PlatÓnico: Nuestro Amor

CAPÍTULO 10

Gonzalo tocó el timbre y Rahui abrió cubriendo la entrada con su cuerpo en actitud defensiva.

–Necesito hablar con Cloe inmediatamente pues no me ha contestado el teléfono –dijo al chico molesto por su actitud.

–Cloe está dormida, te sugiero hablarle mañana cuando se encuentre más tranquila –informó Rahui.

–Debe ser ahora –insistió Gonzalo.

Bree se acomodó a un lado de Rahui.

–Desconozco lo que sucedió pero mi amiga llegó muy mal, nosotros somos su familia y la protegeremos de lo que sea.

Gonzalo se fue molesto sin despedirse y estuvo horas dando vueltas en su auto.

 

 

ErdoSü durmió mal y despertó temprano, se encontraba solo y eso le hizo sentir alivio. Vio la llamada perdida de las 5 am, o sea las 9 pm del día anterior en Cdmx. Eran ya las 7 am, 11pm en México. Marcó el número de Rahui y éste le contestó inmediatamente.

–Amigo, disculpa, estaba durmiendo y no escuché la llamada, ¿Qué sucede? –preguntó.

–Discúlpame tú, no tomé en cuenta el cambio de horario –dijo Rahui–. Tenemos a Cloe durmiendo en casa, llegó hace unas horas alterada y asustada pero no nos dijo qué le ocurrió. Bree tuvo que darle un té relajante. Más tarde apareció el señor Gonzalo buscándola pero no la despertamos, sospechamos que tuvo algo que ver.

Varias interrogantes pasaron por la cabeza de ErdoSü. ¿Y si la lastimó? ¿Y si quiso obligarla a hacer algo que no quería? Se quedó en silencio un momento y trató de tranquilizarse.

–Bueno, tal vez simplemente tuvieron una pelea de pareja –inquirió no muy convencido.

–Te recuerdo que Cloe no es una chica de peleas intensas y además parecía tener miedo –agregó Rahui.

En ese momento se escuchó la voz de Cloe.

–Rahui, ¿Me permites hablar con ErdoSü? –enseguida tomó el teléfono que su amigo le extendió. – ¿Podemos hacer video llamada? Quiero explicarles lo que ocurrió.

Bree, Rahui y ErdoSü escucharon atentos la narración de los hechos.

–No se preocupen –dijo Cloe al concluir–. Estaré bien. Creo es la primera vez que alguien me agrede verbal y físicamente. Sentí miedo y vergüenza por lo que dijo la señora pero ya lo resolveré cuando esté calmada y con la cabeza fría.

A ErdoSü le dolió que alguien pudiera lastimar de esa manera a Cloe, solo una persona que no la conociera podría hacerle daño. Quería estar a su lado para abrazarla, aun a sabiendas que estaba con ese hombre. Su corazón estallaba de amor.

–Cloe, lamento lo ocurrido, te recuerdo que cuentas conmigo, lo que más deseo es que estés bien.

En ese momento ErdoSü deseó que Gonzalo se disculpara con Cloe y arreglara ese desastre porque ella merecía lo mejor. Jamás tomaría ventaja de una situación que la hiciera sufrir.

Después de un rato de charla, Bree y Rahui se fueron a dormir y ocurrió algo mágico.

ErdoSü puso una canción que él y Cloe solían ensayar. Sabían los movimientos  de memoria y bailaron como si estuvieran juntos. Ambos sintieron esa magia conocida que compartían y al terminar rieron con el alma rebosante de felicidad.

 

A la mañana siguiente, a primera hora, Gonzalo llamó por teléfono a Cloe y ella escuchó hasta la tercera vez. Contestó el celular un tanto dormida.

– ¡Por favor, veámonos para platicar sobre lo sucedido! –rogó el hombre. Cloe estaba más tranquila, sin embargo no aceptó.

–Estoy segura que hay una explicación lógica pues sé que eres un buen hombre pero necesito ordenar mis ideas. No soy una persona que emita juicios sin información pero quizá la falta de ella ha contribuido a este problema y puede ocasionar otros. Cuando me encuentre preparada te buscaré y tomaremos una decisión pero por lo pronto me quedaré con Bree y Rahui.

–Será como tú desees, no olvides que te amo –aceptó Gonzalo triste.

 

 

Gonzalo estaba a punto de entrar al quirófano pero sentía que estaba en el piso emocionalmente. Como era una operación poco complicada la transfirió a otro neurocirujano y salió del hospital para despejar la mente. Decidió llamar a su hija por teléfono.

–Amy, ¿Cómo has estado? ¿Podemos desayunar juntos?

Después de comer sin apetito un plato de fruta, acompañó a su hija a acostar al pequeño Gus, quien se quedó en su recámara con la niñera.

– ¡Estoy enamorado! –soltó sin preámbulo.

Para Amy fue algo sorpresivo ya que aunque suponía que su padre había tenido algunas relaciones nunca le presentó a alguien y mucho menos le dijo haber estado enamorado más que de su madre.

–Cloe es hermosa, noble, honesta, entregada, fuerte y sincera. –Gonzalo dedicó varios minutos a describir a Cloe y sus cualidades mientras Amy sonreía–. Tiene 26 años.

Al escuchar lo último Amy se levantó alarmada.

–Papá, obviamente una chica de esa edad sólo busca tu dinero y colgarse de tu prestigio.



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En el texto hay: romance, amistad, traicion infidelidad

Editado: 07.04.2023

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