PlatÓnico: Nuestro Amor

CAPÍTULO 37

ErdoSü prefirió llegar a su casa esa noche pues había bebido y el jardín de sus amigos no era buena opción. Nunca fue un hombre que abusara de la bebida así estuviera pasando por malos momentos pero esa noche entró a un bar y se le pasaron las copas.

Al meter la llave en la puerta tocaron su hombro y volteó asustado. Luisa estaba detrás de él con una gran sonrisa; no había dejado de llamarlo a pesar de que no le contestaba.

–Hola mi amor. ¿Puedo acompañarte un rato?

–Haz lo que quieras. –ErdoSü entró a su casa, se tumbó en un sillón de la sala y se quedó profundamente dormido.

Después de revisar cada rincón la chica se tomó varias fotos en ropa interior besando a ErdoSü, acostada en la recámara matrimonial y en el baño. Quien viera las fotos aseguraría que acababan de tener sexo. Sabía que su esposa lo había dejado y esperaba clavarle la estocada final a su matrimonio. Pronto caería rendido en sus brazos. Tomó el teléfono de ErdoSü, buscó el número de su esposa, y le envió las fotos. Al ver que no se entregaban, le marcó.

Cloe había cambiado su número telefónico pero ErdoSü no lo sabía así que no hubo respuesta.

La chica, contrariada, buscó otro número que pudiera servirle y encontró uno registrado como “Mamá”, lo guardó y le envió las fotos también.

 

Rosario estaba en el jardín con Cloe, Ayrton y Luis pasando un momento agradable. La compañía de los dos hombres alegraba sus noches.

Revisó su teléfono que mandaba notificaciones una tras otra. Al ver las fotos fingió lo mejor que pudo y con un pretexto se marchó a su recámara. Marcó  a ese número y le contestó una voz juvenil.

 

– ¡Hola suegrita! Quiero decirle que mi futura casa me encanta y su hijo me gusta aún más.

–Voy a llamar a la policía. –Hirviendo de coraje,  Rosario colgó y llamó a un alto mando de la gendarmería de Pachuca que era buen amigo suyo.

–Fausto, estoy fuera del país pero una delincuente irrumpió en mi casa, te agradeceré que vayan a detenerla.

–En 15 minutos estaremos ahí –aseguró el comandante.

Al colgar, la señora marcó a Rahui,

–Hijo, esa mujer está en la casa. Llamé a la policía y ya van para allá, por favor ve a asegurarte que la saquen de ahí.

Rahui se dirigió con rapidez a la casa de ErdoSü y golpeó la puerta con fuerza, luego recordó el timbre y lo tocó varias veces.

Luisa abrió con actitud desafiante pero al verlo esbozó una sonrisa.

–Cariño, eres tú, pasa.

El tranquilo Rahui jaló su brazo y la sacó de la casa.

–Te advierto que si no dejas en paz a mi amigo y su familia encontraré tu debilidad y haré tu vida miserable.

La policía llegó en ese momento y el comandante se dirigió a ellos.

–Estamos aquí para atender el reporte sobre una mujer que irrumpió en la propiedad sin permiso –dijo Fausto.

Luisa se asustó y se alejó corriendo.

–Necesitamos que el dueño de la casa interponga una denuncia contra la mujer, de lo contrario nada podemos hacer –aclaró el agente.

–Te agradezco, espero que con este susto entienda que no puede allanar propiedad ajena. –Rahui despidió a los policías y entró a la casa.

 

Al día siguiente, Rosario hizo video llamada a su hijo. No habían hablado mucho desde los sucesos de aquella noche en que le dio la bofetada.

ErdoSü despertó y se conectó con su madre.

–Hijo, te conozco y aunque parezca lo contrario estoy segura que tu familia aún te importa, por eso quiero rogarte que dejes de hacerles daño.

ErdoSü trató de despabilarse, tenía cierto malestar por el alcohol ingerido. Vio que Rahui estaba durmiendo en el otro sillón pero no recordaba cómo había llegado ahí.

–Madre, si no hablo con ellos es precisamente para no hacerles más daño.

– ¿Por qué metes a esa mujer a la casa? Aunque tu familia no esté ahí es una falta de respeto –la señora no podía ocultar su molestia.

–No sé de qué hablas mamá.

Rosario narró lo ocurrido la noche anterior y él se llevó las manos a la cabeza maldiciendo.

–Anoche bebí mucho y no recuerdo qué sucedió pero te aseguro que no tengo algo con ella –afirmó ErdoSü.

–Tus hijos preguntan por ti, el bebé necesita oír tu voz desde el vientre. Pase lo que pase en tu relación con Cloe debes estar presente en la vida de los niños.

–Gracias por ayudar a mi familia en estos momentos mamá. Eres una bendición para todos –dijo ErdoSü.

–Te amo hijo y comprendo si estás tomándote un tiempo para enfrentar la situación pero tarde o temprano tendrás qué actuar.

 

 

Geo era el ayudante de Ayrton, tenía 25 años y cuando conoció a Cloe se sintió atraído por su belleza. Era un chico bromista, extrovertido y bastante simpático.



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En el texto hay: romance, amistad, traicion infidelidad

Editado: 07.04.2023

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