CAPITULO 7

Micah.

Cerré los ojos sintiendo el alivio del hielo en mi mejilla. La pelea había terminado,yo había vencido a la vista de los demás, pero no para mi. Me había derrotado, aun con mis años de entrenamiento ella tenía más capacidad en la pelea física. Sus golpes eran impredecibles, su mente era un rompecabezas que no lograba armar.

-Me comentaron sobre el combate, ganaste - llegó Leticia con más hielo en la mano. 

-Me dieron una fuerte paliza - me reí hasta que sentí el frío en mi pierna, el dolor seguía y con el ligero contacto mi pierna liberó un reflejo apartándose.

-¿Escogiste ya a los novatos que te acompañarán? - solo asentí con dolor. -Sigo pensando que es suicidio al ir con cadetes sin experiencia.

-Igual yo, pero no arriesgaron soldados por un agente que decidió por voluntad propia quedarse. - alce los hombros, ambas nos quedamos en silencio hasta escuchar la suela de botas acercarse.

-¿Cómo se encuentra, teniente? - me pregunto Edrick serio. 

-No es la gran cosa. - le sonreí pero derrumbé esa sonrisa al ver que no me la devolvió. - Ya escogí a los que llevaré conmigo 

-Reuniré a los cadetes. Avisele a una enfermera si necesita algo, me comunicare cuando los cadetes terminen su prueba de resistencia. - se retiró sin decir otra palabra.

Edrick cuando es lo suficientemente serio sin demostrar algún sentimiento es por la cólera que lleva en sus hombros e intenta controlarla. Algo pasaba pero no era el momento para concentrarme en ello. 

Leticia recibió una orden directa del coronel solicitando su presencia en su oficina, no era un buen día lleno de grandes noticias. Intenté levantarme pero solo hacía muecas de dolor.

Emily, una de las enfermeras más capacitadas en el departamento se acercó feliz dando la orden del capitán para que me dirigiera hacia la sección de entrenamiento. Con esfuerzo me levanté, respire hondo y fui directo a donde estaban.

Caminar era una condena para mi cuerpo entero. "Pasaré unos buenos días en cama" supuse, pero solo era un deseo. Mi amiga, la persona con la cual estuve en combate, cubrió mi espalda y salvo mi maldita vida, fue ella, no podía quedarme de brazos cruzados mientras ella arriesgaba su vida.

Abrí la puerta, entrando a la sección. Todos los novatos estaban descansando, hidratándose y mi enfoque se fue en los cinco cadetes que luego de esta misión, serían soldados del FMI.

-¡Levántense! La teniente les hablara. - dio un paso atrás Keir. Todos acotaron su orden con afán.

-Como bien ustedes saben, estas pruebas tardan siete días mínimo. Pero por urgencias imprevistas, tuvimos que acortar las pruebas en dos días. -intente disimular mi cansancio y dolor y continúe. - Ya tengo tomada la decisión de los cinco cadetes que entraran como soldados del FMI. Por favor, capitán.

-A los que menciona, den un paso al frente. - El capitán observó el papel en su mano donde había anotado a los que veía más capacitados. - Keysha Russo.

Todos aplaudieron dándole apoyo y ánimos, ella dio un paso al frente con alegría y orgullo de conseguirlo.

-Michael Costa, Lucas Falletti y Leiva Black. - dieron un paso al frente y recibieron con aplausos. - ustedes serán los nuevos soldados que servirán con devoción hacia la FMI.

"También serán los elegidos para ir a una misión con seguro de muerte" Pero claramente no se comentó esa parte. Estaba muy segura de que esos eran los novatos más capacitados para combate. Me cubriría la espalda y yo la de ellos.


...

Mi móvil se alumbró y comenzó a vibrar sobre la mesa, dejé mi capuccino y respondí la llamada.

-¿Qué sucede, Edrick? - 

-Tenemos nueva información de Emelie en Dubai. Reportate en mi oficina.

-Enseguida, capitán. - corte la llamada, deje propina en la mesa y me dirigí hacia la oficina del capitán.

El corazón y mi mente estaban a todo motor, mi pecho subía y bajaba, mis manos sudaban ante la idea de algo espantoso. Al llegar me recibió su secretaria, Olivia. Pelirroja, ojos azules profundos y una figura para morirse. Era belleza pura.

-El capitán Edrick está ocupado. Le informaré que acaba de llegar.

Solo asentí y observé cómo tocaba la puerta tres veces, le permitieron la entrada y cerró la puerta detrás de ella. Volvió a salir dándome el permiso para ingresar.

-Con permiso, capitán. 

-Pasa,teniente. - ambos estaban completamente serios,pensativos y enfurecidos. - Como le comente, la teniente coronel Emelie Gates nos entregó un informe de su paradero. 

Miro a Keir que estaba de los brazos cruzados sin emitir ni un solo sonido ni movimiento. Volvió su vista a mí pero aun con la misma indiferencia.

-La teniente coronel fue identificada como nuestra agente, la secuestraron y no se sabe de su paradero aún. Los soldados recién integrados no saben cómo sobrellevar la situación, por ello…

-Irá usted con los elegidos, parte en la madrugada. Informele a su nueva sección. - habló Keir irritado y abandonó la oficina sin decir otra palabra. 

-Ya puede retirarse, teniente. - se sentó y colocó su mano en la cabeza haciendo pequeños masajes circulares.

Salí con paso rápido y firme, ordene mi cabeza con el nuevo informe de Emelie, su secuestro y su problema severo de no ver el peligro. Busque a los cadetes que estaban en la cafetería, relajados y festejando su ingreso. Acto que se silencio al comentarles que saldrían a su mirada misión en la madrugada. Pregunté por Leiva pero nadie sabía que hacía o donde estaba en ese momento.

"Necesito vodka" era lo único en lo que quería pensar en ese instante, no preocuparme en que la vida de mi compañera estaba colgada de una cuerda, eso lo haría cuando llegara al lugar.

Entre a mi departamento y escuche la voz de Leiva, estaba susurrando pero el silencio del departamento no le permitía esa privacidad.

-Logre ingresar al FMI, Winter. Estoy segura que me mandarán a una misión en Dubai, podré acercarme al general Bristol en pocos días. Necesito saber donde esta mi hermana.