Te regalo mi sonrisa
para que sepas cada día
que soy feliz por ti,
tu belleza es mi alegría.
Te regalaría mis ojos
para que pudieras ver
todo lo que te quiero
y por ti puedo hacer.
Te regalaría mi mente
para que descubras la verdad
que siempre estás ahí presente,
no te dejo de pensar.
Te regalaría el corazón,
mi tesoro más preciado
esperando que lo cuides
como nadie lo ha cuidado.
Y tú que ni te das cuenta
de todo lo que me provocas,
no sabes que yo me muero
por poder besar tu boca.
Que tu cabello castaño
y tus ojos cristalinos,
son como el detonante
que necesita este explosivo.
Que te miro y me derrito
como vela en el desierto,
y si quererte fuera pecado
merecería el infierno.
Que la vida son dos días,
uno lo paso escribiendo
y en el otro busco inspiración
imaginándote sonriendo.
Que aunque seamos
como agua y aceite en una olla,
tu y yo podemos unirnos,
y cambiar el rumbo de nuestra historia.
Sé que no eres el Príncipe azul,
que un tiempo estuve esperando,
pero yo tampoco soy una princesa,
¿Y para que seguirlo aparentando?