La humanidad es temporal,
como ya serás consciente,
disculpa la presunción
si consideras que nace y muere.
La humanidad es pasajera,
un egoísmo que se apaga como el soplo tras la vela,
un egoísmo que quema y se consume al mismo tiempo.
Orbe fugaz que flota
en este inmenso océano
al que llamamos universo.
Es la respuesta de una mezquindad que gime,
gime como la tierra misma sobre la que se posa,
gime sobre la tierra misma sobre la que ha parido,
se amamanta con el néctar de nuestra falsedad,
y ahora nos muerde,
porque ya no es suficiente lo poco,
lo quiere todo.