Ximena caminaba en círculos por su lujoso apartamento, finalmente había estallado. No de la mejor manera, obviamente. ¿Qué más podía hacer? Era desesperante ver a Adrián pegarse cada vez más a esa mujer que estaba segura que no iba a hacerle más que daño a él y a sí misma. Una persona con un pasado así no debe involucrarse en relaciones sentimentales, ella no estaba lista para eso, ella debía ayudarse a sí misma primero antes de meter a alguien más en su mierda que claramente no estaba superada.
Además, estaba el hecho que no sabía con qué tipo de personas se había involucrado Isabela Montalvo en el pasado, ¿y si era gente peligrosa? ¿Narcotraficantes? Ella hablo de drogas, las drogas solo las tiene gente peligrosa.
¡Y por un demonio que le costaba tolerar toda la atención que le mostraba a esa chica! Ya no iba a ser hipócrita, estaba celosa. Ella había pasado años con Adrián, lo vio crecer y derrumbarse, reír y llorar. Lo acompaño en los momentos más importantes de su vida ¿y que había recibido a cambio? Nada, mera amistad e indiferencia. En cambio esa chica llegaba y en apenas unos días lo tenía rendido a sus pies. Nada tiene sentido.
Volvió a intentar llamarlo, pero solo saltaba la contestadora. El idiota debió apagar su teléfono, gruño. No se iba a librar de ella tan fácil, abrió su laptop, iba a enviarle un correo diciéndole todo lo que pensaba, o bueno, eso quería hacer hasta que vio un correo de un remitente desconocido. ¿Eh?
« Tienes que ver esto si quieres salvar la carrera de tu amigo » un escalofrió la recorrió al ver el asunto, no tardo en abrir el archivo. Eran fotos… de Isabela y Adrián juntos. Abrazados bajo la lluvia en lo que distinguía, era el frente de la escuela, también había un par de ellos entrando al club donde fueron el sábado. Continúo viendo las fotos y tuvo que contener las arcadas cuando llego a una foto de Isabela…desnuda en una cama rodeada de hombres, cubierta de billetes y completamente inconsciente.
Siguió pasando las imágenes, había varias del mismo tipo. Incluso pudo distinguir en una de las fotos a la mujer del club « Las fotos de la violación » pensó con horror. Estaba segura que eran del día que Isabela menciono en su ataque de nervios. ¿Pero porque se las enviaban a ella? ¿Qué tenía que ver Adrián en esto? Se mordió las uñas nerviosa antes de llegar a la última imagen que tenía un severo ultimátum.
« Isabela Montalvo debe separarse de Adrián Saavedra o estas fotos llegaran a la prensa, tienes una semana, espero tu aviso.»
Chillo con pánico, no, esas fotos no podían llegar a la prensa. Estaba consciente de que Isabela no estaba en esas imágenes de manera voluntaria, pero las demás personas no lo estaban. Pensarían que Adrián estaba saliendo con una prostituta. Lo destruiría, arruinaría su carrera para siempre.
No podía permitirlo.
Ni siquiera se paró a pensar en porque esa persona que sabrá dios quien sea los quiere separados, no era importante. Lo importante era salvar la carrera de su amigo… y aunque fuera cruel admitirlo, ella también deseaba que esa relación tan extraña acabara. Se levantó del computador, yéndose a la cama de inmediato, saldría en la mañana a enfrentar a Adrián Saavedra.
Y esta vez, iba a escucharla quisiera o no.