Encerrado entre paredes,
cuándo me dejarás salir.
No es el cielo ni la noche,
eres tú quien no me merece.
Bajo la sombra del árbol,
yace un ave deseando despegar.
Pobre e ingenua golondrina,
cuándo me dejarás entrar.
Oh, ave ingenua,
déjame pasar, y a tu lado estar.
Oh, acaso este es el final,
cuándo me vas a perdonar.
Vuelan y vuelan las aves sin parar,
pero tú no te cansas de llorar.
El hombre crea y el mono imita,
pero no seré yo quien lo repita.
El cielo cae, las nubes desaparecen,
así como mi esperanza por ti perece.
Ay, cariño mío. No importan las adversidades que nos hagan pasar,
porque cuando todo se desmorone,
con la frente en alto nos mantendremos y enfrentaremos todo juntos,
hasta el final.
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Editado: 08.07.2024