CAPÍTULO 18. EL DON DE LA MAGIA

A cada día que pasaba la oscuridad se cernía aún más en el interior de la Turf Sahasrara. No era una oscuridad literal, sino una que cubría el corazón y el prana de su gente, especialmente de aquellos que pertenecían a la clase noble; los Reyes a cada año que envejecen y sin un heredero los hermanos del Rey comenzaron a idear cómo subir a sus propios hijos al trono. La segunda hija y la hermana mayor después del Rey Albireo V, era la princesa hermana Pres con 46 años, siendo 5 años más joven que su hermano el Rey. La princesa hermana estaba casada y aún era una hermosa mujer de 1.75 centímetros de altura, siendo la viva imagen de su hermano con cabello negro casi llegando a sus caderas, ondulado; sus ojos de un iris color azul bondi, hermosos y brillantes, así como su piel bronceada la hacían una de las princesas nacidas más hermosas de la época. Su único hijo el joven Sitaara de 26 años de edad era exactamente la copia de su madre y su tío, bastante galante y querido por la gente de su Turf, queriendo que éste se vuelva el próximo Rey, además de tener juventud y ser muy bueno con la magia; él era la opción más segura para subir al trono una vez que el Rey Albireo V muera.

La princesa hermana Pres siempre estuvo celosa de su hermano y siempre deseó que fuese su hijo el heredero al trono; ahora que por fin las hilos se movían en contra del Rey estaba lista para hacer que su hijo subiera al poder y  dispuesta a hacer lo que fuese necesario, para ello contactando con su hermano menor –siendo 4 hermanos en total-, el príncipe hermano Poornima de 37 años de edad, el cual tenía a una joven hija de 17 años y que había hecho el trato con su hermana de unir a sus hijos en matrimonio y convertirlos en los nuevos Reyes de la Turf Sahasrara aun cuando estos fuesen primos. Por otra parte el tercero de los hermanos, el príncipe Upagrah de 40 años quería obtener el trono para su joven hija de 23 años de edad. Desde el fallecimiento del heredero real de la Turf y la necedad de los Reyes para no concebir más hijos, el resto de los príncipes hermanos mantuvieron a sus hijos en soltería para que fuesen dignos de subir al trono una vez que las condiciones fueran las adecuadas y los tres maquinando las situaciones a favor de sus planes, haciendo que fueran diferentes nobles los que se unieran a ellos.

En este evento, la alianza entre la princesa hermana Pres y el príncipe hermano Poormina era la más fuerte, ya que al tener cada uno 3 hijos más jóvenes los usarían para unirlos en matrimonio con familias nobles y poderosas alrededor de la Turf con tal de que estás los apoyaran. Todo sucedía frente a los Reyes, pero ellos ignoraban la realidad y continuaban buscando a su hijo. El Rey Albireo V, como todas las noches justo a las 23 horas iba a su observatorio junto con su esposa la Reina Dbanry I y ahí con apoyo del sacerdote de más de 89 años miraban los astros buscando más pistas acerca de su hijo, que como todos los días, las señales le decían que estaba con vida en algún lugar del Planeta Eris.

— ¿Ha habido un cambio? —cuestionó la Reina observando la estrella que representaba a su supuesto hijo.

—Sí —el sacerdote les mostró un pedazo de papel donde había dibujado el cambio de posición que el astro había realizado en los últimos meses—. Su hijo ya no está donde siempre estuvo, ahora se ha ido más al norte y ahí, ha comenzado a brillar.

— ¿Eso qué significa?

—Significa que está teniendo buena fortuna, ya es un joven de 21 años de edad, un hombre que posiblemente ya tenga pareja, ya sea novia o esposa.

—Tenemos que encontrarlo, necesitas decirnos dónde está... —exigió el Rey comenzando a desesperarse, la idea de encontrar a su hijo lo estaba consumiendo.

—Mi Rey, eso va más allá de lo que un hombre puede hacer; sin embargo, su hijo ya está en los veinte y es la edad en la que el prana florece; su hijo ha heredado don magnífico en la magia, no tardará en hacerse notar... fuera de Sahasrara, una persona con tal don, es algo muy raro.

Los reyes observaron el cielo nocturno una vez más, su hijo donde sea que estuviera necesitaba volver a casa, pero ya habían pasado 20 años desde que desapareció y para casi toda su gente, estaba muerto, pero los reyes confiaban en los astros, confiaban en el sacerdote y en su sexto sentido. Lo único que Sahasrara necesitaba era que su hijo fuese encontrado y así, la paz en todo el Planeta Eris volvería y todo continuaría fluyendo naturalmente.

*

Mientras las cosas iban de mal en peor en Sahasrara, por su parte la Turf Manipura continuba creciendo. Harts se había levantado hasta medio día y mientras se bañaba, vestía y almorzaba salió de su habitación a las dos de la tarde, no tenía mucho que hacer ya que Mant le había obligado a tomarse el día libre. Slam había estado cuatro horas a fuera de su habitación esperando por ella y cuando ésta por fin salió solo la miró con desaprobación disimulada; al igual que el resto seguía sorprendido por las habilidades de Harts, jamás imaginó que sería tan buena para forjar y menos para el prana, ahora entendía porque el agua había estado caliente hace unos días. Decidió que era momento de llevarla a conocer completamente los alrededores del castillo y, cuando Träd regresará le mostrarían la ciudad. Justo antes de salir a los jardines exteriores dos hombres vestidos de blanco con pliegues dorados se acercaron a ellos, pertenecían al área de investigación.