CAPÍTULO 30

La empresa fundada por los cuatro chicos inició con el pie derecho. Un par de proyectos grandes en la Cdmx los mantuvieron trabajando de sol a sol los primeros meses.

Rahui estuvo al lado de su esposa las 8 horas que precedieron el nacimiento de la pequeña Suré. Ambos lloraron de felicidad cuando escucharon su primer llanto. Los padrinos ErdoSü y Cloe esperaban afuera junto con los abuelos paternos y maternos. Reinaba un ambiente tenso debido a los nervios pero cuando Rahui apareció con el pequeño cuerpecito se amontonaron para ver a la bebé. No faltaron sollozos y exclamaciones de júbilo.

ErdoSü y Cloe habían decidido esperar para ser padres pues deseaban viajar a Turquía antes de ello. Estaban conscientes que todo cambiaría con la llegada de un niño así que disfrutaban su mutua compañía y sexualidad mientras les fuera posible. También querían hacer crecer la empresa e iban por buen camino.

Cuando Suré cumplió seis meses, Cloe y Bree abrieron una escuela de baile para niños y adultos, un sueño que por fin se hacía realidad.

Bree decidió seguir siendo socia no activa de la empresa pues quería dedicar tiempo a su hija y enfocarse de lleno en la escuela.

Cloe dedicaba parte del día a trabajar con su esposo y por las tardes se ocupaba de dar clases de baile junto a su amiga.

Suré se acostumbró a dormir con el sonido de la música y los pasos de los danzantes.

ErdoSü acudía dos veces por semana a la clase que impartía Cloe y bailaban como parte de la enseñanza a los alumnos. Era inevitable que chicas y grandes suspiraran por ese chico guapo.

Los celos era un tema que ErdoSü y Cloe tocaban con frecuencia para darle la importancia que tenía. Habían prometido ser honestos y platicarse todo, evitar malentendidos así como desahogar lo que hubiera en el corazón y en la mente. Al inicio de su matrimonio evitaban hablar de Bego y Gonzalo porque aunque eran parte del pasado no querían llevarlos a su presente.

Rosario y Kerim estaban felices de tener a su hijo y nuera cerca. Cloe encontraba en Rosario una amiga totalmente imparcial y práctica que sabía dar una opinión o consejo siempre y cuando se lo pidieran.

Kerim sentía cierta preocupación de que ErdoSü no se hubiera dedicado al negocio familiar, sin embargo estaba orgulloso de su éxito y felicidad. A veces pensaba en el futuro de su empresa una vez que él ya no pudiera hacerse cargo.

–No te preocupes, eres un roble y vivirás tantos años que alguno de tus nietos se pondrá al frente de ella y la hará crecer incluso más –lo tranquilizaba su esposa.

ErdoSü introdujo a Rahui en un pequeño círculo de amigos que tenía en la ciudad. Se juntaban con frecuencia a jugar baloncesto, beber una copa, ver algunos partidos o simplemente charlar.

Cloe pasaba tiempo con Bree disfrutando a la pequeña Suré. Se habían hecho amigas de algunas chicas de la escuela de baile y con frecuencia salían en grupo.

La vida parecía sonreírles después de los momentos caóticos que habían enfrentado antes de casarse.

Gonzalo tomó por costumbre llamar por teléfono a Cloe cada cierto tiempo para platicar, saber de ella, ponerse al corriente y ofrecer su amistad de forma incondicional. En un principio la chica sentía desconfianza pero poco a poco fue aceptando ese inofensivo intercambio telefónico.

ErdoSü no estaba de acuerdo y cada que Cloe le contaba tenía una sensación de malestar, dejaba de hablarle por horas, se volvía huraño y taciturno. Había prometido no prohibir algo a su esposa y dejar que aplicara su criterio pues le tenía total confianza así que prefería rumiar su coraje solo. Cuando regresaba, ella lo llenaba de besos y le ofrecía tranquilidad, no le gustaba que su esposo la pasara mal y menos por causa suya pero sabía que las llamadas de Gonzalo eran inofensivas.

Amy solía visitar a sus amigas en Pachuca acompañada de Gus cada que tenía oportunidad. En una de esas ocasiones llevó a su novio. Cloe y Bree se alegraron por ella y los chicos lo aceptaron como un nuevo compañero.

Cuando ErdoSü cumplió 32 años fue padre de unos hermosos bebés gemelos idénticos a él. Los nombraron Alí y Nebi. Su llegada colmó de dicha los corazones de sus padres y abuelos.

Cloe se recuperó pronto mientras la vida se convertía en algo caóticamente hermoso.