Pintando nuestro amor (bilogia Artes)

Capitulo 4

Desconocida.

Lágrimas en mis ojos pelean por querer salir, un nudo en mi garganta no me deja hablar, sentimientos que jure no volver a sentir amenazan con volver, situaciones que hicieron de mi vida un infierno quieren regresar y siento que no podré evitar que lleguen de nuevo. Mí corazón late a toda velocidad y comienzo a ver borroso, todo mi cuerpo es un manojo de nervios por qué simplemente no quiero volver a caer en ese estado emocional que me hace querer morir, me hace querer olvidar a todos, me hace querer alejarme de todos.

Hace que mi vida se vuelva un caos total y no me quiero sentir así, me asusta el hecho de hacer algo debido a la situación en la que me encuentro. Muchos no entienden ni entenderán, pero lo que yo sé es que mi vida puede terminarse en cualquier momento si no busco una solución, y me da miedo lo que pueda pasar porque cuando estoy en este tipo de situaciones siempre actuó muy mal, todo termina en caos, en horror absoluto y no quiero que eso vuelva a suceder.

Siento que me cuesta respirar, me cuesta pensar, pero sobre todo me cuesta vivir. Cada día que pasa es peor al anterior, es como si me apuñalaran solo por existir y siento que en cualquier momento voy a caer. voy a caer tan profundo que se que me costará salir de allí y eso es lo que más me aterra, que cuando esté allí abajo no pueda salir por mucho tiempo.

¿Qué sentido tiene vivir si siempre estás sufriendo?.

¿Por qué nos pasan cosas que nos cuesta asimilar?.

¿Por qué las peores cosas nos tienen que suceder a los más débiles?.

¿Por qué no les suceden a los fuertes si ellos si son capaces de soportarlo?.

Siento que la vida es muy injusta, muy caótica y sobre todo muy egoísta.

—¿Por qué me ocurre esto a mí? ¿Que hice para merecerlo?.

— No lo sé — me dice mirando cada gesto que hago — pero te prometo que conseguiremos una solución.

Me levanto del asiento y comienzo a caminar de un lado a otro con las manos en el rostro. Mi vista se vuelve a poner borrosa y mi respiración se acelera, entonces las palabras salen de mi boca antes de lo esperado.

—Yo no merezco esto — le digo en un  tono muy bajo pero que ella pueda escuchar — solo tengo diecinueve años, no lo merezco.

Apenas digo lo último las lágrimas salen y comienzan a descender por mis mejillas, la respiración se me acelera más y comienzo a ponerme nerviosa, siento que mi corazón late a mil por segundo, siento que estoy a punto de derrumbar me pero me mantengo en pie.

—Solo quiero saber una cosa — le digo mirando a un punto no muy específico — ¿Algún día acabará?.

Ella me mira con tristeza y luego baja la mirada, dura unos segundos así y luego vuelve a mirarme y responde.

—Eso no puedo asegurarlo.

Eso último hace que salga de inmediato del lugar con un caos en mi mente, los pasillos se me hacen eternos hasta que por fin veo la puerta de salida, al salir toda la brisa choca contra mi cara provocando que no pueda respirar gracias a lo agitada que estoy.

Comienzo a ver a todos lados y decido irme por la derecha para que el camino a casa se me haga muchos más largo, así puedo relajarme y ordenar un poco mi mente.

Calles y más calles, autos, semáforos y personas por dónde quiera que voy hacen de mi vida un completo caos, cada que miro a una persona feliz me provoca llorar hasta más no poder por qué yo no soy feliz. no puedo serlo y eso no me gusta, me parece injusto que no pueda serlo por el simple hecho de estar tan podrida y muerta en vida.

Siento que todo esto es un error. A veces quisiera que esto fuera una pesadilla, que tan solo fuera un muy mal sueño del que despertaré en cualquier momento, pero luego me doy cuenta que es real. está es mi realidad. tengo que acostumbrarme a vivir con esto hasta que ya de una vez por todas acabe conmigo, con mi existencia y con todo lo que me rodea.

Después de media hora caminando hasta llegar a casa me encuentro con Melanie una compañera de mi curso, ella es alta de piel un poco clara, ojos color verde, cabello rubio y su rostro a decir verdad es muy lindo. es como una de esas princesas de Disney, hermosa pero muy tonta. Ella se acerca hasta quedar frente a mí y me sonríe, luego de unos segundos por fin habla.

—¿En dónde estabas?— me dice en un tono muy bajo — hace un rato vine y tu madre me dijo que no estabas ¿A dónde fuiste?.

La observé por unos segundos, ella era de esas personas que siempre se preocupaban por mi, a pesar de que mi vida era un desastre al igual que mis emociones y sentimientos ella siempre estaba allí para mí, jamás se ha ido y espero que jamás lo haga.

Me acerco hasta ella y la abrazo, de inmediato ella también lo hace y allí me derrumbó nuevamente, comienzo a llorar sin poder evitarlo. Lagrimas corren por mis mejillas y mi respiración se vuelve un poco pesada, siento que la cabeza se me va a reventar de tanto llorar pero justo ahora es lo único que puedo hacer. es lo que va a hacer que me sienta un poco mejor.

Entre lágrimas y sollozos logro hablar en un tono muy bajo.

—Ya no aguanto más, mi vida es una completa mierda — le digo y me aferró más a ella — ya no quiero seguir así, no puedo seguir así.

— Todo va a estar bien te lo prometo — me dice en un tono igual de bajo que el mío — yo estoy aquí para lo que necesites, jamás te voy a dejar y menos ahora.

Duramos así unos minutos y luego me separó de ella y la observó, un par de lágrimas secas reposan en sus mejillas y tiene los ojos y la cara un poco rojos. su mirada está fija en la mía, una de sus manos sostiene una de las mías para darme un poco de fuerza, es lo que siento que me está tratando de transmitir, baja su mirada y luego vuelve a verme y en ese instante habla.

— Volvió ¿Cierto?.

—Si, volvió y estoy que ya no se que más hacer.

—Lo enfrentaremos juntas, cómo la primera vez — me dice con una nota un poco triste — y te aseguro que está vez ganaremos.




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