—Despierten dormilones, tienen escuela —Wonyoung los sacudió con fuerza.
Al abrir sus ojos, Taehyung y Misuk se encontraron con el rostro del otro tan cerca, que se apartaron de manera rápida. La chica no midió la distancia y terminó dando con el trasero en el suelo.
—Son un desastre, los quiero mucho —Wonyoung se burló—. Por cierto, gracias por mi nuevo fondo de pantalla. Ya me voy, se me cuidan; buen día.
Los mayores se miraron y ladearon la cabeza sin comprender a lo que Wonyoung se refería con un "nuevo fondo de pantalla". Escucharon la puerta cerrarse, y recordaron la situación en la que despertaron. Con las mejillas sonrojadas, Misuk volvió a tomar asiento a su costado.
—Parece que hoy salió el sol —comentó Taehyung cortando el silencio.
—Sí, el invierno por fin se acaba...
Evitaron la mirada del otro sintiéndose nerviosos. Entonces el recuerdo de lo sucedido con Jimin regresó a la mente de Misuk. Volteó a mirar al de cabellos chocolate y retomó la palabra.
—Soojin estaba allí también. Lo vio todo, espero no haya malentendido las cosas. Igual le contaré todo personalmente y me disculparé con ella.
Taehyung asintió poniéndole atención.
—Creo que es obvio, pero ahora las cosas entre Jimin y Soojin no están bien...
El chico asintió.
—Sinceramente, cuando únicamente los veía acompañándote a casa antes de... iniciar con esto —sus orejas se colorearon ligeramente— yo en serio creía que ambos se amaban. Hasta como tú dices, los veía como la pareja perfecta. Jimin se veía seguro de quererla, pero ahora... —Taehyung miró a Misuk a los ojos—. Se veía muy afectado al verla allí ayer. Pero no había miedo en sus ojos, sino confusión y culpa. Debe ser difícil creer que te conoces perfectamente y de un momento al otro ya no saber qué es exactamente lo que deseas. Al final no puedo juzgarlo, cada persona lucha su propia batalla.
Ahora fue el turno de la menor concordar con él. Nuevamente se sumieron en un silencio, y únicamente se oía el cantar de los pájaros al ser un día soleado. Sintiendo sus mejillas volver a calentarse por lo que estaba por decir, Misuk tomó todo el valor que pudo y habló.
—Taehyung, yo... —casi calla en el momento que sus ojos encontraron los contrarios— en... en serio quiero decirte algo. Pero antes me gustaría resolver ciertos asuntos... —Taehyung la miró curioso y ella pasó saliva—. ¿Podrías esperarme hasta entonces?
Creyendo que se trataba de otro misterio sobre su pasado, Taehyung asintió y le sonrió con tranquilidad. Se sumaron en una competencia de miradas, hasta que la chica pareció recordar algo.
—Dios, tengo que irme a alistarme, vamos a llegar tarde.
Si Haechan y Yeri pensaban que la situación no podía ponerse más incómoda, estaban en todo lo contrario. Ahora sus ojos iban de un lado al otro mientras sus demás compañeros acomodaban todo para finalmente irse al ya haber culminado el horario del día.
—Ahora no son solo ellos dos, sino que el trío completo —murmuró la rubia a su mejor amigo.
—Creí que si había una discusión entre alguno de nosotros, sería entre tú y yo. Jamás pensé que sería entre la pareja y su hija —Haechan suspiró.
—Hey, no se habla a espaldas de los demás. Menos si son mayores que ustedes —regañó Jennie.
—Es cierto —concordó Chanyeol—. ¿Los llevo a casa?
—Claro padre —Haechan y Yeri respondieron al unísono—. ¿Mamá vendrá con nosotros?
Jennie se sintió sonrojar.
—Yo no quiero a estos demonios como hijos.
—Gracias mami, también te amo —Haechan la abrazó—. ¿Nos vamos? Siento muy incómoda la atmósfera por allá —miró de reojo a los tres restantes.
La mayor los miró. Efectivamente, algo había ocurrido. Resopló esperando que lograran arreglar las cosas, no quería que todo siguiera así entre sus amigos.
—Sí, ya vámonos.
Pronto, Misuk, Soojin y Jimin se hallaron nuevamente solos. La menor pudo oír perfectamente la conversación entre los dos soles de su grupo, y si era sincera, ella tampoco se había imaginado que alguna vez los tres se hallarían en esa situación.
Había sucedido lo que ella quería evitar.
Estando a punto de hablar, se sorprendió cuando de un momento al otro tuvo a la mayor frente a ella. Al parecer había estado tan enfocada en sus pensamientos, que no dio con que esta se dirigía hacia ella.
—Misuk, no te mentiré, escuché su conversación ayer —la mencionada abrió sus ojos en sorpresa y estuvo a punto de hablar, pero ella lo impidió—. No tienes que explicarme nada, te entiendo. No fue tu culpa después de todo —le dio una sonrisa triste y Misuk comenzó a lagrimear—. Te quiero mucho; quisiste obligarte a cambiar tus sentires solo para protegernos. Eres maravillosa, te adoro. Aún así voy a regañarte —se apartó y la miró con el ceño fruncido pero juguetona—. ¿Quién te hizo pensar que podías jugar con tus emociones? Ese Taehyung debe ser un gran chico, porque uno no decide cambiar lo que siente así como así —golpeó su frente con su dedo índice. Finalmente, se apartó sonriéndole en grande—. No te angusties más por esto.
—Lo lamento Soojin —igual se disculpó.
Soojin acarició su cabeza.
—Está bien —miró detrás de ella, Jimin les daba la espalda a ambas—. ¿Te importaría dejarnos a solas? —volvió su mirada a la de cabellos cortos y le sonrió triste—. Tenemos que conversar.
—Por supuesto —la abraza—. Nos vemos...
Una vez la menor se fue, Soojin caminó insegura hacia el chico. No, de hecho, sabía exactamente lo que estaba por hacer, pero tenía miedo.
Y mucha, mucha tristeza.
—Jimin —llamó.
El chico volteó pero incapaz de verla a los ojos, dirigió su mirada al suelo.
—Lo he estado pensando —comenzó, tomando asiento y siendo seguida por Jimin—. Había tenido más novios antes, pero ninguno lograba hacerme sentir feliz del todo. Pensé que siempre sería así hasta que te conocí —le sonrió—. Eres una persona muy alegre, pero también eres tranquilo. A parte de ello, eres un buen amigo y trabajador. Lo cariñoso no te falta, y además, confiabas mucho en mí. Para mí, sin duda eras como el mar. Tu amor es inmenso y cada día conocía algo nuevo sobre ti; tenías tus días calmados y otros más alocados. Dios, yo en serio te amo.