Placer Artificial

02_Nuevo hogar, nuevas reglas

—... como última petición de tu viejo —termina de leer y no expreso nada, estoy perpleja. Él suspira y vuelve a guardar el papel—. En fin, te daré el anillo y tendremos una sesión de fotos como recién casados. No tengo tiempo para ti ni una boda, mi padre está enfermo así que no creo que dure mucho vivo. En cuanto él muera te dejo ir de mi lado. ¿De acuerdo?

¿Que se supone qué diga? ¿A caso tengo elección?

Sus palabras son muy frías, sin tacto o importancia. He sido comprada, si me deja ir ¿a dónde iría? No tengo a nadie en este mundo, no al menos que yo recuerde.

—Señor, estoy de acuerdo, pero... allá fuera no soy nadie —le soy sincera, el frunce el ceño y regresa su manos a la cintura, bien diva él.

—¿Es decir...? —pide explicación y me paro recta.

—Viví casi toda mi vida en ese lugar de mala muerte, no sé si soy inglesa, no recuerdo cómo es el rostro de mis padres, ni sé mi verdadero nombre —me callo al pensar que ya fue demasiado.

Él me ve directo unos segundos y hace boca de pato, se soba la barbilla y hace un gesto desinteresado con la mano.

—Okay, eso podemos arreglarlo más adelante. Papeleo y dinero, como sea, lo importante ahora es ponerte un nombre o ¿ya tienes uno?

—Sí, soy Sophie.

—Me gusta, soy Demian Brooks. Para ti seré Señor en esta casa y hasta que te pida tutearme —es directo, una cualidad que me gusta, pero en él todavía no sé si eso sea bueno.

—Entiendo, Señor.

—Perfecto. Y respecto a lo que dijo mi As... —pausa sin romper el contacto visual—, es porque son androides. Las tres chicas que miraste lo son. Y eso es todo lo que debes saber por el momento, ah sí, claro, tú habitación es la de enfrente.

Asiento lento comprendiendo todo, sube de nuevo la mano a su barbilla y baja la vista al piso. Dándome tiempo de procesar sus palabras.

Dijo androides, no-puede-ser, las chicas se veían tan reales.

Guau... es sorprendente como ha escalado la tecnología.

Pero dejando eso de lado quiero saber qué vamos hacer con eso de los hijos, si esta mencionando dejarme ir falleciendo su padre... ¿Los niños se irán conmigo?

Ni siquiera quiero hijos a mis 18 años, ¿podré negarme?

—Señor —lo llamo y tarda en captar.

—¿Uhm?

—¿Y qué hay sobre los nietos?, ¿vamos a tener hijos? —me costo decir eso, entrelazo mis manos por adelante y espero su respuesta.

—No quiero hijos —dice de volada con sus ojos casi salidos de sus orbitas—, menos contigo —mi yo interno grita enloquecida—. Pero de igual manera necesito un heredero y voy a usarte para que me des uno.

Quiero golpearlo.

Me apachurro los dedos en un intento de conservar la compostura, que perra impotencia me da todo esto, estoy entre la espada y la pared.

—... todas las noches —no sabía que seguía hablando, ¿qué dijo?

—¿Disculpe? No escuche bien.

Estaba viendo a todos lados balbuceando, creo que hablaba solo. Y lo interrumpí en su cadena de pensamientos en voz alta, su mirada imponente cae en la mía y veo un movimiento de su mandíbula.

¿Se molesto el princeso?

—No te lo decía a ti, pero ya que insistes... —no preveo sus movimientos y da dos zancadas largas llegando frente a mí, posa su mano en una de mis mejillas y sigo viéndolo a sus orbes azulados que chispean furia—, cada noche quiero que estés dispuesta para mí. Cuando den las 12 visitaré tu cuarto y cogeremos hasta que quedes embarazada.

Nunca me había topado con un hombre tan directo, sin miedo a usar cualquier palabra. Siento una caricia de su pulgar en mi mejilla y recuerdo que le debo algo.

—Como usted desee, señor.

Al fin y acabo... fui comprada para ello, ¿no?

Mi cuerpo lamentablemente no me pertenece, siempre hice lo posible para que lo respetaran, hasta llegue a golpear a Brad en la cara y pelotas por posar su mano bajo mi falda. Pero me pusieron un precio como si de ganado para vender me tratara, ¿soy humana? No, nadie me en este mundo me ve ni me verá como un ser humano.

Para él, para la persona que fui obsequiada... no seré mas que un objeto de uso sexual, una concubina y estoy segura que ni un anillo de oro puesto sobre mi dedo anular izquierdo va a cambiar algo.

Jodida vida que me ha tocado vivir.

¿Alguien quiere intercambiarla conmigo?

 

° ° ° ° °

 

En este día he aprendido muchas cosas y he experimentado por primera vez también. El manejo de esta casa es una, no hay más que una chef humana bajo este techo, el quehacer lo hacen las androides o eso me comento Sara.

La única que habla conmigo, creo que se debe a esa falla que tiene molesto a Demian. Las otras dos chicas no hablan, durante la comida todo permaneció en silencio, un pacifico silencio mientras solo dos personas comíamos.

Yo me obligue a tragar todo lo que yacía en mi plato.

Nadie debe enterarse que recibí alimento antes, menos el señor de la casa. Al parecer es demasiado controlador, hay un itinerario prácticamente de lo permitido que se puede hacer dentro de la casa y horarios establecidos para cada cosa.

¿Cómo habrá sido su infancia para ser así?

Me irrita, me frustra mucho, no es que nunca haya tenido que seguir reglas, pero apenas llevo menos de 12 horas aquí y ya me siento asfixiada como en aquel lugar donde vivía.

La diferencia es que ahora estoy encerrada dentro de una jaula de oro, con un hombre igual o peor que Brad.

Daré todo de mí y pondré el mayor esfuerzo para no volverme una loca, grosera y explote.

Nunca ha pasado algo bueno cuando eso sucede y recibir golpes de nuevo es lo que menos pretendo incitar.

Tocará gritar en las noches contra la almohada para sacar todo lo que retuve en el día.

Agh, que frustrante...




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