—Y por esas mismas razones debes avisar, niña. No sabía qué decirle a la maestra, se supone que soy tu mejor amiga y realmente no sé casi nada de ti —Yuqi bufó bebiendo de su jugo de fresa. Le dio una mirada a Misuk de reojo, y suspiró antes de volver a hablar—. Perdón por estarte forzando. Habla conmigo cuando puedas y sientas la confianza. Igual estaré aquí, así que, bueno.
Misuk le dio una pequeña sonrisa para después continuar arrancando el pasto bajo sus dedos. Se sentía mal por hacer eso, pero estaba tan nerviosa... No quería que Yuqi pensase mal de ella.
Pero era de Yuqi de quien se trataba. Yuqi no iba a dejarla.
—Me avergonzaba decírtelo. De repente es muy tonto de mi parte ocultar algo como esto, pero...
Y Misuk le contó todo; desde el asunto con Jimin y Soojin, su relación con Taehyung y el trato, y aún más importante, la situación con sus padres.
¿Lo mejor de todo? Yuqi en ningún momento la juzgó; jamás mostró una mirada de desagrado o una de ridiculez. Lo único que vio en el rostro de su amiga, fue una triste sonrisa y una mirada de comprensión. Entonces se vio envuelta en el abrazo de una amiga que hace mucho estaba necesitando.
—Eres una tonta, debiste habérmelo dicho. No es como que tu tengas la culpa de todo lo que has pasado —se alejó y golpeó suavemente su frente—. Tonta. Al menos ahora comprendo muchas de tus actitudes.
—Lo siento... —Misuk se disculpó una última vez.
—Deja de hacerlo, no has hecho nada malo. Al fin y al cabo tenías miedo —se encogió de hombros—. Ya no te gusta Jimin, te gusta Taehyung, así que no te preocupes.
—No estoy tan segura...
—Ay por favor, ni tú te crees ese cuento. Te gusta y lo sabes, no hay nada de malo con eso —se puso en pie, la campana había sonado—. Vamos, dilo en voz alta. ¿Te gusta Kim Taehyung?
Misuk sonrió imitando la acción.
—Me gusta Kim Taehyung —dijo con las mejillas rojas—. Me gusta mucho.
Yuqi la codeó. Juntas comenzaron a caminar hacia su salón.
—¿Viste? No era tan difícil admitirlo —suspiró de manera divertida—. Ya te perdimos, Chica Consejos. Ahora eres otra más de su club de fans. Ah, no, espera. Que tú sí que lograste salir con él en serio.
—Ya... —Misuk moría de vergüenza.
—Y tú le gustas también, ya veo llorando a las estúpidas que le siguen como séquito cuando acepten que Yang Misuk ganó el corazón del chico más popular de la escuela.
—Yuqi ya —se cruzó de brazos—. Te molestaría pero no te gusta nadie.
—No hay nadie que alcance lo que yo busco —se encogió de hombros—. Pero Hwang Hyunjin sí que es lindo.
—Tiene novia.
—Exacto, por eso sigo aquí —bufó. Entonces detuvo el paso—. Por cierto, deberías decirle a Taehyung tus sentimientos. No creo que él haya cambiado de parecer, para mí que él sí que te quiere.
Misuk comenzó a jugar con sus dedos.
—No estoy tan segura de eso...
—Bueno, al menos igual habla con Soojin y Jimin. Diles la verdad, así quitarás esa carga de tu corazón.
Misuk lo pensó un poco antes de asentir.
—Está bien, se los diré todo hoy mismo.
[...]
—Adiós Soojin... —Yeri dijo, pero la mayor ya se había ido—. Ya me aburrí, todo es incómodo porque ustedes están peleados —se quejó con Jimin mientras este terminaba de secar los platos—. Por favor, soluciónenlo. Este lugar es conocido por su concordia; no vamos a cambiar eso —después de eso, su rostro volvió a ser sonriente como siempre—. Haechannie, Chanyeol, ¿vamos?
—Voy con ustedes también —Jennie se abrochó el saco—. Hoy voy por el mismo camino que ustedes.
—¡Nos vemos Misuk, lo mismo para ti Jimin! —terminó de decir Haechan antes de que todos se retiraran por el marco de la puerta.
Parece que no podía hablar con Soojin aún, pero al menos Jimin estaba ahí. Tomó una gran bocanada de aire antes de dar media vuelta y encarar al chico frente a ella.
Jimin había estado con el ceño fruncido la mayor parte del día; sin embargo, al verla, todo gesto de molestia fue reemplazado por una bonita sonrisa.
—¿Te acompaño?
—Tengo que contarte algo que me he estado guardando —dijo finalmente, tratando de no perder la valentía—. Por favor, no hables hasta que termine.
Jimin asintió algo confundido.
—Fuiste mi primer amigo aquí, Jimin. Antes de mudarme, temía estar sola, pero llegué a este lugar y tú no dudaste en acercarte y tratar de ser mi amigo. Con tu ayuda, todos aquí se volvieron personas importantes para mí —le sonrió—. No pude evitarlo, me gustaste —respiró hondo—. Me gustabas, Park Jimin. Incluso antes de conocer a Soojin, incluso antes de estar con Taehyung, me gustabas —los ojos del contrario no podían estar más abiertos de sorpresa—. Tenía miedo, porque también adoro a Soojin, ella es como la hermana mayor que nunca tuve y es igual de importante que todos ustedes para mí. Pero entonces comencé a tener sentimientos negativos respecto a ella y me asusté de mí misma; no quería ser esa clase de persona. Tenía que alejar mis sentimientos de ti —sonrió más grande—. Lo logré, Jimin, así que no te preocupes. Hoy en día aún te quiero, pero después de todo, como ese amigo que siempre va a estar allí. Ahora mis sentimientos le corresponden a otra persona. Finalmente Soojin y tú pueden ser felices, ya no siento nada por ti. Ustedes son la pareja más bonita que he visto, así que por favor, no estén pelea...
Misuk no pudo continuar. De un momento a otro Jimin se había acercado a ella, envolviendo su brazo alrededor de su cintura, tomando su mejilla con su mano libre, y posando sus labios sobre los de ella.
Misuk al mismo instante comenzó a tratar de empujarlo, pero él hacía presión negándose a dejarla ir y comenzando a mover sus labios. No sabiendo qué más hacer, pisó su pie y lo empujó lo más que pudo. Iba a gritarle hasta que sus ojos se posaron en las personas a través de la vitrina.