Planeta Rojo

Capítulo 10: Un amor que se consolida

Han transcurrido 10 años desde que partí de mi planeta como miembro de un grupo experimental, cuyo objetivo era poder comprobar sin un terrícola podía adaptarse a vivir en otro planeta fuera de nuestra galaxia, y hoy puedo decir que ello es posible, llevo 10 años siendo una Rojiana más, compartiendo sus costumbres y compartiendo también las mías, después de todo esa es la finalidad de un intercambio interplanetario.

Por mi hermano menor, me enteré que ya se están realizando los primeros viajes a Marte, claro, por ahora solo pueden acceder a estos las personas que cuentan con el dinero suficiente como para costearse un pasaje tan elevado y que, por supuesto gocen de una buena salud, pero de seguro con los años, cuando estos ya dejé de ser una novedad, todos podrán acceder a ellos y disfrutar de la maravillosa experiencia de viajar por el espacio exterior.

Hasta ahora no pude cumplirle la promesa a mi hermana menor de traerla a conocer el Planeta donde vivo con mi amor, pues no quiero interrumpirle sus estudios, pero por mis padres y por ella misma sé que pronto se graduara, y aprovechando las vacaciones del trabajo de mi hermano, ellos junto a mis padres vendrán hacia acá, aunque yo no podre por ellos, solo lo hará Pollux y Trek, ambos estarán fuera un mes, y desde ya sé que los extrañaré mucho, a pesar de nunca estar sola en casa, pues siempre está conmigo Debí, mi hermana de corazón, ella está viviendo con Pollux y conmigo desde que retornamos al Planeta, ya que Bianca decidió irse a vivir con Luca y Martino, aunque creo que pronto Martino dejara a ese par solos.

 

—¿En qué piensas querida? — pronunció Pollux, que había ingresado al lugar donde estaba la mujer sentada en un confortante asiento.

—En lo rápido que se pasa el tiempo — dijo Alice.

—¿Cómo te has sentido? — contesto Pollux, colocando una de sus manos sobre el abultado vientre de la mujer.

—Tranquila — respondió Alice.

—Saldremos por la tarde, y nos llevaremos la nave más rápida que tenemos — agrego Pollux.

—¿Pero ello no será perjudicial para personas que por primera vez suben a una nave? — dijo preocupada Alice.

—No, claro que no, Nevaeh y Bianca, elaboraron un remedio que evita los efectos del viaje, pensé que lo sabías — respondió Polux, tomando asiento frente a la mujer.

—Algo supe cuando estaba asistiendo al laboratorio, pero luego ya no pude hacerlo — pronunció Alice, mientras acariciaba su vientre.

—No te preocupes, todo saldrá bien, lo único que me preocupa es que Debí ya no pasé tanto tiempo contigo — dijo Pollux.

—¿Por qué dices eso? — agrego Alice.

—Juno le presento a su hermano que regreso de un viaje a otra galaxia y parece que hay interés mutuo — respondió sonriendo Pollux.

—Pues me alegra por Debí, ella merece también encontrar el amor — dijo Alice.

 

Tras aquella platica, la pareja consumió sus alimentos juntos, y tiempo después Pollux y Trek emprendieron el viaje hacia la Tierra.

Las semanas para que Pollux y Trek, regresaran con la familia de Alice, le parecieron eternas a ella, sin embargo, la espera valió la pena, cuando vio bajar de la nave a su familia, quienes al verla corrieron hacia ella para abrazarla.

 

—Pollux nos comentó, que en estos días nacerá — dijo la madre de la joven, mientras colocaba una de sus manos en el vientre de su hija.

—Así es — respondió Alice.

 

El día del nacimiento del nuevo habitante del planeta, todo fue un alboroto en la casa de Pollux, a excepción de él, que con la calma que lo caracterizaba esperaba se le comunique el nacimiento de su primogénito.

—Glenn a nacido — pronunció el hermano de Alice, tras escuchar el llanto de un bebé.

 

La familia de Alice fue la primera en entrar a la habitación donde estaba ella y el bebé, luego lo hicieron los amigos, y por último Pollux, quien al llegar junto a su mujer y su hijo los miro a ambos con ternura.

 

—Un nuevo Rojiano — dijo Pollux, mirando con ternura al bebé.

—Sí — respondió Alice, mientras pensaba — «Ahora sé que el amor no siempre es quién tú crees, sino quién el destino tiene guardado para ti, en mi caso fue Pollux, uno de los habitantes del Planeta Rojo, el planeta del amor, de nuestro amor»

 

 

FIN




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