Las leyendas cuentan que la magia existe mucho antes de que el hombre se considerara hombre. Hay quienes afirman que en su inicio era totalmente pura. Que el bien era lo único que existía. Hasta que cayó en manos humanas.
Dos hermanos fueron los primeros en conseguir dominar la magia del Orden. Con ella ayudaron a la humanidad a evolucionar, pasando de esconderse en cuevas y bosques, a construir imperios por toda tierra existente.
Hasta que un día la hermana se dejó seducir por el mal.
Del Orden, surgió el Caos.
El hermano, incrédulo de la desdicha de su hermana, intentó hacerle entrar en razón sin éxito.
La guerra entre el Orden y el Caos duró siglos, creando nuevas especies, como los fae, mucho más poderosos y racionales que la propia humanidad.
Llegó el momento en el que el Orden no podía imaginar alcanzar el equilibrio de su armonía sin la existencia del Caos.
La guerra se apaciguó y el mundo comprendió que el Caos se había vuelto tan importante como el Orden.
La humanidad, arrepentida por los errores de su pasado, dio a la vida a los Druidas, cuya sangre divina podía purificar cualquier alma desdichada, y a las Brujas, guías de la humanidad y conocedoras del destino.
Así surgió la figura de Adán y Eva.
Bien y mal.
Orden y Caos.
Evitarían la misma guerra producida por los errores del pasado.
Se encargarían de establecer El Equilibrio cada siglo.
Sin su presencia sería… El fin del mundo.