capitulo 4 - "Yo contra mi mismo"

Lucas sintió que el aire —si es que eso era aire— se volvía más denso. Su doble corrupto se levantó del trono, y cada paso que daba hacía que el código rojo del suelo se agrietara y brotara una neblina oscura.

—No lo entiendes —dijo la versión oscura—. Yo no soy tu enemigo. Yo soy lo que serás cuando aceptes el verdadero poder.
—Si ese poder destruye todo… no lo quiero.
—No lo destruye. Lo reescribe. Y lo pondría bajo nuestro control.

El contador bajaba a 09:58. Lucas sintió que no tenía tiempo para filosofar. Activó el guante de luz azul, que crepitó con chispas de código. Su doble, en respuesta, hizo aparecer un guante idéntico… pero negro, con pulsos rojos.

Chocaron de frente. El impacto fue como dos tormentas colisionando: fragmentos de código volaron en todas direcciones, y por un momento, Lucas vio recuerdos que no eran suyos:
⚡ Él, creando la Puerta.
⚡ Él, riendo junto a Lira antes de que todo se corrompiera.
⚡ Él, activando algo que liberó al Cazador.

—Tú lo liberaste… —susurró Lucas, sorprendido.
—No. Nosotros lo liberamos —corrigió su doble—. Y ahora tenemos que fusionarnos para vencerlo.

El contador marcaba 06:12. Lucas dudó. Si se fusionaba, podría perder su identidad… o ganar la fuerza necesaria para cerrar la Puerta para siempre.

—Si mientes… —advirtió Lucas.
—No miento. Soy tú.

Lucas dio un paso adelante. El guante azul y el guante negro se tocaron… y el mundo explotó en una ráfaga de luz y sombra.

Cuando abrió los ojos, ya no estaba solo: su cuerpo brillaba con franjas azules y rojas, su mente era un remolino de dos voces hablando a la vez… pero su poder era inmenso.

Frente a él, la grieta se encogía. El Cazador apareció, rugiendo, intentando impedirlo. Lucas corrió hacia la Puerta, atravesando a la bestia con un solo golpe que la desintegró en líneas de código.

El contador bajaba a 00:13.

Con un grito, colocó ambas manos en la grieta y volcó todo su poder. La Puerta de Medianoche se cerró… justo cuando el contador llegó a cero.

Oscuridad. Silencio.

Despertó en su habitación, frente a su computadora apagada.
—¿Un sueño…? —murmuró.

En la pantalla negra, unas letras aparecieron lentamente:

> "Buen trabajo, Pixel… pero esto solo fue el primer nivel."