«Te perdono y nos daré la oportunidad porque eres un hombre de incalculable valor. De ti he recibido demasiado, eres amigo, confidente, esposo, amante, padre y con los ojos cerrados pondría mi vida en tus manos. Cometiste un error porque eres humano y es algo que nos puede pasar a todos a cualquier edad, de joven o de viejo. He decidido amarte cuando todo marche bien y también cuando las cosas vayan mal, porque de lo contrario no sería amor. Siempre me has tratado como si fuera valiosa y me esperaste con infinita paciencia hasta que estuvimos juntos. Me dolió lo que sucedió pues obviamente para cualquiera es brutal vivir algo así, es un golpe del cual algunas personas no pueden recuperarse. Si volviera a ocurrir, me alejaría definitivamente pues es mejor recordar la belleza de lo que fue y no desvirtuarlo con una vida de pleitos. Es necesario perdonarnos y aceptar cada falla o acierto como parte de nuestra historia. He sido bendecida con tu amor y el resultado son nuestros tres hermosos hijos. Sigamos recorriendo juntos este camino.» Cloe.
«Te amo infinitamente. Desde que te conocí desee pasar la vida contigo y siempre será así. Valoro cada instante a tu lado, nada te falta o te sobra, eres la mujer perfecta para mí. Nuestra historia es y seguirá siendo maravillosa El resto de mis días viviré agradecido por esta oportunidad y ten por seguro que preferiría cortarme un brazo antes que volverte a fallar. Gracias por ser tú. Gracias por nuestros hijos. Gracias por ser fuerte, valiente y decidida. Gracias porque a pesar de que cualquier hombre que te conozca acaba enamorándose me escoges. Sigamos adelante, te amo.» ErdoSü.
Asli era una bebé tranquila, comía, dormía y sonreía con frecuencia. ErdoSü no podía soltarla, estaba loco por ella. Veía a sus dos varones y de alguna manera le parecían fuertes, grandes y rudos. Su niña era tan delicada, tomaba sus manitas, las olía y las besaba. Si lloraba corría a cargarla y le cantaba mientras la paseaba.
Cloe se embobaba viendo a ese hombre de 1.90 m volverse un mar de ternura. Estaba cansado y desvelado al igual que ella pero tal y como lo hizo con los gemelos disfrutaba cada momento con su hija.
Después de unos días, Cloe recibió la visita de Luis, Geo, Ayrton y algunas personas de la oficina a quienes mostró orgullosa a la pequeña Asli.
– ¡La pequeña Cloe! –exclamó Ayrton tomando a la bebé en brazos. Su cara se iluminó con un reflejo de anhelo y emoción.
ErdoSü observaba la escena con molestia, solo soportaba a ese tipo porque su esposa lo apreciaba.
Más tarde, Rosario invitó a su hijo a caminar pues Cloe y la bebé dormían.
–No tengas sentimientos negativos hacia Ayrton. Él fue una tabla de salvación para Cloe y los niños cuando estaban a la deriva, incluso a mí me hizo bien su presencia. Nos brindó desinteresadamente lo mejor de sí.
–Madre, no lo romantices pues no fue algo desinteresado, deseaba quedarse con mi mujer y mis hijos. Por suerte dentro de cinco meses, cuando acabe el proyecto, podremos regresar a Pachuca.
–Hijo, un hombre sabe perfectamente cuando una mujer no será para él. Aunque esté enamorado, Ayrton está consciente de eso.
A diario, ErdoSü y Cloe dejaban a Asli en manos de Rosario para llevar a los gemelos a la escuela, luego entraban tomados de la mano a la empresa como si fueran novios. ErdoSü se sumó al proyecto pues trabajaban a marchas forzadas para concluir satisfactoriamente en el tiempo programado.
Ayrton temía que llegara el día en que Cloe tuviera qué marcharse. A veces deseaba que fuera parte de su familia, su hermana, su hija, lo que fuera con tal de tenerla en su vida, independientemente del amor que sentía la consideraba una mujer cuya presencia le brindaba bienestar.
Después de la abstinencia obligada, ErdoSü y Cloe retomaron su sexualidad con la intensidad de antes. Él estaba loco por su esposa, parecía recién casado y no perdía oportunidad. Daba la impresión de que la separación había tenido un impacto positivo en su relación.
Ayrton abrazó largamente a Cloe ante la mirada impaciente de ErdoSü. Ella no pudo evitar las lágrimas.
–Prometo que estaremos en contacto y mantendremos esta hermosa amistad –dijo. Después abrazó a Geo quien no ocultaba su pesar.
–Estoy feliz de haberlos conocido y llevo en mi corazón este tiempo maravilloso en que convivimos –confesó Rosario a los dos hombres. Ayrton la besó en la mejilla conmovido.
Los niños se despidieron entre exclamaciones de alegría y tristeza. ErdoSü dio la mano a ambos hombres.
El avión partió y dijeron adiós a Brasil, habían conocido gente maravillosa y se llevaban un buen sabor de boca.
Bree y Rahui recibieron a sus grandes amigos con alegría pues los habían extrañado. Bree se emocionó con la pequeña Asli.
–Por fin conozco a mi nueva hermana –exclamó Suré.
En un abrir y cerrar de ojos ErdoSü y su familia se volvieron a adaptar y fue como si nunca se hubieran ido.