—Y así, señoras y señores, pasó lo pensable —Yuqi suspiró—. La Chica Consejos y el Playboy, oficialmente rompieron. Lo que predecían las páginas de chismes de la escuela se hizo realidad, y ahora nuevamente los pasillos se llenan en las mañanas cada vez que Taehyung llega a su salón, pues casi todo el alumnado quiere "contemplarlo" de cerca.
Misuk ignoró el hecho de que su amiga se pusiese de pie de repente y golpease la mesa, atrayendo las pocas miradas de los que se encontraban en el salón a la hora del almuerzo.
—Sé que ya ha pasado casi un mes, pero no puedo simplemente aceptarlo —la de rulos se cruzó de brazos—. No acepto tu justificación, esto no debería ser así.
Misuk ladeó aún más la cabeza, alejando su vista de ella.
—Disculpen, ¿creen que puedan irse? —pidió Yuqi al grupo que quedaba en el aula.
—¿Por qué? Este salón no es de tu propiedad, podemos quedarnos si queremos —respondió su compañera.
—Siempre termino discutiendo contigo —rodó los ojos y se acercó a ella con el ceño fruncido—. Ustedes nunca se quedan en clase cuando hay receso. Esta última semana lo han estado haciendo porque quieren andar de chismosos.
—Eso a opinión tuya —se defendió un chico—. Simplemente estamos cansados y nos queremos quedar.
—Muy bien, entonces supongo que si Misuk y yo nos vamos no nos van a seguir.
—Exacto.
—Bien —dio media vuelta, tomando a su amiga del brazo—. Nos vamos.
La chica se dejó arrastrar a donde sea que Yuqi la llevase. No le daba mucha importancia, aún sentía mucho dolor en el pecho de solo recordar lo sucedido semanas atrás.
—No puedo creer que no los pude cuadrar —Yuqi se quejó—. Al menos tuve la última palabra —se sentó en el pasto; Misuk copió la acción—. Ya puedes llorar.
Trató de no darle la cara cuando, efectivamente, las lágrimas cayeron. Sí, se merecía todo ese dolor. Aún más con todo lo que le dijo a Taehyung ese día.
Cuando le contó a Yuqi lo sucedido, esta dijo: "Tienes 20 minutos para darme una buena explicación antes de que te mate"; hasta que oyó efectivamente el llanto de su mejor amiga, y le dijo lo más comprensiva posible: "¿Qué sucedió?".
—Taehyung merece algo mejor que una chica que tiene complejos consigo misma y que en parte aún le tiene miedo. Estoy traumada y rota, nada bueno le voy a traer —le contó Misuk esa tarde, con la voz casi perdida después de haber pasado horas llorando—. Taehyung por razones personales, necesita de alguien que le dé la seguridad de que siempre va a estar allí; que no lo va a abandonar. Dios, lo conozco bien, él dijo que se podría a la distancia, pero no iba en serio. Ambos sabemos que de esa forma no dudaría, él solo quería reconfortarnos a Taehyung merece a una persona libre de problemas psicológicos que pueda amarlo de manera adecuada. Todo lo que él merece es eso y más.
Yuqi solo la había abrazado y la dejó desahogarse por el resto de la tarde. Ahora mismo, no podía con la culpa. Definitivamente había salido a la luz la noticia de su roptura, pues ya ni se dirigían la palabra. El tema era, que así como Taehyung soltero había vuelto, el playboy se había ido.
Oía a las estudiantes quejarse de que él rechazaba a todas; ningún roce de labios les daba.
Misuk no sabía si era algún método de Taehyung para "respetar" el término de su relación, o si solo para cargar su consciencia de que Taehyung no era el mismo de antes.
Y todo por su culpa.
—Bueno, yo sé que esto a los dos se les va a pasar, lo prometo —Yuqi interrumpió sus pensamientos—. Ya no llores que se te caen los mocos.
La de cabellos cortos rió empujando a su amiga juguetonamente; Yuqi también le devolvió el gesto.
Dio un fuerte respiro, y sintió su cara doler después de que finalmente sonreía desde hacía un mes. Sin duda sus mejillas se resintieron con ella, pero iba a estar bien.
Después de todo, de algún modo, muy dentro de ella sabía que no durarían.
Porque dos personas rotas, por más que prometiesen curarse, solo lograrían destruírse en pedazos el uno al otro.
Una semana más tarde...
El día de la graduación había llegado, Misuk sonrió con nostalgia viendo los pasillos casi vacíos. Estaba agotada, todo el día estuvo de allá para acá, hasta sus amigos del restaurante le hicieron una fiesta de despedida. Sin duda los iba a extrañar.
—¡Misuk!
Volteó al escuchar esa voz ligeramente familiar. Dahyun se acercó a ella a pasos veloces y se inclinó apoyándose en sus rodillas, en un intento de recuperar el aire.
—Misuk...
—Dahyun, no deberías estar aquí —Misuk palmeó su espalda cuando la mencionada comenzó a toser—. Aún te queda un año, así que disfruta mucho de la escuela.
—Quería agradecerte, Misuk —continuó—. Todo está bien con mi padre, realmente lo está. De no ser por tu consejo, yo no hubiera sabido qué hacer y... —Dahyun le sonrió en grande—. Gracias. En serio te deseo la mejor de las suertes.
Misuk revolvió sus cabellos, parece que después de todo aquella manía de Jimin, de algún modo se le había pegado.
—Fuiste muy valiente, agradécete a ti misma.
Dahyun pareció aguantarse el llanto. Se despidieron antes de que la mayor caminase pasos afuera del recinto. Cada vez que miraba a su alrededor, diversos recuerdos venían a su mente.
Puede que haya sido difícil y no muchos llegaban a comprenderlo, pero la escuela era sin duda una de las mejores etapas de nuestras vidas. Tal vez no para todas las personas; sin embargo, para alguien como Misuk, incluso los recuerdos más dolorosos de alguna forma eran los más hermosos.
Detuvo sus pasos en cuanto en su rango de visión hacia el suelo pudo ver una sombra familiar. Tímidamente, alzó la cabeza. Al parecer iban en sentidos contrarios.
Irónico; pensó.
Taehyung parecía tampoco saber qué decir; Misuk se sintió mal. No quería que las cosas terminasen de esa forma, menos cuando habían pasado por tanto juntos.