Poemario: Once Elegías al Vacío

Capítulo IV: Suspiro

Ese suspiro, que acarició mi piel,
se inspiró en el fracaso.
Transpiro sed que ocasionó la hiel,
respiro en secos pasos.
Enloquece el deseo fiel
en lo que se derrumba en el cuarto.
Y lo que sé es que la dulce miel
carga con el esfuerzo cuan cuarzo.
Ese Marzo mi aventura con el odio
se vio amenazada en retazos.
El mar sombrío sonrió al falso dios
que subió para verme en pedazos.
El manso río absorbió el fluido
que surgió en el verde regazo,
en el mazo decayó lo contenido
y apareció la carta del descanso.

El circo tiembla, show del espanto,
esparzo niebla en lo insano.
Mis incontinuas letras que canto
de tanto amargor y frío como cinzano.
Las cinco siglas bajo el sol planto,
un plan tormentoso como mis manos.
Y sin la misma fuerza con la que aguanto
el agua me hundió en ese pantano.
Al fin conseguía ahogar ese llanto
que de tantas lagunas ya era cotidiano.
Comprimía el pecho y me cubría el manto
que destiñó las gotas y mató el desgano.
La ciclotimia silenciosa implanto
convirtiendo mis días en un verano yano.
A ese ciclo temía y sin importar cuanto
me levanté sin querer volver, ya no.

Nunca quise las rosas
sólo su voz y un oído
para todas mis prosas
que salen de mi suspiro.



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En el texto hay: poesia, poema, poema corto

Editado: 10.03.2022

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