de su media naranja. Cosa patética.

—¿Quieres bailar? —me preguntó Frank al oído.

—Estoy bien, soy pésima en ello —Ambos soltamos unas carcajadas.

Liam se encontraba algo incómodo, se podía notar a simple vista. No hacia nada más que ver su bebida sin siquiera pronunciar una palabra.

—Yo te podría enseñar —soltó sorpresivamente, pensé que ya había terminado la conversación—. No soy el mejor, pero tampoco el peor.

No sabía que decir. Podría aceptar y quedar en ridículo, o podría quedarme sentada y que me tachen de aburrida.

—No lo sé, creo que necesitamos levantarnos todos juntos y no dejar a nadie. Somos un equipo —dije asiendo énfasis en Liam. Quien levantó la mirada y me miró con confusión.

Últimamente tengo muchas atenciones hacia él. La primera fue agradecerle en los premios por su apoyo, y la segunda ahora, no querer dejarlo solo en la mesa.

—Por mi ni se preocupen —respondió Liam con un tono demasiado común.

—Bueno. Entonces... —inquirió Frank, sé muy bien que no descansará hasta que acepte bailar con él.

—Esta bien, pero sólo una —Le dejé claro, no quería pasar demasiada vergüenza por mis pasos de baile ridículos.

Me tomó la mano derecha y me dirigió hasta la pista de baile. La antes mencionada, se encontraba llena de gente, ya que el lugar e especial para eventos especiales como: exposiciones, conciertos, entre otros.

La música cambio drásticamente de género, y de pasar a ser una música electrónica, comenzó a sonar una canción romántica.

Qué incómodo momento.

Frank comenzó a acercarme hacia su cuerpo, comencé a temblar, no se porque motivo. La música comenzó a cobrar forma y entendí el mensaje de la misma.

Nuestros cuerpos estaban juntos, sus manos en mi cadera y las mías en su hombro y cadera. Comenzamos a tambalearnos lentamente al compás de la música

—Te tengo una noticia magnífica —pronunció Frank rompiendo con el silencio.

—Solo espero y ni sea como la última que me dijiste: "Me voy de viaje a Australia y no se cuando llegue" ¿Crees que fue bonito?

Frank rió.

—Bueno es algo mejor que eso —comentó—. A partir de la próxima semana, voy a estar de regreso a Yorthment.

Eso lo puedo simplificar en una cosa: Felicidad.