Musa de las penas de un amor marchito.
Tristeza, salvaje flor negra del hado.
Secas lágrimas de sangre he derramado
al sentir el eco de su adiós maldito
El jardín de margaritas se ha secado.
Cae sin fuerzas un gorrión y ahoga un grito.
Mi mundo se derrumba, la necesito.
Pero ella, tan distante, ya me ha olvidado.