Melancolía

En el horizonte gris de la melancolía,
las lágrimas se funden con la cacofonía,
un eco del pasado en cada nota rota,
susurra el dolor de una historia compartida.

Las memorias se desvanecen como hojas al viento,
suspiros atrapados en el tiempo sin aliento,
cada acorde pronuncia un adiós en silencio,
mientras la nostalgia abraza mi corazón sediento.

Los recuerdos fluyen como un río interminable,
susurros de anhelos en cada verso endeble,
las promesas se desvanecen como ilusiones frágiles,
mientras el tiempo se desliza entre susurros inevitables.

En las sombras de la despedida, la tristeza se revela,
las palabras se desvanecen, la realidad se esmera,
las lágrimas se convierten en un lamento de poesía,
una melodía amarga que anhela la compañía.

Pero en la oscuridad, brilla la luz del renacimiento,
un nuevo amanecer que rompe el hechizo de los pesares,
la fuerza de dejar ir, sin mirar atrás,
donde el corazón se cura y el alma se adueña.

Adiós, nostalgia, tus cadenas ya no me atan,
mis alas se despliegan, en el viento vuelan y me liberan,
el pasado se desvanece en las notas de esta canción,
y encuentro la libertad en cada verso de esta emocionante evolución.

El tiempo se desdobla en un instante de liberación,
un abrazo agridulce que acaricia mi transformación,
las heridas del ayer se convierten en cicatrices de aprendizaje,
mientras navego en el flujo eterno de mi propio coraje.

Así, en las letras y melodías de esta tonada sin final,
encuentro el poder de sanar y avanzar hacia lo celestial,
un adiós a la nostalgia, un hola a un nuevo capítulo,
donde mi espíritu renace y vuela con un amor imperecedero.