Luego de un tiempo casi todo parecía volver a normalidad para ErdoSü y Cloe. Tenían una relación bonita aunque no perfecta. Él era bastante celoso. Ella un poco menos aunque a veces no podía evitarlo. Las chicas se interesaban en su novio y no faltaba quien lo manifestara abiertamente. Ambos ponían una línea clara ante cualquier persona que les mostrara interés sentimental. Tenían por ventaja la confianza y respeto mutuo, eran prudentes y evitaban actos que pudieran lastimar al otro.
Cloe visitaba con frecuencia la casa de los padres de Bree y pedía noticias de ella pero obtenía la misma respuesta: que estaba bien y cuando estuviera lista la contactaría. La última vez derramó lágrimas de tristeza frente al hermano menor de su amiga quien se apuró a consolarla pues siempre había estado enamorado de ella. La extrañaba tanto que sentía un vacío en el pecho. También echaba de menos a Rahui, su amigo, su hermano, su chico leal. Solían hablar por teléfono pero si le mencionaba a Bree él cambiaba de tema abruptamente. Rahui estaba trabajando temporalmente en el negocio de su papá, una carnicería, lo más lejano a su personalidad y creatividad.
A veces Cloe sentía que había perdido a Bree para siempre. Dicen que perder a una gran amiga se equipara a terminar una relación de pareja. Cuando recordaba sus últimas palabras acusándola se sentía triste pero valoraba su amistad más que cualquier desavenencia. Eso le había enseñado su madre.
«No olvides que quienes te aman cometen errores al igual que tú. Muchas amistades o lazos familiares se han fracturado por una ofensa o desacuerdo porque duele más cuando la relación es cercana. El orgulloso pondrá por encima su enojo. La persona sabia valorará lo bueno y la balanza se inclinará hacia el amor y tolerancia. »
Cuando caminaba sola por los lugares que solía visitar con Bree, Cloe sentía cierto temor. Quizá lo que vivieron le seguía afectando e inconscientemente creía que alguien podía hacerle daño.
–Trata de identificar si es por la costumbre de estar siempre con Bree o un post trauma por lo que sucedió –dijo ErdoSü cuando le manifestó sus miedos.
–Creo que son ambas cosas. Lo ocurrido con Alfonso y su familia nos cambió de alguna manera –admitió Cloe.
– ¡Marchémonos! Dejemos la Cdmx y construyamos una vida en otro lugar. Tampoco estoy a gusto aquí –admitió ErdoSü.
–Estoy de acuerdo pero no deseo hacerlo sin Bree y Rahui. ¿Y si ella regresa y no me encuentra? ¿Y si piensa que la abandoné y no me contacta?
ErdoSü trató de calmar sus temores con sus besos.
–Pronto podremos irnos, ya verás –aseguró.
ErdoSü leyó el mensaje que le envió Yunuen y su cara cambió. Tomó el teléfono y llamó a Cloe.
–Te llevaré a la casa de mis padres, debo hacer un viaje rápido –le informó.
– ¿A dónde irás? ¿Puedo ir contigo? –preguntó ella.
–Prefiero dejarte en un lugar seguro, te contaré a mi regreso, confía en mí.
–Puedo quedarme aquí en el departamento o con Amy –sugirió Cloe.
–No estaré tranquilo si te dejo sola. En cuanto a quedarte con Amy, me incomodaría que Gonzalo llegara y se te acercara.
–No lo he vuelto a ver desde que lo visité en el hospital en aquella ocasión que me puse mal. Insisto, me quedaré con Amy –determinó Cloe.
Tuvieron una pequeña discusión y al final él acabó cediendo.
Bree se sobresaltó cuando tuvo a ErdoSü frente a ella. Éste quedó inmóvil con la vista fija en su vientre ligeramente abultado en su blusa entallada. Después de unos segundos se abrazaron y dieron besos en la mejilla con tanta emoción que a la chica se le humedecieron los ojos.
–Vine a buscarte, no me iré sin ti –informó ErdoSü.
Bree había estado trabajando en la Riviera Nayarit. Tenía una tía en Sayulita con la cual se estaba quedando.
– ¿Por qué Rahui no sabe de tu embarazo? –reprochó ErdoSü.
–Estoy tomando el tiempo que necesito para dejar atrás lo que sucedió. Sé que todos fuimos afectados pero estarás de acuerdo que yo llevé la peor parte. Por supuesto, deseo ver a Rahui pero ahora estoy apenada, creo que me rechazará después de la forma en que lo dejé. También extraño a Cloe, fui injusta con ella y quizá no me perdone –Bree no era una mujer que se doblara fácilmente así que se tragó las lágrimas nuevamente.
–Cloe te añora y espera día tras día. Rahui trabaja con su papá, se fue porque no soportó estar sin ti en la Cdmx y lo entiendo. Es tiempo de regresar. Ven conmigo, iremos por Rahui. Dejaremos juntos la Cdmx y llevaremos a cabo los planes de vida de los que les hablé.
–Necesito pensarlo –dijo ella.
–Bien, me quedaré contigo mientras piensas –aseguró ErdoSü.
Amy intentaba seguir adelante, los golpes habían sido fuertes y aún despertaba por las noches llorando. El bebé y ella habían heredado los clubes deportivos y una cuantiosa fortuna. Cloe la visitaba con frecuencia y le brindaba apoyo y amistad sincera pues estaba infinitamente agradecida de que los hubiera salvado de la maldad de su familia política aun poniéndose en riesgo.