Pinturas y Acuarelas.

Capítulo 1

Puedo verlo, en las sombras aun puedo escuchar su risa, y mientras todos lo lloran puedo sentir un bisbiseo que pide contarme desde otra perspectiva su vida… ¿Debería entrar en el abismo que ofrece aclarar el por qué de esa huida tan desesperada? La vocecilla me advierte que después de eso el piso me será frágil, pero ella no sabe que de eso ya hace tiempo. He aceptado – ¿Estás segura?- Pregunta en advertencia. - Lo estoy, como nunca antes. – Respondo, guardando esta silencio hasta parecer ausente. Es entonces cuando regreso a lo que supone ser el escenario material, autentico y efectivo de las cosas; pudiendo percibir tan solo murmullos y miradas penetrantes y compasivas las cuales bien evado por temor a que alguien se acerquen con una mísera conmiseración a decir ese típico lo siento que al salir de sus labios al aire dan estallidos tales como los de una bomba atómica que contamina el ambiente de una empatía apenas creíble. 

 

No he derramado ni una sola lagrima en el trayecto de noche, eso sí, por dentro mi alma se cala de eso que me es difícil sacar. – ¿Estás bien?- Creí escuchar mientras sentí una mano en mi espalda, sin interesarme quien era asentí porque eso hace que la gente se conforme. 

 

Llevo en mí una fuerza de voluntad escasa pero aun me mueve. Me paro y me dirijo al baño. Hasta ese momento vuelvo a verme reflejada en el espejo, luzco un aspecto fatal, aunque esos pendientes, el vestido y los zapatos negros que decoran mi cuerpo llegan a combinar tan bien para este espíritu que se arrastra por el suelo. 

 

- No me siento bien, ¿Cómo te encuentras tu?- Pregunta tras de mí la madre de Oriol, que con la mirada acristalada sale del sanitario.

- A ti no puedo decirte que estoy bien.

-Te agradezco la sinceridad…- Me ve como si intentara entresacar palabras de sus labios.

-Yo lo amaba- Interrumpo. 

-Nunca podría dudar eso, cariño.

-Seguro él no lo hacía, Julieta.

-¡Claro que sí!

-¿Entonces por qué irse así, sin más? sin ni un adiós de cola que bien pude haberme merecido después de todo este tiempo juntos.

-Si yo supiera el porqué, cariño, no me lo callaría ni por un minuto…-Trago saliva mientras note que pensó por un instante sus palabras. -Tal vez lo sepa- Espere a que dijese algo, pero no. Se vio al espejo, me sonrió, bajo la mirada y comenzó a lavar sus manos.-

-Por qué- Pregunte ya a punto de llorar.

-No, en rea lidad no es así…

 

 

 

 

 

 

 



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En el texto hay: tragedia, poesia, tristeza romance

Editado: 25.12.2018

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