PlatÓnico: Nuestro Amor

CAPÍTULO 4

–Estoy segura que la decisión de ErdoSü tiene qué ver con su rompimiento con Bego –dijo Bree a una apagada Cloe más tarde–. Rahui y yo estamos tristes pues no lo esperábamos. No quiero ni imaginar cómo te sientes pues estás perdidamente enamorada de él.

– ¿Cómo lo sabes? –exclamó Cloe asustada.

–Amiga, no tienes qué decirlo, llevamos tantos años juntas que te conozco de pies a cabeza.

– ¿Crees que él lo sepa? –Cloe buscó los ojos de su amiga esperanzada.

–Creo que más que saberlo lo siente pues son cosas que no se pueden ocultar. No te desanimes, si van a ser pareja nada lo podrá evitar. Solo ten paciencia.

 

 

Más tarde, en un bar y después de dos copas, ErdoSü habló con Rahui sobre el tema de su partida.

–Te confieso que estoy tan mal que necesito ir a donde nadie me conozca. Quiero ver otras caras en un ambiente diferente y tomar un respiro temporal.

–Te entiendo perfectamente pero, ¿qué harás con tu amor por Cloe? –cuestionó el usualmente serio Rahui animado por el alcohol y la apertura de su amigo.

– ¿Lo sabes? –preguntó ErdoSü nervioso.

–Cualquiera que los vea bailar juntos estará convencido que son el uno para el otro pues es lo que proyectan. Por muy enamoradas que vi a algunas parejas jamás observé algo así.

–Has percibido exactamente lo que siento por Cloe pero aún no es el momento. Si algún día vamos a estar juntos todo se acomodará para que suceda cuando me encuentre preparado –argumentó ErdoSü.

–Usualmente la oportunidad no llama dos veces –exclamó Rahui.

–En ese caso me arriesgaré –respondió ErdoSü con determinación.

Siguieron bebiendo y platicando de otras cosas hasta entrada la noche.

 

 

Cloe tenía una sensación de pérdida. Estaba tentada a hacer una carta a ErdoSü y dársela antes de su partida. Quería hablarle del amor que sentía por él, contarle que lo veía y tocaba en sueños, que al despertar la felicidad era inmensa, que lo que más deseaba era acariciar su rostro y besar sus labios.

Cada vez que sentía dolor o alegría extrañaba a su madre quien había sido una mujer sabia y analizaba cualquier situación como si la estuviera viendo desde arriba para que no se le escapara el menor detalle. ¿Qué le habría aconsejado ante esta situación?

Como si su mamá le hablara fueron tomando forma algunas ideas en su mente.

«El amor no se puede forzar y tampoco hay reglas de que las cosas deban suceder como en una estructura o en una receta. Nos hacemos ideas por la información que recibimos desde que nacemos y si no ocurre lo que esperamos nos sentimos decepcionados. Las expectativas pueden ocasionar sinsabores, incluso las propias. El amor no tiene tiempo. Es mejor dejar que la vida nos sorprenda con lo que queremos o incluso con lo que no queremos. »

En su infinita sabiduría, Sue había preparado a su hija para afrontar la vida.

«Recuerda que no siempre tendrás la razón aunque parezca que sí. Dios estará a tu lado en todo el camino pues es una garantía que vivirás situaciones dolorosas pero saldrás adelante con su ayuda. »

 

Con estas reflexiones Cloe desistió de hacer la carta y aceptó que le dolería la partida de ErdoSü pero tenía la obligación de ser feliz y no desgastarse por una situación que no estaba en sus manos.

 

 

Llegó el día y a petición de ErdoSü, Cloe lo llevó al aeropuerto una hora antes de que llegaran Bree y Rahui para tomar un café a solas.

Se sentaron en una mesa apartada y revisaron el menú.

– ¿Puede traernos café y unos cuernitos con chocolate por favor? –pidió ErdoSü al mesero provocando en Cloe una risita. 

–Pasaré el fin de semana en Estados Unidos con mis padres y luego volaré a Europa donde visitaré algunas ciudades antes de incorporarme al trabajo en Finlandia –continuó ErdoSü.

–Aunque voy a extrañarte deseo que disfrutes esta etapa y cumplas tus metas –dijo Cloe tratando de fingir alegría.

–Podemos seguir en contacto por video llamada. ¿Te parece? Así nos pondremos al día y seguiremos cultivando esta bonita amistad. No tengo la menor intención de privarme de tu compañía aunque sea a distancia. –ErdoSü dio un apretón de manos a Cloe fingiendo cerrar un trato de negocios y luego cerró un ojo con coquetería.

Continuaron charlando y riendo hasta que se reunieron con Bree y Rahui quienes llegaron a la puerta de abordaje justo a tiempo para despedir a su amigo con un largo y emotivo abrazo.

Al intentar darse un beso en la mejilla, hubo un momento casi imperceptible en que los labios de Cloe y ErdoSü tuvieron un roce, sin embargo se apartaron rápido.

Y se marchó. Ese chico tan hermoso se fue provocando un suspiro de nostalgia en la mujer que lo amaba en silencio.



#10866 en Novela romántica
#1708 en Fanfic

En el texto hay: romance, amistad, traicion infidelidad

Editado: 07.04.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.