Planeta Rojo

Capítulo 3: Sobreviviendo

Año 2035

Sí, todo se olvida, y más cuando pasas tantas cosas durante una travesía tan larga, aunque no me arrepiento de la decisión que tome, más bien me arrepentiría de no haberla tomado, como diría Luca, mi buen amigo Luca, aún recuerdo el momento en que nos conocimos en la nave, a pesar de viajar juntos por tantos meses, a penas para nuestra primera navidad supimos de nuestras existencias, sin duda, cada quién estaba en su mundo, sobreviviendo como en aquel momento lo dijo Bianca.

-.7 años atrás.-

Un grupo de jóvenes se encontraban reunidos en uno de los ambientes de la nave, recibiendo juntos su primera navidad, entre abrazos y canticos navideños.

 

—¿Dónde está Luca? — decía una mujer de cabellos rojizos, que era el apoyo de Karl piloteando la nave.

—Viendo sus estrellas — pronunció una joven de cabello negro.

—¿Viendo sus estrellas? — respondió confundida una castaña.

—Sí, así llama Luca a todo lo que puede ver en el espacio, con ayuda de su telescopio desde una de las ventanas de la nave — contesto Debí.

—Es su manera de sobrevivir hasta que lleguemos al Planeta Rojo, en cambió la mía es leer los comics que me traje de casa, aunque ya estoy por terminar la lectura de los mismos — agrego la joven de cabello negro, con una sonrisa en su rostro.

-.Tiempo actual.-

Ese día, guiada por la curiosidad me acerqué a ti, y aprendí mucho de ti y de tus estrellas, como aquel día.

-.7 años atrás.-

—Luca, ¿verdad? — decía una joven castaña, tras haber llegado tras un joven también castaño, que usaba lentes.

—Sí, Luca, ¿y tú cómo te llamas? — agrego el joven.

—Alice — respondió la joven.

—Bonito nombre — dijo Luca.

—¡Feliz Navidad! — agrego Alice.

—¿Ya estamos en Navidad? — pronunció sonriendo Luca.

—Sí — respondió sonriendo Alice.

—Vaya, que rápido se pasó el tiempo, sin duda hice bien en traer mi telescopio para mantener ocupada la mente y disculpa, ¡Feliz Navidad! también —  dijo Luca, haciendo una pausa para acotar — Soy un tanto distraído.

—Pues no eres el único — contesto Alice.

—Tú también — respondió el joven.

—Sí — dijo la joven.

—¿Quieres ver algunas estrellas?  — agregó Luca.

—Sí — contesto Alice.

-.Tiempo actual.-

A partir de ese día iniciamos una gran amistad, una amistad que se mantiene hasta hoy, y que creo que será eterna, después de todo, también fuiste un sobreviviente del dolor de la traición, aunque hoy al igual que yo, puedes decir que tu corazón ya sano.




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