Capítulo 6

Teníamos muchos compañeros de curso nuevos. Y ellos no entendían a Claudia, se burlaban de ella, y ni qué hablar de Daniela. Éramos el grupito de las raras. Sin embargo, no nos importaba lo que decían, hasta el día que todo cambió. El 22 de Marzo de 2025, un sábado, lo que todos creíamos imposible, sucedió.

La mamá de Claudia nos llamó preocupada a todas, dijo que Claudia le dijo que estaba a tres cuadras… hacía más de media hora. Creímos por un momento que quizá se retrasó por algo, pero avisaría, después de todo, estábamos hablando de Claudia, jamás le daría a propósito uno de esos disgustos a su mamá. ¿Y si fue sin querer? No. Como dije, hablamos de Claudia. Así que hicimos una llamada grupal con Daniela y Amo, y nos organizamos rápido para ir a la casa de Claudia con su mamá, y rogar que para cuando lleguemos a su casa, ella también esté ahí.

Sin embargo no pasó, tardamos alrededor de veinte minutos y cuando llegamos a la casa todavía no había noticias de Claudia. Así que su madre hizo lo que cualquiera haría, llamó a la policía. Vinieron al toque pero hicieron menos la situación ya que era una chica de dieciséis años y no había pasado ni una hora de que desapareció. Les dijimos que no se fue con un novio, que era importante cada segundo. Pero nos dijeron que esperemos 48hs para hacer la denuncia.

Inmediatamente nos pusimos a buscar en todos lados, hacer publicaciones y llamadas. Sabíamos que Amo no era así, y recordamos lo que ella siempre nos dijo. “Si un día falto, acá está mi plan de emergencia, es un sobre con todos los datos de mis redes sociales para que puedan entrar a chequear que no me vi con nadie, porque es lo primero que la policía dice, y todos los días cambio la foto dentro del sobre, es para que vean cómo iba vestida ese día.”

Y lo encontramos al sobre, porque ella nos indicó que lo dejaba encima de su mesita de luz. Hicimos publicaciones y rápidamente con su foto a color hicimos impresiones y las repartimos en la calle preguntando por ella. Sabíamos que algo malo estaba pasando. Pero los minutos se convirtieron en horas y cuando juntamos al menos cuarenta personas fuimos a reclamar a la comisaría que no la estaban buscando. Así que para evitar problemas, la policía empezó a ayudar en la búsqueda. Las cámaras de la ciudad la seguían hasta la cuadra donde desapareció pero no captaron el momento. Estaba a solo 3 cuadras de llegar, ¿cómo es posible que nadie vio nada?

Fueron tres largos días, sin dormir, con ansiedad, preocupadas hasta la médula y aún así tener que fingir que somos fuertes en frente de la madre de Claudia, que ese tercer día se daría cuenta, que ahora, tenía dos hijas muertas.